– No.
– Exacto, no. Por el contrario, muy posiblemente te hubieras cabreado de mala manera, y posiblemente no me hubieras vuelto a hablar. No, no, amiguito, el tio Larry mantiene la boca cerrada. La primera norma de la terapia es: cuando no estes seguro, no digas nada. Y yo
– ?Por que no?
– Ella no parecia de esas que se casan.
– ?Que mas parecia?
– Una de esas personas que siempre estan por ahi, y por las que uno acaba destruyendo su vida, D. Pero imagine que tu eras demasiado listo para caer en eso… y lo fuiste, ?no?
Pausa.
– Dejame hacerte una pregunta y no te ofendas -me dijo-: ?Era buena en la cama?
– En realidad no.
– ?Hacia todo lo que hay que hacer, pero la verdad es que no le iba la cosa?
Me asombre.
– ?Que es lo que te hace decir eso?
– Al hablarme de la pelicula, me he dado cuenta de que era lo que ella me recordaba: una de esas actrices porno que Kruse acostumbraba a tener en sus peliculas. Conoci a algunas cuando trabajaba para el. Esas chicas rezumaban sex-appeal, y parecia que le pudieran chupar la sangre a las rocas, pero a uno le daba la impresion de que todo era una capa superficial, algo que se quitaban con el maquillaje. La sensualidad no estaba integrada en sus personalidades…, sabian como separar sus sentimientos de su comportamiento.
– Separar -dije-, ?como en los casos limite?
– Exacto. Pero no me tomes equivocadamente: no estoy diciendo que Sharon fuese un caso limite, ni siquiera que lo fuesen esas actrices. Pero todas tenian en ellas algo de esa cualidad de caso limite. ?Me he acercado al blanco?
– Has dado de lleno en el centro -le dije-. Tenia las tipicas cualidades del caso limite. Y, durante todo este tiempo, jamas lo considere asi.
– No te culpes por eso, D. Tu estabas
Un caso limite de desorden de la personalidad. Si Sharon se habia merecido esa diagnosis, yo habia estado flirteando con el desastre.
El paciente caso limite es la pesadilla de los terapeutas. Durante mis anos de entrenamiento, antes de que decidiese especializarme en ninos, trate mas casos de esos de los que hubiese sido normal, y comprobe lo anterior, a las bravas.
O, mejor dicho,
Son los cronicamente deprimidos, los determinadamente adictivos, los compulsivamente divorciados, los que viven yendo de un desastre emocional al siguiente. Saltarines de cama en cama, gente a la que hay que hacerles lavados de estomago para sacarles el veneno, tipos que se tiran a la autopista, y esos otros a los que vemos sentados en los bancos, con los ojos tristes, los brazos llenos de pinchazos y con unas heridas psiquicas que jamas pueden ser suturadas. Sus egos son tan fragiles como el azucar hilado, sus psiques estan irreversiblemente fragmentadas, como un rompecabezas al que le faltan algunas piezas cruciales. Interpretan papeles a la maravilla, son excelsos en ser cualquiera menos ellos mismos, ansian la intimidad, pero la rechazan cuando la hallan. Algunos de ellos gravitan hacia las tablas o la pantalla; otros llevan a cabo sus actuaciones de maneras mas sutiles.
Nadie sabe como o por que un caso limite se convierte en un caso limite. Los freudianos dicen que es debido a una privacion sentimental durante los primeros dos anos de la vida; los ingenieros bioquimicos echan las culpas a un cableado defectuoso. Ninguna de las dos escuelas afirma ser capaz de ayudarlos demasiado.
Los casos limite van de terapeuta en terapeuta, esperando hallar la formula magica que los libere de su sensacion de vacio. Y se vuelven hacia las formulas quimicas, devorando tranquilizantes y antidepresivos, alcohol y cocaina. Se ponen en manos de gurus y vendedores de paraisos, de cualquier timador carismatico que les prometa solucionarles de inmediato su dolor. Y acaban tomando unas vacaciones temporales en los hospitales psiquiatricos o los presidios, saliendo de ellos con buen aspecto y llenando de esperanzas a todo el mundo. Hasta la siguiente recaida, real o imaginada, hasta la siguiente excursion al dano autoinfligido.
Lo que no hacen es cambiar.
Ada Small me habia hablado en una ocasion de ello… y habia sido la unica vez que recuerdo haber notado ira en su voz:
Al borde del abismo.
Mas que con cualquier otro paciente psiquiatrico, cabe esperar que los casos limite intenten suicidarse. Y que lo logren.
– Yo acostumbraba a estar perdiendo el tiempo por ahi con actrices -me estaba diciendo Larry-. Llegue a conocer bastante bien a algunas de ellas y empece a comprenderlas…, a comprender su promiscuidad, el como era que hacian lo que hacian. Desde el punto de vista de un caso limite, la promiscuidad puede ser una adaptacion medio decente, la particion perfecta: un hombre para la amistad, otro para la estimulacion intelectual, otro para el sexo. Partir, partir, partir, limpia y claramente. Si no se puede lograr la intimidad, desde luego esto es mejor que la soledad. El dividir tambien es un modo excelente para autodistanciarse del hecho de que la jodan en la pantalla, y de que los tipos se la meneen en su cara. Esto tambien vale para el trabajo de la que hace strip-tease. Al fin y al cabo, es un trabajo como otro cualquiera. Quiero decir, ?como, si no, podrias hacerlo y luego irte a casa y prepararte macarrones con queso rayado y hacer el crucigrama? Las chicas me admitieron que tenia razon, que cuando estaban ante la camara era como el mirar a otra persona haciendo todo aquello.
– Disociacion -dije.
– Al maximo grado.
Pense en toda la fragmentacion de la vida de Sharon. El modo rutinario, finalmente desapasionado, en que hacia el amor. La negativa a vivir conmigo, a vivir con nadie. La frialdad con la que habia hablado de sus padres muertos. El dedicarse a una profesion consistente en ayudar a la gente, y seducir a sus pacientes. El graduarse, pero jamas obtener su licencia para ejercer. La horrible noche en que la habia hallado con la foto de su gemela.
Las mentiras.
El circulo vicioso.
El asociarse con un tipo como Kruse.
– ?Filmo Kruse alguna vez a sus estudiantes, Larry?
– ?Crees que
– Es logico. Era su supervisor. Y estaba metido en la porno.
– Supongo que si. Excepto que lo suyo no eran las peliculitas mudas, en blanco y negro. Lo suyo eran producciones de media hora de duracion, en color y sonorizadas. Se suponia que eran ayudas maritales para las