no.

– Me parece que no puedes regalar tu caramillo…

– Si puedo -la contradije-. Stanchion me ha comentado que si lo perdia o lo regalaba, tendria que ganarme otro. -Tome su mano, le abri los dedos y le puse el caramillo de plata en la palma-. Eso significa que puedo hacer lo que quiera con el, y quiero regalartelo a ti.:

Denna miro el caramillo que tenia en la mano; luego clavo su mirada en mi con atencion, como si no me hubiera visto hasta entonces. Durante un momento fui muy consciente de mi aspecto. Mi capa estaba deshilachada y, aunque vestia mis mejores ropas, parecia un desharrapado.

Bajo la mirada de nuevo y lentamente cerro la mano donde sostenia el caramillo. Luego alzo la vista, con una expresion indescifrable.

– Creo que podrias ser una persona maravillosa -dijo.

Inspire, pero Denna se me adelanto:

– Sin embargo -agrego-, esto es un agradecimiento desproporcionado. Es una recompensa exagerada por la ayuda que yo pueda haberte ofrecido. Si lo aceptara, quedaria en deuda contigo. -Me cogio una mano y me puso el caramillo en la palma-. Prefiero que estes tu en deuda conmigo. -De pronto sonrio-. Asi, todavia me debes un favor.

De pronto, el ruido en la estancia disminuyo notablemente. Mire alrededor, desconcertado, porque habia olvidado donde estaba. Denna se llevo un dedo a los labios y senalo por encima de la barandilla, hacia el escenario. Nos acercamos mas al borde, miramos hacia abajo y vimos a un anciano con barba blanca abriendo un estuche de forma extrana. Aspire de golpe, sorprendido, al ver el instrumento que habia en el estuche.

– ?Que es eso? -me pregunto Denna.

– Es un laud de corte, muy antiguo -respondi, incapaz de disimular mi asombro-. Es la primera vez que veo uno.

– ?Eso es un laud? -Denna movio los labios sin articular ningun sonido-. Cuento veinticuatro cuerdas. ?Como se puede tocar un instrumento asi? Tiene mas cuerdas que algunas arpas.

– Antes los hacian asi. Antes de las cuerdas de metal, antes de que aprendieran a sujetar un mastil largo. Es increible. En ese cuello de cisne hay mas ingenieria que en tres catedrales juntas. -El anciano se aparto la barba y se puso comodo en el asiento-. Espero que lo haya afinado antes de subir al escenario -anadi en voz baja-. Si no, tendremos que esperar una hora mientras ajusta las clavijas. Mi padre decia que los trovadores de antes pasaban dos dias encordando y dos horas afinando para obtener dos minutos de musica de un laud de corte.

El anciano solo tardo unos cinco minutos en afinar el instrumento. Y entonces se puso a tocar.

Me averguenza tener que reconocerlo, pero no recuerdo nada de la cancion. Pese a que jamas habia visto un laud de corte, ni lo habia escuchado, mi mente estaba tan confundida por la aparicion de Denna que no podia asimilar nada mas. Mientras estabamos apoyados en la barandilla, lado a lado, de vez en cuando la miraba de refilon.

Denna no me habia llamado por mi nombre, ni habia mencionado nuestro anterior encuentro en la caravana de Roent. Eso significaba que no se acordaba de mi. Supongo que no me extrano que hubiera olvidado a un muchacho andrajoso al que solo habia visto unos dias en el camino. Sin embargo, me dolio un poco, porque yo llevaba meses pensando en ella. Pero no habia forma de mencionarlo sin parecer un poco ridiculo. Era mejor empezar de nuevo y confiar en dejar mas huella en su memoria la segunda vez.

La cancion termino sin que me diera cuenta, y aplaudi con entusiasmo para compensar la poca atencion que le habia dedicado.

– Antes he pensado que te habias equivocado cuando has doblado el estribillo -me dijo Denna cuando la gente dejo de aplaudir-. No podia creer que de verdad quisieras que una desconocida cantara contigo. No he visto hacer eso en ningun sitio, salvo alrededor de las fogatas, por la noche.

Me encogi de hombros.

– Todo el mundo me decia que aqui es donde actuan los mejores musicos. -Hice un amplio gesto con una mano hacia ella-. Confiaba en que hubiera alguien que supiera la parte de Aloine.

Denna arqueo una ceja.

– Te ha ido de un pelo -dijo-. He esperado a que alguien se pusiera a cantar. Me daba un poco de verguenza hacerlo yo.

La mire con gesto de extraneza.

– ?Por que? Tienes una voz preciosa.

Denna sonrio, turbada.

– Solo habia oido esa cancion dos veces. No estaba segura de si la recordaria entera.

– ?Dos veces?

Denna asintio.

– Y la segunda vez fue hace solo un ciclo. Una pareja la canto en una cena a la que fui, en Aetnia.

– ?Lo dices en serio? -pregunte, incredulo.

Denna asintio con la cabeza como si la hubieran pillado diciendo una mentira piadosa. El oscuro cabello le tapo la cara, y ella se lo aparto distraidamente.

– Esta bien, supongo que oi ensayar a la pareja antes de la cena…

Sacudi la cabeza. No podia creerlo.

– Es asombroso. La melodia es sumamente dificil. Y recordar toda la letra… -Me admire en silencio unos momentos, sin parar de sacudir la cabeza-. Tienes un oido increible.

– No eres el primero que me lo dice -replico Denna con ironia-. Pero creo que eres el primero que me lo dice mirandome las orejas. -Miro hacia abajo de manera elocuente.

Cuando empezaba a ruborizarme, oi una voz que me resulto familiar detras de nosotros.

– ?Estas aqui! -Me volvi y vi a Sovoy, mi alto y apuesto amigo, y compinche en Simpatia Avanzada.

– Si, aqui estoy -dije, sorprendido de que Sovoy me buscara. Y tambien sorprendido de que tuviera la poca gracia de interrumpirme cuando estaba hablando en privado con una joven.

– Pues ya estamos todos. -Sovoy me sonrio. Se acerco a nosotros y, con toda tranquilidad, rodeo a Denna por la cintura con un brazo. La miro arrugando la frente, fingiendo enfado-. Recorro los pisos de abajo tratando de ayudarte a encontrar a tu cantante, y resulta que estais los dos aqui arriba, hablando como si fuerais viejos amigos.

– Nos hemos encontrado por casualidad -dijo Denna, y le puso una mano sobre la que el tenia apoyada en su cadera-. Sabia que vendrias aunque solo fuera para recuperar tu copa… -Apunto con la cabeza hacia una mesa cercana, donde habia dos copas de vino.

Denna y Sovoy se dieron la vuelta y, cogidos del brazo, volvieron a su mesa. Denna giro la cabeza e hizo un gesto con las cejas. Yo no tenia ni la mas remota idea de que significaba esa expresion.

Sovoy me hizo senas para que me sentara con ellos y trajo una silla para que pudiera sentarme.

– No podia creer que fueras tu el que estaba actuando -me dijo-. Me parecio reconocer tu voz, pero… -Hizo- un ademan abarcando el ultimo piso del Eolio-. El tercer circulo proporciona una comoda intimidad para los jovenes amantes, pero por otra parte, las vistas del escenario dejan mucho que desear. No sabia que tocaras. -Le puso un largo brazo sobre los hombros a Denna y sonrio con su encantadora sonrisa, que se reflejaba en sus azules ojos.

– De vez en cuando -dije con ligereza al sentarme.

– Has tenido suerte de que haya escogido el Eolio esta noche -dijo Sovoy-. Si no, solo te habrian acompanado ecos y grillos.

– Entonces estoy en deuda contigo -le dije con una cortes inclinacion de cabeza.

– Devuelveme el favor formando pareja con Simmon la proxima vez que juguemos a esquinas -dijo el-. Asi seras el que se coma la prenda cuando ese atolondrado pida la carta alta teniendo solo una pareja.

– Hecho -dije-. Aunque sera duro. -Me volvi hacia Den-na-. ?Y tu? Te debo un gran favor. ?Como puedo devolvertelo? Pideme lo que quieras y lo hare. Cualquier cosa que este al alcance de mis habilidades.

– Cualquier cosa que este al alcance de tus habilidades -repitio ella, juguetona-. Veamos, ?que sabes hacer, ademas de tocar tan bien que Tehlu y todos sus angeles llorarian si te oyeran?

– Supongo que podria hacer cualquier cosa -dije con soltura-. Si me lo pidieras tu.

Denna rio.

– Es peligroso decirle eso a una mujer -intervino So voy-. Y sobre todo a esta. Te pedira que vayas al otro

Вы читаете El Nombre Del Viento
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату