– Y, hablando de otra cosa, ?donde demonios has estado? ?Y para que me llamaste anoche?
Le conte lo que habia averiguado en Willow Glen.
– Extrano -dijo-. Muy extrano. Pero no veo delito en ello… a menos que la secuestrasen de pequena. ?O es que me he perdido algo?
Negue con la cabeza.
– Quiero contarte unas ideas que se me han ocurrido, para que me digas lo que te parecen.
Se lleno de nuevo el bol.
– Cuenta.
– Supongamos que Sharon y su gemela fueron el resultado de una relacion entre Linda Lanier y Leland Belding…, un asuntillo con una de las chicas de sus fiestas, que fue mas alla de lo que deberia haber ido. Segun Crotty, el tenia con ella algunas distinciones: podia entrar al despacho del jefe. Y Linda debio de mantener en secreto su prenez, porque estaba preocupada de que Leland la obligase a abortar.
– ?Y como llego a imaginar tal cosa?
– Quiza supiera que a el no le gustaban los ninos o tal vez estuviera suponiendolo, en base a lo que sabia de el: Belding era un hombre frio, que no gustaba de las relaciones afectivas. Lo ultimo que hubiese deseado era un heredero que no hubiera sido planificado por el. ?Tiene sentido lo que digo?
– Sigue.
– Crotty vio juntos a la Lanier y Donald Neurath… arrullandose como tortolitos. ?Y si el era su amante, ademas de su doctor? Digamos que se conocieron a un nivel profesional, y que la cosa fue a mas.
– Lo que contaba la pelicula porno…
– La pelicula era una caricatura de su relacion, resumida para la posteridad.
Milo se sento y dejo la cuchara.
– Empieza como chica de fiestas con Belding, y las cosas van a mas. Empieza como paciente con Neurath, y las cosas van a mas.
– Era hermosa. Y era mas que eso: era una experta en seduccion. Debio de tener algo especial para que Belding la eligiera entre las demas chicas. Y, como su ginecologo, Neurath debio de ser de los primeros, o
Milo estuvo rumiando esto durante largo tiempo, y luego dijo:
– Y el hermano, siendo un autentico chorizo, se imagino un modo de ganar algo de pasta extra: venderle una copia de la pelicula a algun coleccionista.
Asenti con la cabeza.
– A Gordon Fontaine o a alguien quien, al cabo, se la vendio a el. Anos mas tarde, Paul Kruse dio con ella, vio el parecido con Sharon y le pico la curiosidad. Pero nos estamos adelantando a la historia. Sigamos, de momento, con Linda: cuando su estado comenzo a hacerse evidente, debio de salir de la ciudad, y dar a luz a un par de gemelas, en algun momento entre la primavera y el verano del 53. Y debio de creer que ya no habia peligro en contarselo a Belding: una cosa es abortar y otra rechazar a dos bebes adorables. Quiza el hermanito, Cable, ayudo a darle confianza, mientras ante los ojos de el flotaban visiones de signos de dolar danzando. Asi que Linda debio de hacerle una visita a Belding, le mostro las ninas y le planteo su demanda: haz de mi una mujer honesta, o pasame la pasta suficiente como para que las ninas, su tio Cable y yo podamos vivir felices por siempre jamas.
Milo puso cara agria:
– Suena justo igual al tipo de trato que siempre intentan hacer los perdedores natos. La estupida historia que logras reconstruir a pedacitos, despues de que ellos han acabado en una camilla de la Morgue.
– Todo muy frio -comento Milo.
– Pero tiene sentido, ?no? Hummel y DeGranzfeld eran hombres de Belding. Como detectives de Narcoticos estaban en el lugar perfecto para montar un falso hallazgo de drogas. Con la pasta de Belding, podian echar mano de un monton de heroina. Dejaron fuera a los uniformados, y entraron en ese piso solos, para montar el tiroteo y preparar la escena del crimen. Pero el deshacerse de Linda y Cable solo solucionaba parte de los problemas de Belding: le habian caido encima dos bebes que no deseaba. Bajo las mejores circunstancias, el criar a unas gemelas es todo un reto. Para alguien como Belding, debia de resultar aterrador, mucho mas que disenar fajas o comprar empresas. Asi que recurrio a lo que era habitual en el:
Algun otro campo de tierra. Sin una Helen Leidecker y con la otra chica acabando impedida o…
– Preparo una trampa para que se cargasen a la madre de sus hijas, y luego las coloco por ahi. Superfrio.
– Era un hombre frio, Milo, y un misantropo que preferia las maquinas a la gente. Jamas se caso, jamas desarrollo unos lazos afectivos normales, acabo convertido en un ermitano.
– Segun ese libro inventado.
– Segun todo el mundo. Seaman Cross solo se limito a embellecer la realidad. Y tu sabes, mejor que nadie, que constantemente estan abandonando ninos. Con muchos menos motivos. La Casa de los Ninos esta llena de ellos.
– ?Y por que los Ransom? -dijo-. ?Que clase de conexion podia tener un multimillonario con gente como esa?
– Quiza ninguna. Cuando digo que Belding hizo todo esto, no quiero decir que lo hiciese personalmente. Probablemente jamas se ensucio las manos, debio de hacer que se ocupase de todo un intermediario, como Billy Vidal…, esa era la especialidad del Celestino: conseguir la gente que necesitaba Belding. En cuanto a donde los hallo el intermediario… ?quien sabe? Pero, para esta tarea, el que fuesen retrasados mentales era un punto positivo, no negativo: serian pasivos, obedientes, no era probable que se tornasen ambiciosos ni que hiciesen preguntas. Ese tipo de personas piensan de un modo muy concreto, son muy testarudos… buenos en mantener secretos. O en olvidar. Tuve una exhibicion de ello ayer. Y, miel sobre hojuelas, eran
– Ni tampoco si la Ransom no le hubiera dado a la mujer impedida el nombre de Shirlee -anadio Milo.
– Si. Y no voy a decir que comprenda el porque de esto…, ella estaba llena de simbolismos raros. Pero, fuera por lo que fuese, el caso es que darles una nina a Shirlee y Jasper era como borrar la identidad de esa nina. Quiza Belding ni siquiera esperase que sobreviviese. Pero Helen Leidecker la descubrio, la educo y la mando al ancho mundo.