– Al senor Gordon. Claro.

– Eso es. Y a su esposa.

– Idos.

– ?Se han ido? ?A donde?

– Viaje.

– Un viaje… ?a donde?

El chico se encogio de hombros.

– Cogieron maleta… Vuitton.

– ?Y cuando fue eso?

– Sabado.

– ?Ayer…?

– Seguro. Se largan y se hacen llevar los coches. En gran camion. Dos Rolls-Royce, coche de gangster: Lincoln, y radical Bird.

– ?Metieron todos los coches en un camion grande?

Afirmacion con la cabeza.

– ?Habia algun nombre en el camion?

Mirada de incomprension.

– Letras -explico Milo-. En el lado del camion. Con el nombre de una compania.

– ?Ah, claro! Letras rojas.

– ?Recuerdas lo que decian las letras?

Negativa con la cabeza.

– ?Cual es su caso? ?Cocaina? ?Pistolero a sueldo? Milo contuvo una sonrisa, se inclino y acerco su cara a la del chico.

– Lo siento, hijo. No puedo decirtelo. Es confidencial.

Mas asombro.

– Informacion confidencial, Bijan. Secreto.

Los ojos del chico se iluminaron.

– ?Ah, Servicio Secreto! Walther PPK. Bond. Chames Bond.

Milo lo contemplo seriamente.

El chico me miro mas detenidamente. Yo me mordi el labio para mantener la cara seria.

– Dime, Bijan -le interrogo Milo-. ?A que hora del sabado se llevaron los coches?

El chico gesticulo con las manos, parecio estar haciendo esfuerzos por hallar las palabras:

– Cero siete cero cero horas.

– ?A las siete de la manana?

– Por la manana, claro. Padre se iba a la oficina. Yo traje su Mark Cross.

– ?Mark Cross?

– Su maletin -sugeri yo.

– Claro -dijo el chico-. Piel de napa. Estilo ejecutivo.

– Le trajiste a tu padre su maletin a las siete de la manana y viste como se llevaban los coches del senor Gordon en un camion. Asi que tu padre tambien lo vio.

– Claro.

– ?Esta ahora tu padre en casa?

– No. Oficina.

– ?Donde esta su oficina?

– Century City.

– ?Cual es el nombre de su negocio?

– Par-Cal Developers -dijo el chico, ofreciendo un numero de telefono que Milo anoto.

– ?Y que hay de tu madre?

– No, ella no vio. Aun durmiendo.

– ?Lo vio alguien mas que tu padre y tu?

– No.

– Bijan, cuando se llevaron los coches, ?estaban aqui el senor Gordon y su senora?

– Solo senor Gordon. Muy irritado por coches.

– ?Irritado?

– Siempre por coches. Una vez yo tiro Spalding, doy al Rolls. El irritado, me grita. Siempre irritado, por coches.

– ?Dano alguien sus coches mientras se los estaban llevando?

– No, claro que no. Senor Gordon saltando aqui y alli, gritando a hombres rojos: «?Cuidado idiotas, cuidado! ?No rasqueis!». Siempre irritado, por coches.

– Hombres rojos -medito Milo-. Los hombres que se llevaron los coches, ?vestian de rojo?

– Seguro, como equipo boxes. Las Quinientas de Indy.

– Monos -murmuro Milo mientras garabateaba.

– Dos hombres. Camion grande.

– Vale, muy bien. Lo estas haciendo muy bien, Bijan. Ahora dime, despues de que los hombres se llevaron los coches en el camion, ?que sucedio?

– Senor Gordon entro en casa. Salio con senora y Rosie.

– ?Quien es Rosie?

– La criada -dije yo.

– Claro -dijo el chico-. Rosie lleva Vuittons.

– Las vui… las maletas.

– Claro. Y una bolsa larga para avion. No Vuitton, quiza Gucci.

– Vale. ?Y entonces que paso?

– Llega taxi.

– ?Recuerdas el color del taxi?

– Claro. Azul.

– Compania de Taxis de Beverly Hills -comento Milo, mientras escribia.

– Todos suben taxi -dijo el chico.

– ?Los tres?

– Claro, y las Vuitton y la quiza Gucci las meten en maletero. Yo voy y despido con mano, pero no me contestan.

Milo autografio una de las Nikes del chico, le dio una de sus tarjetas de visita y una hoja en blanco del bloc de la Policia de Los Angeles. Le devolvimos su despedida con la mano y lo dejamos patinando con la plancha manzana arriba y abajo.

Volvi a meterme en el trafico por el lado este de Sunset Park. El parque estaba lleno de turistas, que hormigueaban en derredor de las fuentes, poniendose a la sombra, bajo los arboles.

– Sabado -dije-. Se largaron el dia despues de que fuera descubierto el asesinato de los Kruse. Sabian lo bastante como para tener miedo, Milo.

Asintio con la cabeza.

– Voy a llamar a la compania de taxis, tratare de descubrir quien les traslado los coches…, para ver si asi puedo seguirles la pista. Ire a la oficina de Correos, por si diera la poco probable casualidad de que hubieran dejado una direccion para que les remitiesen el correo…, aunque uno nunca sabe. Tambien llamare al padre del crio, aunque dudo que se fijase en tantas cosas como el bueno de Bijan. El chico es espabilado, ?no te parece?

– Podrias apostar tus Ralph Lauren a que si-le dije. Y, por primera vez en mucho tiempo, nos echamos a reir.

Pero la risa paso pronto y, para cuando llegamos a casa, ambos estabamos hoscos.

– Putada de caso -dijo Milo-. Demasiada gente muerta, hace demasiado tiempo.

– Vidal aun sigue vivo -comente-. De hecho, tiene un aspecto jodidamente sano.

– Vidal -mascullo Milo, con un grunido-. ?Como lo llamo Crotty… Billy el Celestino? De eso a Presidente del

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