– ?Claro! -dijo Danglard en una exclamacion de pesar-.
– Por eso, para la enfermera -dijo Adamsberg-, era indispensable volver a desenterrar a sus victimas varios meses despues. Para dar al
– Asqueroso -dijo Noel, resumiendo la sensacion general.
Froissy recogia la comida, que ya nadie tocaba.
– ?En que ayuda eso a identificar a la tercera doncella? -pregunto.
– Cuando se ha entendido eso, Froissy, se capta el resto en linea logica:
– Ya estabamos de acuerdo en eso -dijo Mordent-, se trata de la Vera Cruz.
– No -dijo Adamsberg-, eso no cuadra. Como el resto del texto, este pasaje debe leerse literalmente. La cruz de Cristo no vive en Cristo, es absurdo.
Danglard, sentado de lado en el neumatico, entorno los ojos, en alerta.
– La receta -prosiguio Adamsberg- dice que es una cruz
– Ahora si que no tiene sentido -dijo Mordent.
– Una cruz que vive en un cuerpo que representa lo eterno -enuncio Adamsberg articulando bien cada palabra-. Un cuerpo con corona.
– En la Edad Media -murmuro Danglard-, el animal que simbolizaba la eternidad era el ciervo.
Adamsberg, que hasta entonces no estaba seguro del todo, sonrio a su comandante.
– ?Y por que, capitan?
– Porque las grandes cuernas de los machos se elevan hacia el cielo. Porque esas cuernas mueren, se caen, pero vuelven a crecer cada ano, como las hojas de los arboles, con una punta suplementaria, mas poderosas de ano en ano, formando una corona. Fenomeno asombroso, asociado a la pulsion vital del animal. Se consideraba una representacion de la vida eterna, constantemente renovada, constantemente aumentada, a imagen de las cuernas del ciervo. A veces se representaba con Cristo en la frente, como ciervo crucifero.
– Cuyas cuernas crecen en la cabeza -dijo Adamsberg-. Como el pelo.
El comisario paso la mano por la hierba nueva.
– A eso se refiere la
– ?Hay que poner cuerna en la mixtura?
– Si asi fuera, nos faltaria la cruz. Y cada palabra de la receta cuenta, como ya hemos visto.
– Quiza la horquilla, en la parte superior de la cuerna -dijo Voisenet-. O la luchadera, que forma un angulo con el eje de la cuerna.
– Yo no creo que las cuernas de ciervo formen una cruz -dijo Froissy.
– No -dijo Adamsberg-. Pienso que la cruz esta en otra parte. Creo que hay que buscar un hueso secreto, como el hueso del gato. El hueso peneano interno concentra el
Adamsberg miro uno tras otro a sus agentes, esperando sus respuestas.
– No veo que puede ser -dijo Voisenet.
– Yo creo -prosiguio Adamsberg- que encontraremos ese hueso en el corazon del ciervo. El corazon es el simbolo de la vida que late. Una cruz
Voisenet se volvio hacia Adamsberg.
– Si, comisario -dijo-. El unico problema es que no hay huesos en el corazon del ciervo. Ni del ciervo ni de nadie. Ni en forma de cruz, ni a lo largo ni a lo ancho.
– Algo tiene que haber, Voisenet.
– ?Por que?
– Porque en el bosque de Bretilly, y luego en el de Opportune, alguien mato dos ciervos machos el mes pasado y los dejaron intactos en el suelo. Una unica cosa: les extirparon el corazon y se lo abrieron. Esas matanzas son obra de la misma mano y las realizo en el mismo lugar,
– Tiene su logica.
– Tras la muerte de los ciervos, los abrio en un sitio determinado de su cuerpo. Eso es exactamente lo que le sucedio al gato Narciso. Los operaron, en cierto modo, con un objetivo bien definido, para extraer algo preciso. ?Que?
– Es imposible -dijo Danglard-. Eso se sabria.
– No sabiamos lo del hueso del gato -observo Kernorkian-. Ni lo del morro del cerdo.
– Yo si -dijo Voisenet-. Igual que se que no hay ningun hueso en el corazon de un ciervo.
– Pues tendra que haber uno, teniente.
Hubo grunidos, gestos de duda, mientras Adamsberg se levantaba para desentumecer las piernas. No parecia evidente a los positivistas que la realidad tuviera que plegarse a las ideas flotantes del comisario, y menos hasta el punto de meter un hueso en el corazon del ciervo.
– Es al reves, comisario -insistio Voisenet-. El corazon no tiene hueso. Y, en consecuencia, hay que adaptarse a esta verdad.
– Voisenet, habra uno, o todo deja de tener sentido. Y, si hay uno, no tenemos mas que estar pendientes de la proxima muerte de ciervo. La tercera virgen que la enfermera haya elegido se encontrara en su proximidad mas inmediata. La cruz del corazon tiene que estar lo mas cerca posible del vivo de la doncella.
– Gracias, Danglard. Es bastante natural que la doncella tenga que vivir junto al ciervo. Esencias hembra y macho acopladas, que engendran vida, y en este caso vida eterna. Cuando tengamos el corazon del proximo ciervo, tendremos el nombre de la virgen entre todos los que habeis encontrado.
– Bien -admitio Justin-. ?Como lo hacemos? ?Vigilamos los bosques?
– Ya hay gente que lo hace por nosotros.