bastones rematados en puntas de hierro que hacian de palanca para ganar velocidad. Era un lugar generalmente animado y bullicioso, en donde resonaban gritos de alegria. Ahora estaba todo sombrio y silencioso y habia grupos de jovenes a lo largo de la orilla observando solemnemente a Jonas y a sus hombres mientras estos daban vueltas en torno a un ancho y profundo agujero en el hielo, rastreando por el agua helada y turbia con largos palos de madera.

Aunque daba la impresion de estar concentrando toda su atencion en su trabajo, no por ello dejaba Jonas de darse cuenta de lo que acontecia a su alrededor. Cuando Justino detuvo a Copper a la orilla del agua, el sargento ordeno a sus hombres que continuaran la busqueda y el se dirigio a Justino, tan seguro de sus pasos sobre el hielo como lo estaba en tierra firme.

– Como vinisteis, ?por Dover?

Justino no le iba a explicar que tuvo primero que acompanar a Claudine a la Torre. Desmonto rapidamente, haciendo caso omiso de la irritacion de Jonas.

– ?Que pasa?

– Unos muchachos insensatos estaban patinando sobre el hielo, que se resquebrajo bajo su peso. Sus amigos lograron salvar a uno, pero el otro chaval se ha ahogado. Estamos intentando recuperar el cuerpo.

– ?Que Dios le perdone! -Justino trazo un rapido esbozo de la senal de la cruz en el aire de la tarde, preguntandose al mismo tiempo por que querria Jonas que el viera el cuerpo de este pobre muchacho ahogado-. ?Os acostumbrais alguna vez a esto? Debe de ser dificil, teniendo que mirar la muerte a la cara dia tras dia.

– Nada es facil en este trabajo -dijo Jonas, escupiendo en la nieve-. Venid aqui donde nadie nos pueda oir, porque tengo noticias para vos.

Justino ato el caballo a un arbusto cercano y siguio a Jonas caminando sobre la nieve. El sargento dio nuevas ordenes a gritos a los hombres que estaban en el hielo y despues se dio la vuelta para mirar cara a cara a Justino.

– Enganchamos el cuerpo casi en el acto, pero cuando empezamos a maniobrar para poder agarrarle, se deslizo del garfio y se volvio a hundir.

Justino seguia sin entender por que esta triste muerte requeria su urgente presencia.

– Mala suerte.

Jonas asintio.

– Lo fue. Pero tampoco era el cuerpo que estabamos buscando.

– ?Que quereis decir?

– No era el muchacho. Creo que era Pepper Clem.

Justino se quedo sin aliento e hizo un supremo esfuerzo para respirar.

– ?Estais seguro?

– No lo podemos estar hasta que lo saquemos. Pero tuve la oportunidad de echarle una ojeada al rostro antes de que se hundiera el cuerpo y a mi si me lo parecio.

Justino seguia dudando.

– Yo vi una vez un cuerpo que sacaron del rio Severn. Habia estado en el agua solo dos dias, pero ni Dios lo habria podido reconocer, Jonas.

El sargento senalo con impaciencia el lago.

– No puedo creer que se os haya pasado por alto todo ese hielo. -Cayo entonces en la cuenta de que no se podia esperar que Justino tuviera su misma especializacion en el conocimiento de cadaveres-. El agua fria impide que un cuerpo se descomponga -explico con brusquedad, y estaba a punto de entrar en detalles truculentos cuando sus hombres empezaron a dar gritos-. Tienen un cuerpo. Vamos a ver de quien es.

Justino siguio a Jonas hacia el hielo y vio que los hombres habian estado usando palos doblados en el extremo, a manera de baston, como cayados de pastor. Uno de estos cayados habia enganchado el manto de la victima, haciendo posible que la sacaran a la superficie. Cuando Jonas y el llegaron a donde estaban, los hombres habian sacado ya el cuerpo y lo habian puesto sobre el hielo. Cuando le dieron la vuelta, Justino experimento nauseas y una abrumadora compasion, porque era un muchacho muy joven, de dieciseis anos como maximo.

Jonas no mostro ninguna emocion, mirando al muchacho ahogado tan impasiblemente que Justino sintio un escalofrio; ?era posible que este hombre no sintiera dolor cara a la muerte? Con unas cuantas ordenes concisas, Jonas hizo que dos de sus hombres arrastraran el cadaver por el hielo hasta la orilla, donde sus consternados companeros estaban aun esperando.

– Preguntales a esos chavales si saben donde vivia el muchacho. Alguien tiene que darle la noticia a su familia y, me guste o no me guste, tendre que ser yo. Y seguid buscando. Tenemos que sacar otro cuerpo.

Justino se hizo a un lado, observando como los hombres continuaban la busqueda. Cuando Jonas se reunio con el, dijo en voz baja:

– Tengo la impresion de que no os sorprendio encontrar a Clem flotando bajo ese hielo.

– No estaba flotando, no cuando el agua estaba tan fria. Pero teneis razon. Esperaba que Clem apareciera muerto. El muy estupido intento… -Mientras hablaban, Jonas continuaba vigilando las actividades de sus hombres y reacciono antes del primer grito-. Lo han enganchado. Mas vale que este sea Clem. Si encontramos un tercer cuerpo aqui, yo me largo a la taberna mas cercana.

Los hombres no tardaron en sacar el cadaver del agua. Estaba boca abajo, con la cara oculta, pero Justino penso que el cabello pelirrojo y lacio se parecia al de aquel rata. A primera vista, sus manos daban la impresion de haber sido inmersas en cal y tenian extranas arrugas; uno de sus pies habia perdido el zapato y la carne mostraba tambien esas mismas arrugas calcareas. Justino se armo de valor mientras daban la vuelta al cuerpo y lo ponian boca arriba. El rostro mas parecia de cera que de carne; los ojos abiertos tenian una mirada fija, le salia arena de la boca y su piel estaba aranada y escoriada. Pero Jonas tenia razon: se podian reconocer los rasgos de Pepper Clem.

El resto de curiosos se habia reunido alrededor y miraban el cadaver en silencio. No habia necesidad de preguntar si se habia ahogado. La causa de la muerte era dolorosamente evidente y Justino no fue el unico en apartar la mirada de aquella garganta tajada y mutilada.

Jonas no mostro la misma aversion y se arrodillo junto al cadaver, examinando las munecas de Clem y despues sus tobillos.

– Es mejor hacer esto deprisa -dijo-, porque empezara a hincharse ahora que esta fuera del agua y enseguida el hedor sera dificil de soportar. Estoy tratando de encontrar senales de soga, pero no parece que lo hayan bajado con algun peso hasta el fondo. Supongo que Gilbert penso que no merecia la pena. -Nadie dijo una palabra y Jonas continuo el examen del cadaver-. Ha estado bastante tiempo en el agua; ?veis esa arena en las costuras de su jubon? Conjeturo que murio el sabado pasado por la tarde y nado por ultima vez esa misma noche, porque el lago no estaba aun completamente helado.

Justino trago saliva con dificultad.

– ?Le… le golpearon en la cabeza primero?

– Posiblemente. ?Ah!, ?os referis a esto? -pregunto Jonas senalando la herida, por asi decir en carne viva, que se extendia desde la ceja derecha de Clem hasta el nacimiento del pelo-. Eso no se lo hizo el Flamenco. ?No creereis que los peces y los cangrejos iban a pasar al lado de un manjar como este y sin hacerle caso? -Echando la vista atras para mirar a Justino, controlo una sonrisa-. Os estais poniendo verdoso, amigo. Espero que no vayais a convertiros tambien en pasto para los peces.

Justino meneo la cabeza en silencio. Esos ojos sin luz parecian estar acusandole. Primero Kenrick y luego Clem. ?Cuantos mas? Los demas se habian retirado, porque Jonas tenia razon en esto tambien: se empezaba a notar un olor fetido, de pescado podrido. Justino volvio a tragar saliva.

– Soy tambien responsable de esta muerte, ?no es cierto?

Jonas se lavo las manos en la nieve, secandoselas en su manto.

– Habeis interpretado eso al reves. El estuvo a punto de ser la causa de vuestra muerte.

– ?Que estais diciendo?

– Os dije que habia hecho circular un rumor por las calles. De lo que me entere es de que no supe juzgar al muy tramposo. Era cobarde, pero era aun mas ambicioso. Probablemente le ofrecisteis demasiado dinero, porque saco la conclusion de que si vos estabais dispuesto a pagar para encontrar a Gilbert el Flamenco, tal vez este pagaria mas por saber que andabais detras de el. Encontre dos testigos que lo vieron con Gilbert en una taberna en Cripplegate el sabado por la noche de la semana pasada. Hablaron brevemente y salieron juntos de la taberna. Esa fue la ultima vez que se vio a Clem vivo. Y cuando aparecisteis en la taberna al dia siguiente, conforme a lo

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