– Lamentable iniciativa.
– Plog -murmuro Adamsberg.
– ?Que entiendes por «Plog»?
– Es una palabra de Vladislav cuyo sentido varia segun el contexto. Que puede significar «ciertamente», «exactamente», «de acuerdo», «entendido», «encontrado» o, a veces, «tonterias». Es como una gota de verdad que cae.
Debido a su abundancia, la comida de Danica fue desembalada en una mesa doble en el aeropuerto de Belgrado, acompanada de cervezas y cafes. Adamsberg masticaba su rebanada de pan con
– Hay que admitir -dijo prudentemente Veyrenc- que la intrusion de Weill en el circuito solucionaria la cuestion de la puerta con interfono. El vive alli, tiene las llaves. Conoce a Armel. El hombre es inteligente, refinado e indiscutiblemente tiranico, capaz de adquirir influencia en un joven como Armel.
– La cerradura de Zerk no ha sido forzada.
– Weill es policia, Weill posee una ganzua. ?Es una cerradura facil?
– Si.
– ?Iba a ver a Armel?
– No, pero solo tenemos la palabra de Weill. En cambio, Zerk se apuntaba a menudo a la mesa abierta del miercoles por la noche.
– Lo cual facilita la recoleccion de un panuelo sucio y unos pelos de perro. Pero no de unas botas con estiercol.
– Si. La portera encera la escalera de madera, no quiere que nadie suba con los zapatos sucios. Las botas y otros zapatos de excursion se dejan en la planta baja, en un armario debajo de la escalera del que todos los vecinos tienen la llave. Joder, Veyrenc, Weill esta en el Quai des Orfevres desde hace mas de veinte anos.
– A Weill le importa una mierda la policia, solo le gustan la provocacion, la cocina y el arte… y no las formas clasicas del arte. ?Has estado en su casa?
– Varias veces.
– Entonces conoceras ese follon esplendido y enloquecedor. No se puede olvidar cuando se ha visto una vez. ?Recuerdas la estatua del hombre con chistera y en ereccion que hace malabarismos con botellas? ?La momia de ibis? ?Los autorretratos? ?El canape de Emmanuel Kant?
– Del ayuda de camara de Emmanuel Kant.
– Si, del criado Lampe. ?La silla donde murio un obispo? ?La corbata de plastico amarillo traida de Nueva York? En medio de ese bazar estetico, el aplastamiento de los Plogojowitz por un viejo Paole del siglo XVIII debe de revestir un valor artistico. Como reivindica Weill, el arte es un trabajo sucio, pero alguien tiene que hacerlo.
Adamsberg sacudio la cabeza.
– El es quien ha subido la escalera que lleva hasta arriba, al septimo barrote, Emma Carnot.
– ?La vicepresidenta del Consejo?
– La misma.
– ?Que le reprocha?
– Carnot compro al presidente del Tribunal Supremo, que ha comprado al fiscal, que ha comprado al juez, que ha comprado a otro juez, que ha comprado a Mordent. Su hija va a juicio dentro de unos dias, le pueden caer muchos anos.
– Joder. ?Que pidio Carnot a Mordent?
– Que le obedezca. Fue Mordent quien filtro informaciones a la prensa para cubrir la huida de Zerk. Desde la manana del descubrimiento del asesinato, ha ido acumulando meteduras de pata para sabotear la investigacion y ha puesto en casa de Vaudel hijo lo necesario para mandarme al talego en lugar del asesino.
– ?Las virutitas de lapiz?
– Eso es. Emma Carnot esta ligada al asesino de alguna manera. La pagina del registro en que figuraba su matrimonio fue arrancada. Debe de ser que si ese matrimonio llega a conocerse, su carrera explota. Uno de los testigos ya ha sido asesinado. Estan buscando al otro. Carnot aplastaria a cualquiera con su bota para salvar sus intereses.
Esa frase hizo pasar ante los ojos de Adamsberg la imagen de la gatita bajo la bota de Zerk, y se estremecio.
– No es la unica.
– Por eso su maquina de guerra va a funcionar sin fallo, cada cual saldra ganando lo suyo. Salvo las proximas victimas de Paole, salvo Emile y salvo yo, que voy a saltar dentro de tres dias. Como un sapo fumador.
– ?Te refieres a los sapos a los que ponian un cigarrillo en la boca?
– Si, eso es.
– ?Han analizado las virutas de lapiz?
– Un amigo ha diferido la llegada al laboratorio. Le ha dado una fiebre.
– ?Eso cuanto tiempo te da? ?Tres dias mas?
– Apenas.
El avion despegaba, los dos hombres se abrocharon los cinturones, plegaron las mesitas. Veyrenc retomo la palabra mucho tiempo despues de que el avion se hubiera estabilizado.
– ?Mordent empezo a maniobrar desde el domingo por la manana, nada mas descubrirse el asesinato de Garches, estas seguro?
– Si. Se empenaba en encerrar al jardinero por orden del juez de instruccion.
– Entonces eso supone que Carnot ya sabia quien habia matado a Vaudel. Ya el domingo por la manana. Que Mordent y ella ya estaban en contacto. Si no, ?como iba a tener tiempo de poner en marcha su maquinaria? Estaba al corriente desde el viernes.
– Los zapatos -dijo de repente Adamsberg tamborileando con los dedos en la ventana-. No es el asesino de Garches quien preocupo primero a Carnot, es el que corto los pies de Londres. Y maldita sea, Veyrenc, entre esos pies habia varios pares demasiado viejos para Zerk.
– No conozco el caso -repitio Veyrenc.
– Me refiero a diecisiete viejos pies cortados a la altura del tobillo, depositados con sus zapatos delante del cementerio de Jaichgueit en Londres, hace diez dias.
– ?Quien te lo ha dicho?
– Nadie. Yo estaba alli, con Danglard. Jaichgueit pertenece a Peter Plogojowitz. Su cuerpo fue transportado a esa colina antes de la construccion del cementerio para salvarlo de la ira de los habitantes de Kisilova.
La azafata volvia cada dos por tres hacia ellos, claramente fascinada por la pelambre abigarrada de Veyrenc. La luz encendida sobre su cabeza iluminaba cada una de sus mechas rojas. Lo traia todo en doble, el champan, los bombones y las toallitas humedas.
– Habia un hombre gordo con un puro detras del lord descalzo -dijo Adamsberg tras haber expuesto a Veyrenc la historia de Highgate tan claramente como pudo-. El cubano era Paole seguramente. Que acababa de depositar su coleccion, como un desafio lanzado en tierra de Plogojowitz. Que utilizo a lord Clyde-Fox para llevarnos al deposito.
– ?Con que objeto?
– Relacionar. Paole debe asociar su coleccion a la destruccion de los Plogojowitz. Aprovecho la llegada de los policias franceses para cruzarse en nuestro camino, sabiendo que su crimen de Garches iba a tocar a la Brigada. No podia adivinar que Danglard reconoceria un pie kisiloviano en el monton, quiza el de su tio, o de algun vecino, siendo el tio por alianza de Danglard el Dedo de Vladislav, su abuelo.
Veyrenc dejo su copa de champan, entorno los ojos pestaneando, en ese ligero reflejo de distancia que tenia a menudo.
– Dejalo -dijo-. Dime solo en que aporta eso un nuevo elemento para Armel.
– Hay pares de pies que fueron cortados cuando Zerk era todavia un nino, incluso un bebe. Sea cual sea mi opinion sobre el, no creo que tu sobrino cortara pies a la edad de cinco anos en las recamaras de los establecimientos de pompas funebres.
– No, seguramente no.