punos de la camisa y consulto su Rolex-. ?Podemos proseguir?

Moretti se volvio a colocar las gafas y estudio algunos papeles.

– Doctor Delaware -me dijo, y luego hizo una pausa, como anticipando que iba a darme un buen golpe-. Vamos ya, doctor Delaware… no me ira a decir que, si no fuese por el accidente, se habria podido esperar que Darren Burkhalter fuese a llegar a ser un fisico nuclear, ?verdad?

– Nadie sabe lo que podria haber sido Darren, o lo que podra ser -le dije-. Ahora mismo los hechos son que, tras un severo trauma psicologico, su lenguaje se halla por debajo de la media, y esta sufriendo un severo estres.

– ?Como era su lenguaje antes del accidente?

– Su madre nos informa de que estaba empezando a hablar. Sin embargo, despues del trauma…

– Su madre -me corto Moretti-. Y usted basa sus conclusiones en lo que ella le dice…

– Junto con otros datos.

– Tales como la entrevista que le hizo a la maestra de su jardin de infancia.

– Tales como eso.

– ?Es esa profesora uno de sus testigos expertos?

– Me parecio muy creible, y que entendia muy bien a Darren. Me informo que sus padres estaban muy metidos en la educacion del nino, que lo querian mucho. Su padre, en especial, habia puesto mucho interes en…

– Si, hablemos de su padre. Gregory Joe Burkhalter tenia antecedentes criminales. ?Sabia esto, doctor?

– Si, lo se. Una condena por robo sin agravantes, hace varios anos.

– Robo, doctor. Y cumplio condena por ello.

– ?Y a que viene esto? -inquirio Mal.

– A lo que viene, senor Worthty, es a que su experto, basando su opinion en una persona que no seria reconocida como experta ante un tribunal, desea montar un caso en base a que ese padre habria sido una fuente principal de estimulo intelectual para ese nino, de lo que se deduciria una importante perdida material y emocional, debida la muerte del dicho padre. Y ese padre era un criminal, minimamente educado…

– Senor Moretti -le dije-, ?es usted de la opinion que solo merece dolerse de la perdida de padres educados?

Me ignoro.

– … y, lo que es mas, los datos referentes a este caso, indican que se trataba de una persona social y emocionalmente empobrecida…

Siguio asi un rato, aumentando el volumen y la velocidad de su voz, casi brillando por la emocion del combate. Mal tambien estaba atrapado por la justa, tenso, esperando a responder.

Mas meadas en el callejon. Y que la verdad se fuese al carajo. Empezo a atacarme a los nervios, y le interrumpi, alzando la voz para hacerme oir por encima de la marea de palabreria legal:

– Senor Moretti, es usted el tipico caso de escaso conocimiento, que acaba convirtiendose en peligroso.

Moretti se semialzo en su sillon, se contuvo y se volvio a sentar. Mostro los dientes.

– ?Se esta sintiendo acorralado, doctor?

– Se suponia que esta era una reunion para hallar datos. Si usted quiere oir lo que yo tengo que decir, estupendo. Si lo que desea es seguir jugando a satisfacer su ego, entonces no seguire perdiendo mi tiempo.

Moretti chasqueo la lengua.

– Senor Worthy, si esto es una muestra de como se comportaria su experto ante un tribunal, va a tener usted muchos problemas, abogado.

Mal no dijo nada. Pero garabateo en su bloc de notas: ?He creado un monstruo?, y lo tapo con la mano.

No se le escapo a Moretti:

– ?Es algo que deberiamos tener registrado, abogado?

– Solo jugueteaba -le dijo Mal, y comenzo a dibujar una mujer desnuda.

– Estabamos hablando de los traumas de la infancia -le dije a Moretti-. ?Quiere usted que hable de eso o ya he terminado?

Moretti trato de parecer divertido.

– Puede hablar, si tiene algo que anadir a su informe.

– Dado que usted ha extraido conclusiones falsas de mi informe, tengo mucho que anadir. Darren Burkhalter esta sufriendo una reaccion de estres postraumatico que puede llegar a transformarse en problemas psicologicos a largo plazo. Una breve terapia de juego y consejeria para la madre han conseguido una cierta reduccion de los sintomas, pero esta indicado mucho mas tratamiento. -Me dirigi a los otros abogados-. No estoy diciendo que los problemas psicologicos a largo plazo sean inevitables, pero tampoco puedo decir que no vayan a surgir. Ningun experto razonable lo haria.

– ?Oh, por todos los cielos! -exclamo Moretti-. ?Ese nino tiene dos anos de edad!

– Veintiseis meses.

– Eso no importa. Tenia dieciocho meses en el momento del accidente. ?Esta usted diciendome que esta dispuesto a presentarse ante un tribunal, y a testificar bajo juramento que, cuando tenga veintiseis anos de edad, podria estar afectado psicologicamente por un accidente que tuvo lugar cuando era un bebe?

– Eso es, exactamente, lo que le estoy diciendo. Una escena traumatica, tan impresionante y sangrienta, enterrada en su subconsciente…

Moretti resoplo.

– ?Que aspecto tiene un subconsciente, doctor? Jamas he visto ninguno.

– Y, no obstante, usted lo tiene, senor Moretti. Como yo y cualquiera de los que hay en esta habitacion. En terminos simples, un subconsciente es un cajon de almacenamiento psiquico. La parte de nuestra mente en la que metemos las experiencias y sentimientos con los que no queremos enfrentarnos. Cuando nuestras defensas estan bajas, el cajon se inclina y parte del material acumulado se desparrama: suenos, fantasias, comportamientos aparentemente irracionales o incluso autodestructivos, que llamamos sintomas. El subconsciente es real, senor Moretti. Es lo que a usted le hace sonar con vencer. Y tambien es buena parte de lo que le motivo a usted para llegar a convertirse en un abogado.

Eso le afecto. Se esforzo en parecer frio, pero los ojos le parpadearon, se le abrieron las ventanas de la nariz, y su boca se apreto tanto que parecio hacer un mohin.

– Gracias por esta dosis de sabiduria, doctor. Mandeme su cuenta… aunque, a juzgar por lo que le esta cobrando al senor Worthy, no se si podre permitirme pagarle. Entre tanto, concretemonos al accidente.

– La palabra accidente no describe, ni con mucho lo que experimento Darren Burkhalter. Seria mas correcto llamarlo desastre. El nino estaba durmiendo en el coche y siguio durmiendo hasta el momento del impacto. La primera cosa que vio al despertarse fue la cabeza decapitada de su padre, volando por encima del asiento delantero y cayendo junto a el, con las facciones aun en convulsiones.

Algunos de los abogados se estremecieron.

– No le cayo en el regazo por unos pocos centimetros -continue-. Darren debio pensar que se trataba de algun juguete porque trato de cogerla. Cuando aparto la mano y la vio cubierta de sangre, se dio cuenta de lo que era en realidad… se puso histerico. Y siguio histerico durante cinco dias completos, senor Moretti, aullando: «?Pa!», totalmente fuera de control.

Hice una pausa para dejar que esa imagen calase.

– Senor Moretti, el sabia lo que estaba sucediendo: lo ha representado en mi consulta, cada vez que ha venido a ella. Claramente, es lo bastante mayor como para formar un recuerdo duradero. Si lo desea, le citare estadisticas respecto a eso. Y ese recuerdo no desaparecera simplemente porque usted lo desee.

– Un recuerdo que usted mantiene vivo, a base de hacerle repetir la escena, una y otra vez -dijo Moretti.

– Asi que lo que esta usted aseverando -dije-, es que la psicoterapia lo esta haciendo ponerse peor. Y que deberiamos limitarnos a olvidarlo todo, o a hacer ver que no sucedio.

– Tocado por partida doble -susurro Mal.

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