cumplido…, ya no era una estudiante mas en la maquinaria universitaria, era una mujer con una mision en la vida. Pero en el mismo momento en que entre en mi habitacion del Colegio Mayor, cayo sobre mi lo tremendo que era todo aquello. Me di cuenta de que mi vida ya no volveria a ser la misma, que ya nunca seria normal. Me enfrente a ello no parando ni un instante, dandole ordenes al abogado, trasladandome a la casa, firmando papeles. Convenciendome a mi misma, Alex, de que estaba al cargo de todo. Le encontre este hospital…, no tiene un aspecto demasiado agradable por fuera, pero la tratan de un modo muy especial. Elmo es fantastico, esta totalmente dedicado a los cuidados personalizados.

Alzo mi mano hasta su mejilla, luego la coloco sobre su regazo y la apreto alli, firmemente.

– Y ahora te toca el turno, Alex. Tu entrada en este follon. La noche en que me hallaste con la foto era poco despues de que hubieran traido a Shirlee en avion… ?vaya trabajo solo el sacarla de un avion y meterla en una ambulancia! Llevaba dias sin dormir y estaba en tension y fatigada. La foto habia llegado en una caja con otros papeles de la familia: estaba en el bolso de Mami el dia en que murio.

«Comence a mirarla, y me cai dentro de ella, como Alicia se cayo agujero abajo. Estaba tratando de integrarlo todo, de recordar los buenos viejos tiempos. Pero al mismo tiempo me sentia muy irritada por haber sido enganada, por el hecho de que mi vida entera habia sido un engano…, cada momento tenido de mentiras. Me sentia mala, Alex, llena de nauseas. Tenia arcadas que me surgian de lo mas profundo del estomago. Era como si la foto me hubiese atrapado… me estuviese devorando del mismo modo que la piscina se habia tragado a Shirlee. Me quede como atontada, lo estuve durante dias…, estaba colgando de mi cordura por un hilo cuando llegaste tu.

»No te oi llegar, Alex. Ni te vi hasta que estuviste encima de mi. Y parecias irritado, como juzgandome. Reganandome. Cuando tomaste la foto del suelo y la examinaste, fue como si me hubieses invadido, o te hubieras abierto paso con violencia al interior de mi dolor privado. Y yo queria ese dolor para mi sola…, queria algo para mi sola. Asi que estalle. Lo siento mucho.

Devolvi la presion de su mano.

– No pasa nada.

– El siguiente par de semanas fue horrible, una pura pesadilla. Me preocupaba lo que habia hecho contigo y conmigo; pero, francamente, no tenia fuerzas para poder hacer algo al respecto, me culpaba porque no podia obligarme a sentir algo mas de emocion. Tenia tanto de lo que preocuparme: mi rabia contra mis padres por haberme mentido, mi dolor por haberlos perdido, mi ira contra Shirlee por regresar tan estropeada, por ser incapaz de responder a mi amor. En ese tiempo no me di cuenta de que estaba vibrando, tratando de comunicarse conmigo. Eran demasiados cambios a la vez. Como una marana de cables cargados que se entrecruzaban y me abrasaban el cerebro. Me busque ayuda.

– Kruse.

– A pesar de lo que tu opines de el, me ayudo, Alex. Me ayudo a recomponerme. Y me dijo que tu vendrias a buscarme, lo que me haria saber que te preocupabas por mi. Y yo me preocupaba por ti…, por esto finalmente me obligue a verme contigo, a pesar de que Paul me dijo que aun no estaba preparada. Y tenia razon: me porte como una ninfomaniaca porque me sentia que no valia nada, que habia perdido el control, y pensaba que te debia algo. El actuar como una bomba erotica me hacia sentir que controlaba la situacion, como si estuviera despojandome de mi vieja personalidad y adoptando una nueva; pero solo por poco tiempo. Luego, mientras tu dormias, senti desprecio por lo que yo habia hecho, y senti desprecio por ti. Y lo eche todo encima tuyo, porque tu estabas alli.

Aparto la mirada.

– Y, porque tu eras bueno, yo eche a perder lo que teniamos, pues era incapaz de tolerar la bondad. Alex: no creia merecerme la bondad. Y, despues de tantos anos, aun lamento aquello.

Me quede sentado, tratando de asimilarlo todo.

Se inclino hacia mi y me beso. Gradualmente, el beso fue calentandose y haciendose mas profundo y nos encontramos apretados el uno contra el otro, tocandonos, con nuestras lenguas bailando. Despues, ambos nos apartamos.

– Sharon…

– Si, lo se -dijo ella-. Otra vez no. ?Como sabrias si estas a salvo?

– Yo…

Coloco un dedo sobre mis labios.

– No hay razon para dar explicaciones, Alex. Es historia antigua. Solo queria demostrarte que no soy totalmente mala.

Me quede en silencio, no le dije lo que me pasaba por la cabeza. Que quiza podriamos volver a empezar… lenta, cuidadosamente. Ahora que los dos habiamos crecido.

– Ahora te dejare ir -corto ella el silencio.

Volvimos, cada uno en su coche.

De vuelta de la casa de Kruse, me quede sentado en mi sala de estar, con las luces apagadas y le di vueltas a todo, una y otra vez, dentro de mi cabeza: Park Avenue, veraneos en Southampton. Mami y Papi. Martinis en el solarium. Estereotipos de la alta sociedad.

Mi vida entera habia sido un engano… cada momento tenido de mentiras.

Pense en Shirlee Ransom. Vegetativa. Chillando como un muneco. Me pregunte si algun retazo de la historia habria sido cierto.

Si amaba a su gemela, ?como podia haberse matado, abandonando a una impedida sin esperanza alguna de curacion?

A menos que Shirlee tambien estuviera muerta.

S y S, companeras silenciosas.

Un par de ninitas, hermosas, de cabello oscuro. Montanas al fondo. Cornetes de helado en manos opuestas.

Gemelas de espejo. Ella es zurda, yo diestra.

De repente me di cuenta de lo que me habia estado preocupando de la pelicula porno…, aquello que todo el rato habia estado en la punta de mi lengua y no habia podido expresar.

Sharon era diestra, pero para acariciar, para dar masajes en la pelicula, habia preferido la mano izquierda.

El actuar como una bomba erotica me hacia sentir que controlaba la situacion, como si me estuviera despojando de mi vieja personalidad y adoptado una nueva.

?Cambiando? ?Probando una nueva identidad?

La mano izquierda. La siniestra… Siniestra: algunas culturas primitivas consideraban aquello como malvado.

Colocandose una peluca rubia y convirtiendose en una chica mala… una zurda chica siniestra.

De repente, algo de la historia del accidente en la piscina me empezo a preocupar…, algo que no me habia preocupado seis anos antes, cuando queria creerla.

Los detalles, las imagenes tan coloristas.

Demasiado complejo para una nina de tres anos. Demasiado para ser recordado por alguien que casi era un bebe.

Detalles practicados. ?O una mentira bien aprendida? ?Se la habian ensenado? ?Le habian amplificado la memoria?

Como se hace mediante la hipnosis.

Como hacia Paul Kruse, experto hipnotizador. Cineasta amateur. Profesional de lo sordido.

Ahora estaba seguro de que el habia sabido lo suficiente como para llenar todos los espacios en blanco. Y habia muerto con ese conocimiento. De un modo horrible, sangriento, llevandose a dos personas mas con el.

Y yo, mas que nunca, queria saber el porque.

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