fin de cazar las olas mas grandes, en Wiamea. Llame a Hollywood y lo confirme; la lista de tareas habia sido establecida hacia meses.

– ?Y quien se ha hecho cargo, al irse Pinckley?

– No habia nada de lo que hacerse cargo, doctor. El caso esta cerrado.

– ?Y que hay de eso de que Trapp estuviera en casa de ella?

El policia bajo la voz:

– Oye, te he dicho que habia averiguado unas pocas cosas, ?recuerdas? Eso no incluia el entrar en la oficina de mi capitan y someterlo a tercer grado.

– De acuerdo, perdona.

– No es necesario que te excuses. Pero debo de ser cuidadoso.

– ?Algo mas, Del?

Pausa.

– ?Dices que la conocias mucho? ?Como cuanto?

– Han pasado seis anos desde la ultima vez que la vi.

– ?Lo bastante como para saber que no era una Hermanita de la Caridad?

– Lo bastante para eso.

– Vale. Si fueras un pariente cercano, o su marido, no te diria esto. Es estrictamente «off the record». Mi contacto en Hollywood me dice que por la Comisaria corre un rumor de que, cuando entraron en su casa, uno de los tecnicos hallo una pelicula porno oculta debajo de su colchon… Nada sofisticado, solo un rollo pequeno de ocho milimetros en blanco y negro. Pero un rollo en el que salia ella. Puede que fuera una doctora, pero tenia otros talentos…

Jadee tratando de respirar.

– ?Doc?

– ?Sigue esa pelicula en el almacen de pruebas, Del?

– No todo llega al almacen de pruebas.

– Ya veo.

– En un caso como este, eso es lo mejor para esa dama. ?Que te parece mejor: que esa jodida cosa este en el cajon de la ropa interior de algun poli, del que solo lo saque alguna vez, de trancas a barrancas, para un pase privado, o que la prensa se haga con ella… «La Doctora tenia una Vida Secreta»? Ya sabes lo que harian con eso. Lo que te quiero decir es que esa pelicula no es una de las que hace Disney.

– ?Que habia en ella?

– Lo que te puedes imaginar.

– ?No podrias ser mas especifico, Del?

– ?Realmente quieres escuchar esto?

– Adelante.

Suspiro.

– De acuerdo. Lo que me han dicho es que era una de esas escenitas de doctor y paciente. Ya sabes… de esas que empieza con un chequeo y acaban en sexo. Ella era la paciente, y un tipo era el medico. -Pausa-. Esto es todo lo que se. Yo no la he visto.

– ?Dejo algo, como un fichero de pacientes?

– No lo pregunte.

– ?Y que hay de esa venta tan rapida de la casa?

– Con el caso cerrado, no habia ya ninguna razon por la que no vendiesen.

– ?Era ella la propietaria de la casa?

– No comprobe eso.

– ?Y que hay de la hermana gemela? ?La ha localizado alguien?

– No hay Shirlee Ransom alguna en nuestros archivos, lo que no quiere decir nada…, no era ninguna criminal. Pero en Trafico tampoco la tenian.

– No es muy probable… ella no podria conducir un coche.

– Lo que digas. En cualquier caso, el buscar herederos no es asunto nuestro, Doc. El abogado que este ocupandose de que se cumpla su testamento tendra que contratar a un detective privado. Y, para contestar a tu proxima pregunta, te dire que no, que no se quien es ese abogado.

– Vale -dije-, gracias por tu tiempo.

– No hay problema, encantado de dedicartelo. Cuando lo tengo.

Lo que era una forma educada de decirme: Ya no me molestes mas.

13

Una pelicula porno.

La «investigacion» de Kruse.

Explorando los limites de la sexualidad humana.

Larry se habia reido de ello, pero con una cierta verguenza. El trabajar para Kruse era una fase de su carrera que, claramente, deseaba olvidar. Ahora iba a serle recordada de nuevo. Llame a su oficina en Brentwood, utilizando la linea privada, que no estaba controlada por el servicio de mensajes.

– Estoy con un paciente -me dijo, en voz baja-. ?Puedo llamarte a menos cuarto?

Lo hizo, exactamente a las 2,45, mordisqueando algo y hablandome entre bocados.

– ?Ya me echabas en falta, D? ?De que me quieres hablar?

– De Sharon Ransom.

– Oh, si… lei lo que paso. ?Oh, Dios… lo habia olvidado! Vosotros dos estabais liados entonces, ?no es cierto?

– Ella estaba en la fiesta, Larry. Me la tropece cuando tu fuiste a hacer tu llamada. Hable con ella el dia antes de que muriese.

– Jesus! ?Tenia mal aspecto?

– Estaba un poco hundida. Me dijo que las cosas no le iban bien. Pero no me dijo nada tremendo, nada que pusiese en marcha ninguna alarma. No obstante, tu y yo sabemos el valor que tiene eso.

– Aja, la vieja intuicion profesional. Daria lo mismo que usasemos un tablero ouija de adivinacion…

Silencio.

– Sharon Ransom -dijo-. Irreal. Antes era muy guapa.

– Seguia siendolo.

– Irreal -repitio-. No la vi desde la universidad, jamas me la encontre en reuniones o convenciones.

– Vivia en L.A.

– Una dama misteriosa. Siempre lo parecio.

– ?Trabajo en el proyecto de la porno, Larry?

– No mientras yo estuve en el. ?Por que?

Le dije lo de que era la ayudante de Kruse. Y lo de la pelicula.

– Bienvenido a Hollywood, el pais de las cosas raras -me dijo, pero no parecia asombrado, y yo lo comente.

– Eso es porque no estoy asombrado, D. Quiza me hubiera sorprendido en cualquier otro, pero no en ella.

– ?Y por que eso?

– A decir verdad, siempre pense que era rara.

– ?En que sentido?

– Nada muy visible, pero habia algo en ella que no ligaba…, como un cuadro hermoso que esta colgado torcido.

– Nunca me dijiste nada de esto.

– Si te hubiera dicho que tu amiguita era un poco rara en lo que se referia a su personalidad, ?me hubieras escuchado con calma, para decirme luego: «?Ostras, Larry, gracias!»

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