el dinero. Entonces se mostro practica. Creo que es una mujer con secretos no faciles de desentranar. -Esta ultima frase la dijo con cierta timidez, porque Aldred no habia abierto jamas un libro-. Mirarla a los ojos era como mirar a los ojos del gato del establo en nuestra casa. ?Tiene esto algun sentido? -Con gran alivio suyo, los otros asintieron, asi que debia de tenerlo.
– Muy bien, muchacho -dijo Lucas, y Aldred les obsequio con una abierta sonrisa. Cogio su vaso de cerveza y empezo a beber, sin dejar de mirar a Nell. Esta estaba limpiando la cerveza derramada en la mesa de al lado, pero Aldred tenia suficiente experiencia en el arte de escuchar las conversaciones de los demas como para poder identificar facilmente a cualquier otra persona que practicara ese arte tan util. Cuando Nell miro en su direccion, Aldred le guino un ojo y se quedo muy satisfecho cuando ella, a su vez, le dedico una picara sonrisa antes de darse la vuelta. Pero no se alejo mucho, y permanecio lo suficientemente cerca como para seguir oyendo. Aldred no revelo nada de esto y mientras los hombres hablaban, planeando la estrategia que creian se debia poner en practica, ella escuchaba atentamente y hacia tambien planes, a su vez.
Seis noches mas tarde, Justino, Lucas y Jonas regresaron y se sentaron en la misma mesa. Nell los sirvio con tanto esmero que los otros parroquianos se dieron cuenta y se maravillaron. Pero los esfuerzos de Nell fueron inutiles. No hablaron mucho y cuando lo hicieron, fue en frances. La frustracion de Nell iba en aumento. Pero su humor mejoro cuando la puerta se abrio para dar entrada a Gunter. Siendo un hombre que valoraba el orden y la rutina, no esperaba mas que su acostumbrada cerveza de la noche, pero apenas habia dado unos pasos, Nell le abordo y le hizo acercarse con ella a un rincon para comunicarle unos mensajes urgentes.
– ?Como rae alegra verte! ?Ve a hablar con Justino ahora mismo!
– ?Por que? ?Pasa algo?
– Quiero oir lo que estan diciendo. Si tu estas alli hablaran en ingles. -Gunter se puso a menear la cabeza porque no queria implicarse en una de las intrigas de Nell.
Le agradaba, hasta cierto punto, como persona, pero no merecia su absoluta aprobacion; le alarmaban su obstinacion y su mal genio. Pero Nell le suplico-: Hazlo por mi, Gunter. Te lo pido por favor. -Y Gunter se encontro atravesando la estancia, como impelido por la mera fuerza de la voluntad de Nell. Como ella habia pronosticado, Justino y Lucas le dieron una calurosa bienvenida muy prolongada, mas sucinta por parte de Jonas, y a continuacion arrimo un taburete para unirse a ellos, sintiendose incomodo como si fuera un espia.
Estaban deseosos de compartir con el su desilusion porque el ataque de Gilbert el Flamenco, con ayuda de la horca del jardin, le habia granjeado el derecho de tomar parte en su persecucion, aunque solo fuera indirectamente. Le informaron, apesadumbrados, de que no habian tenido suerte. Llevaban ya seis dias vigilando a Nora, habian alquilado una habitacion al otro lado de la calle, frente a la casa que Nora compartia con otras tres prostitutas, y mantenian por turnos una estricta vigilancia de la casa. Tenian tambien vigilado El Toro y tan pronto como ella salia, la seguian a una discreta distancia. Pero no se habia conseguido nada.
Justino no estaba tan desanimado como sus companeros porque habia conseguido encontrar algun tiempo libre para estar con Claudine. La acompano al lazareto de San Giles, donde iba a distribuir limosnas en nombre de la reina y al final de esa misma semana la llevo a patinar a Moorfields; en ambas ocasiones habian terminado el dia compartiendo el lecho de Justino en la casita de Gunter.
Pero ni Lucas ni Jonas tenian una Claudine que les hiciera la espera mas tolerable o mas placentera. Conforme iban pasando los dias sin resultado alguno, Lucas estaba mas nervioso y malhumorado que un gato escaldado. Tampoco estaba Jonas de muy buen humor. Escucho con aire taciturno a Lucas mientras este se lamentaba de la inutilidad de sus esfuerzos y no debatio la pesimista conclusion del justicia: que Nora no era un cebo adecuado para cazar a un asesino.
– La verdad es -anadio Lucas con gravedad- que el Flamenco no es hombre que pierda la cabeza por una mujer. Por mucho que le guste revolcarse en la cama con esa puta, no esta dispuesto a arriesgar su vida por ella.
Jonas asintio con un grunido y Justino se encogio de hombros.
– ?Que vais a hacer ahora? -pregunto Gunter, tratando de no hacerle caso a Nell, que se afanaba en barrer el suelo cerca de su mesa.
– Eso es lo que hemos estado debatiendo -reconocio Justino-. Creo que le debemos dar mas tiempo al asunto. Pero Lucas dice que hemos perdido casi una semana, una semana que no podemos desperdiciar. El cree que tenemos que tomar medidas mas drasticas.
Lucas asintio.
– Estoy harto y molido de dormir en el suelo de vuestra casa, Gunter. Y es cada vez mas evidente que podemos estar observando a esta mujer desde ahora hasta que la primavera deshiele los caminos, sin conseguir nada. Asi que Jonas va a arrestarla y veremos si podemos conseguir que nos revele el paradero del Flamenco.
– ?No! ?No podeis hacer eso!
Los hombres se quedaron mirando a Nell como si hubiera perdido la razon, pero ella no se dejo arredrar.
– No debeis hacerlo -insistio-. Una vez que la arresteis, perdeis la oportunidad de cazar a Gilbert cuando este descuidado. Y si no podeis hacerle hablar, ?que pasara entonces? Ni siquiera podeis estar seguros de que tenga nada que deciros.
Lucas fruncio el ceno.
– No quisiera ser descortes, Nell, pero esto no es asunto que te concierna.
– Agradecedme el que este aqui para impediros el cometer un gran error. ?Que sabeis de esa mujer? A las prostitutas no se les permite tener amantes, se les puede imponer multas y hasta meterlas en la carcel unas semanas. Asi que ?por que esta compartiendo el lecho con Gilbert? ?Tiene demasiado miedo para negarse a hacerlo? Por lo que he oido contar de ese hombre, esa no es una posibilidad muy remota. O tal vez le gusta tener un amante peligroso. A algunas mujeres les gusta. O tal vez desee la proteccion de ser conocida como la mujer del Flamenco. O puede ser su complice ademas de compartir su lecho, porque las prostitutas oyen a menudo informaciones utiles. ?Quien puede decir que no se la esta transmitiendo a el? Hasta puede creerse que esta enamorada de el. Por poco probable que esto parezca, el mundo esta lleno de necios. ?Podria ser ella uno de esos? Vos no lo sabeis, ?no es verdad? No podeis contestar a ninguna de estas preguntas. Y hasta que podais ?el arrestarla seria una locura!
– Lo que acabas de decir es bastante razonable -reconocio Lucas-. No lo voy a negar. Pero ?como vamos a encontrar las respuestas a todas estas preguntas? ?Escondiendonos debajo de su cama? Ninguno de nosotros puede acercarse a ella, porque Gilbert nos conoce a todos de vista, por asi decir. Asi que ?a quien podemos llamar? ?A Aldred? ?Ciertamente seria mandar un cordero al ara del sacrificio!
Mirando a Justino, Nell noto que el adivinaba adonde los llevaba esta conversacion y dijo apresuradamente, antes de que nadie pudiera objetar:
– Dudo que haya un hombre en este mundo que tenga mucha suerte con Nora. Se llevara a los hombres a la cama, pero no les hara participes de sus confidencias. La mayoria de las prostitutas no confian en los hombres, asi son de simples estas cosas. Se precisa una mujer para sacarle a Nora las respuestas que necesitais.
Lucas se recosto en su asiento, con el esbozo de una sonrisa jugueteando en las comisuras de sus labios.
– ?Estas pensando en alguna mujer en concreto, Nell?
– Bueno. Se me ocurrio que a lo mejor Justino le podia preguntar a la reina si tenia alguna tarde libre. ?En quien creeis que estaba yo pensando? ?En mi misma, por supuesto!
15. LONDRES