suficiente.

63 Paseando y hablando

Wilem y Simmon ya se estaban terminando la comida cuando llegue a nuestro rincon preferido del patio.

– Lo siento -dije al dejar mi laud sobre los adoquines, cerca del banco-. Me he entretenido regateando.

Habia ido al otro lado del rio a comprar un dracma de mercurio y un saquito de sal marina. La sal me habia costado mucho dinero, pero por una vez eso no me preocupaba. Si la suerte me acompanaba, pronto ascenderia en la Factoria, y eso significaba que dejaria de tener problemas economicos.

Aprovechando que habia ido de compras a Imre, tambien habia pasado, por casualidad, por delante de la posada donde se alojaba Denna; pero ella no se encontraba alli, ni en el Eolio, ni en el parque donde nos habiamos parado a hablar la noche anterior. De todas formas, yo estaba de buen humor.

Puse el estuche del laud de lado y lo abri para que el sol calentara las cuerdas nuevas y las ayudara a tensarse. Luego me sente en el banco de piedra, bajo el poste, con mis dos amigos.

– ?Donde estuviste anoche? -me pregunto Simmon fingiendo indiferencia.

Entonces me acorde de que habiamos quedado los tres con Fenton para jugar a esquinas. Al ver a Denna, me habia olvidado por completo de que tenia otros planes.

– Dios mio, lo siento, Sim. ?Me esperasteis mucho rato?

Sim me lanzo una mirada.

– Lo siento -repeti, confiando en parecer tan arrepentido como me sentia-. Se me olvido.

Sim sonrio quitandole importancia.

– No pasa nada. Cuando comprendimos que no ibas a presentarte, fuimos a la Biblioteca a beber y a ver chicas.

– ?Se enfado Fenton?

– Se puso furioso -dijo Wilem con calma entrando por fin en la conversacion-. Dijo que la proxima vez que te viera te iba a dar un sopapo.

La sonrisa de Sim se ensancho.

– Dijo que eres un E'lir microcefalo sin ningun respeto por sus mayores.

– Hizo ciertas afirmaciones sobre tus origenes y sobre tus tendencias sexuales hacia los animales -anadio Wilem, muy serio.

– «?… en la tunica del tehlino!» -canto Simmon con la boca llena. Entonces rio y empezo a atragantarse. Le di unas palmadas en la espalda.

– ?Donde estabas? -pregunto Wilem mientras Sim intentaba respirar-. Anker dijo que te marchaste pronto.

No sabia por que, pero no me apetecia hablarles de Denna.

– Me encontre a una persona.

– ?A una persona mas importante que nosotros? -pregunto Wilem con un tono monotono que podia interpretarse como critico o ironico.

– Con una chica -confese.

Wil arqueo una ceja.

– ?La que andabas buscando?

– Yo no andaba buscando a nadie -proteste-. Ella me encontro a mi, en Anker's.

– Eso es buena senal -comento Wilem.

Sim asintio; luego me miro con una chispa de burla en los ojos.

– Y ?cantasteis algo? -Me dio un codazo y subio y bajo las cejas varias veces seguidas-. ?Un dueto?

Estaba tan ridiculo que ni siquiera podia ofenderme.

– No, no cantamos nada. Solo queria que la acompanara a su casa.

– ?Que la acompanaras a su casa? -dijo Sim, insinuante, y volvio a subir y bajar las cejas.

Esa vez lo encontre menos divertido.

– Ya habia oscurecido -dije con seriedad-. Solo la acompane hasta Imre.

– Oh -dijo Sim, decepcionado.

– Te marchaste muy pronto de Anker's -dijo Wil-. Y nosotros esperamos una hora. ?Se tardan dos horas en ir a Imre y volver?

– Dimos un largo paseo -admiti.

– ?Como de largo? -me pregunto Simmon.

– De varias horas. -Desvie la mirada-. Seis.

– ?Seis horas? -se extrano Sim-. Mira, creo que me merezco unos cuantos detalles despues de los rollos sobre ella que he tenido que aguantar estos dos ultimos ciclos.

Estaba empezando a irritarme.

– Yo no pego rollos. Solo estuvimos paseando -dije-. Y hablando.

Sim me miro con desconfianza.

– Venga, hombre. ?Durante seis horas?

Wilem le dio unos golpecitos en el hombro a Simmon.

– Dice la verdad.

Simmon lo miro.

– ?Por que lo dices?

– Suena mas sincero que cuando miente.

– Si haceis el favor de callaros un minuto, os lo contare todo, ?de acuerdo? -Sim y Wil asintieron. Agache la cabeza y me mire las manos, tratando de ordenar mis pensamientos, pero estos se resistian-. Fuimos a Imre por el camino mas largo y nos paramos un rato en el Puente de Piedra. Fuimos a un parque de las afueras de la ciudad. Nos sentamos en la orilla del rio. Hablamos de… de nada, en realidad. De sitios donde habiamos estado. De canciones… -Me di cuenta de que estaba divagando y me calle. Elegi las siguientes palabras con cuidado-: Me plantee hacer algo mas que pasear y hablar, pero… -Me interrumpi. No sabia que decir.

Mis dos amigos se quedaron callados un momento.

– Increible -dijo Wilem, maravillado-. El todopoderoso Kvothe, vencido por una mujer.

– Si no te conociera como te conozco, diria que tenias miedo -dijo Simmon, medio en broma.

– Claro que tengo miedo -dije en voz baja secandome las manos en los pantalones-. Tu tambien lo tendrias si la hubieras conocido. Tengo que hacer un esfuerzo para quedarme aqui sentado en lugar de ir corriendo a Imre con la esperanza de verla detras de algun escaparate o cruzando una calle. -Esboce una temblorosa sonrisa.

– Pues ve. -Simmon sonrio y me dio un empujoncito-. Buena suerte. Si yo conociera a una mujer asi, no estaria aqui comiendo con vosotros dos. -Se aparto el cabello de los ojos y me dio otro empujoncito con la otra mano-. Ve.

Me quede donde estaba.

– No es tan facil -dije.

– Contigo nada es facil -murmuro Wilem.

– Claro que es facil -nos contradijo Simmon riendo-. Ve y cuentale lo que nos has contado a nosotros.

– Ya -dije con sarcasmo-. Como si fuera coser y cantar. Ademas, no se si a ella le interesaria oirlo. Es tan especial… No se que quiere de mi.

Simmon me miro a los ojos con franqueza.

– Esa chica fue a buscarte. Es evidente que quiere algo.

Hubo un momento de silencio, y me apresure a cambiar de tema mientras tenia ocasion.

– Manet me ha dado permiso para empezar mi proyecto de oficial.

– ?Ya? -Sim me miro con ansiedad-. ?Esta Kilvin de acuerdo? No le gustan los atajos.

– No he tomado ningun atajo -replique-. Es solo que aprendo deprisa.

Wilem dio una risotada, y Sim intervino antes de que nosotros dos empezaramos a discutir.

– ?En que va a consistir tu proyecto? ?Vas a hacer una lampara simpatica?

– Todo el mundo hace una lampara -aporto Wil.

Вы читаете El Nombre Del Viento
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату