Despues de eso, Justino decidio seguir bebiendo hasta perder la nocion del tiempo/y lo consiguio.
Incorporado en la cama, descubrio que estaba todavia completamente vestido, con botas y todo. Un grunido procedente del camastro del suelo le informo de que Lucas se estaba moviendo y un «?Santo Cristo!», de que el auxiliar estaba demasiado debil para lograr quitarse de encima a
– Me sabe la boca -dijo- a cinco millas de un mal camino. Y no tenemos nada que beber en toda la casa. Tenemos que ir al otro lado de la calle.
– Tu vas -mascullo Lucas, con el brazo doblado sobre los ojos para protegerse de la luz del dia-. Yo abrire una venta…
Justino estaba buscando su manto y por fin lo encontro hecho un ovillo en el suelo, que habia servido de cama a
– Cuando vuelva del retrete -dijo-, ire a buscar algo de cerveza para los dos. Dicen que eso sirve de ayuda… -Pero como la cama era mas atractiva y estaba mas cerca que la letrina y que la taberna, la eleccion recayo en ella.
Cuando se volvio a despertar, tuvo la sensacion de que tenia la cabeza como un tambor. Paso un momento de ofuscamiento hasta que se dio cuenta de que los golpes procedian de la puerta. Cruzando a tientas la habitacion, corrio el cerrojo y entro en la casa tal resplandor de la brillante luz del sol que le dejo medio ciego.
– ?Todavia en la cama? -Pasando con aire despreocupado por delante de Justino, Jonas miro hacia abajo y vio el cuerpo postrado de Lucas. Meneo la cabeza-. Tal vez, muchachos, no deberiais beber mas que leche de ahora en adelante.
– La mayoria de la gente no viene de visita hasta pasada la madrugada, Jonas -Justino se apoyo contra la pared, preguntandose como el sargento habia podido beber tanta cerveza y que apenas se le notara. No le parecio justo.
– ?Madrugada? Son casi las doce. -Jonas le dio a Lucas una patada con la punta de su bota-. ?Tienes agua para que podamos echarsela encima?
– Haz eso y date por muerto -advirtio Lucas, aunque su amenaza habria tenido mas efecto si no hubiera estado tan liado entre las mantas, dando la impresion de que estaba arrebujado en su propia mortaja-. Vete de aqui, Jonas.
– Entonces, ?no quereis saber nada de Sampson?
Jonas logro la reaccion que buscaba. Lucas se incorporo tan rapidamente que se dio con la cabeza en una de las patas de la mesa y Justino se lanzo hacia Jonas agarrando el brazo del sargento como si fuera un salvavidas.
– ?Que has descubierto?
Jonas sonrio triunfal.
– Vuestra caza ha concluido. Sampson esta en la carcel de Newgate, esperando a que lo ahorquen.
18. LONDRES
Ellis, con cara de sueno, los dejo entrar de mala gana, aduciendo que la taberna no estaba abierta aun. Dentro, todo estaba tan oscuro y silencioso como una tumba y hasta habia un cuerpo tumbado sobre una de las mesas.
– Nell nos permitio que le dejaramos dormir la borrachera -mascullo Ellis, estremeciendose cuando Jonas alar go el brazo y volco la mesa, tirando a Alfred a la paja que cubria el suelo.
A la caida le siguio un grito asustado de Aldred e inmediatamente despues otro grito de «?Ellis?» procedente de la parte de arriba de las escaleras.
– ?Que es ese ruido?
Jonas dio unos pasos hacia el hueco de la escalera.
– Tengo aqui a unos borrachos que necesitan despejarse la cabeza, Nell, y solicito tu ayuda.
– ?Que es eso? -Lucas miraba con suspicacia el contenido de su vaso-. Parece agua de un pantano.
– Bebedla -insistio Nell-. ?Cualquiera diria que os estoy pidiendo beber cicuta! Si quereis saber lo que es, os dire que es azafran disuelto en agua de cebada, mezclada con unas cuantas hierbas. Tengo mucha practica en estas cosas, porque a mi marido le gustaba la cerveza mas de la cuenta.
Puso una fuente en mitad de la mesa y dijo:
– Tratad de comer pan. Volvere cuando vea lo que puedo preparar para el dolor de cabeza de Aldred. -Aldred le dio las gracias con voz quejumbrosa y se desplomo en su asiento, con el cuerpo tan fofo como una muneca de trapo de Lucy. Nell puso los ojos en blanco, murmuro algo sobre los hombres que no era muy elogioso y desaparecio en la cocina.
Jonas se sirvio un vaso de cerveza hasta rebosar y se puso a untar miel en una larga rebanada de pan.
– Si te queda algun arenque salado -le grito a Nell-, no me importaria tomarme uno o dos. -Al oir tal ocurrencia, Aldred volvio a quejarse y salio corriendo al escusado, con gran diversion de Jonas-. Espero que vosotros dos no tengais estomagos tan delicados.
– Siento desilusionarte, pero no es ese el caso -Justino cogio un trozo de pan e hizo esfuerzos por tomarselo a trocitos-. Dinos lo que has descubierto sobre Sampson.
– Parece que se ha gastado el dinero muy deprisa, porque cometio su primer robo el martes de carnestolendas. Estuvo muy ocupado en cometer al menos tres delitos. Su metodo ha sido sencillo: merodear por las tabernas a la caida de la noche, seleccionar a su victima (un borracho solitario) y a continuacion irse detras de el, y echarsele encima tan pronto como estuvieron solos. Para su desgracia, no es hombre que pase desapercibido: tan alto, tan corpulento como un oso, con una mella donde debiera haber tenido su diente delantero y una cicatriz sobre uno de los ojos.
– Si, ese es Sampson -asintio Lucas-, pero acabas de decir en la cabana que esta en la carcel de Newgate. ?Como lo atraparon?
– Metio la pata, como Justino adivino que la meteria. El tercer robo salio mal desde el principio, porque su futura victima no estaba tan borracha como el creia. Cuando Sampson se tiro sobre el, el atacado se defendio como un leon. Ese calculo equivocado de Sampson fue su primer error. El segundo fue el ser demasiado impaciente porque no habia sonado todavia el toque de queda. Una misa de requiem estaba a punto de terminar en St. Andrew's Cornhill y los feligreses salieron a Aldgate para ver a que se debia el alboroto.
Jonas se echo un buen trago y se limpio despues la boca con la palma de la mano.
– En el preciso momento en el que Sampson dominaba a su presa y sentado a horcajadas sobre el buscaba la bolsa donde el hombre llevaba el dinero, antes de que pudiera escaparse, se le enfrento uno de los feligreses. Lucharon y cuando Sampson vio que no podia zafarse de el, le dio una punalada al buen samaritano en la garganta.
Justino trago con dificultad, haciendo esfuerzos para que le bajara la corteza por el gaznate, con ayuda del agua de cebada. Pero no era el pan lo que le habia dejado un amargo sabor de boca. Mataban con tanta facilidad los Gilbertos y los Sampsones de este mundo, y sembraban tanto dolor a su alrededor, que con ahorcar a hombres asi solo se conseguia que estos no volvieran a matar otra vez. No aliviaba para nada el dolor que causaban a tantos vecinos, en su descenso a los infiernos. Mirando alrededor de la mesa, vio su propia frustracion y su rabia reflejadas en el rostro de Lucas. Jonas, como siempre, era inescrutable.
Hizo una pausa para beber otra vez antes de continuar el sangriento argumento de su historia.
– Sampson salio corriendo, perseguido por los feligreses. Pero su envergadura y esa sangrienta daga mantenian a la mayoria a cierta distancia. Me atreveria a decir que se habria escapado si no hubiera tenido la mala suerte de coger Lime Street. Por casualidad» se metio en el mismisimo cuerpo de policia. Fueron precisos