ha dicho, apenas hacia unos dias que estaba en la abadia. ?Como iba a considerarse la abadia su propia casa, su comunidad, de acuerdo con el espiritu de la ley?

– Porque el obispo Forbassach asi lo juzgo. Si alguien debe discutir esta ley con el soy yo y no vos.

– ?El obispo Forbassach! -exclamo Fidelma, apretando los labios con irritacion, pues el juez de Laigin mucho habia modificado la ley.

La idea de que una menor de edad pudiera declarar no se le habia ocurrido hasta ese momento; aunque si Forbassach estaba dispuesto a modificar la ley hasta ese extremo, era sin lugar a dudas porque estaba resuelto a proteger sus sentencias anteriores. Si al menos Barran hubiera estado presente durante la apelacion, a aquellas alturas Eadulf seria libre…

El tono desdenoso de Fidelma habia sonrojado a la abadesa Fainder.

– El obispo Forbassach es un juez sabio y honesto -respondio en actitud protectora-. Tengo plena fe en sus conocimientos.

Fidelma percibio el tono sincero en la voz de la abadesa al defender al brehon.

– Parece que requeris a menudo los servicios del obispo Forbassach en esta abadia -observo Fidelma con tranquilidad.

El rostro de la abadesa se ruborizo todavia mas.

– Ello se debe a que en las ultimas semanas se han dado una serie de incidentes que han turbado la paz de nuestra comunidad. Ademas, Forbassach no es solamente brehon, sino tambien obispo, y dispone de sus propias dependencias en la abadia.

– ?Forbassach vive en la abadia? No lo sabia -reconocio Fidelma enseguida-. En fin, es un lugar curioso, en el que diversas personas han sido asesinadas y en el que otras tantas han desaparecido. Ya suponia que era un lugar atipico.

La abadesa Fainder hizo caso omiso de la ironia en su voz.

– Y habeis supuesto bien, sor Fidelma -respondio con frialdad.

– Habladme del hermano Ibar.

La abadesa dejo caer los parpados un momento.

– Ibar esta muerto. Recibio su justo castigo el mismo dia que llegasteis.

– Ya se que lo colgaron -concedio Fidelma-. Me han dicho que robo y mato a un hombre. Me gustaria conocer los detalles del crimen.

La abadesa Fainder dudo antes de responder.

– No creo que tenga ninguna relacion con vuestro amigo sajon.

– Permitame escucharla, abadesa -la invito Fidelma-. Me parece insolito que haya habido tres muertes en el muelle en un lapso tan breve de tiempo.

La abadesa Fainder se sorprendio.

– ? Tres muertes decis?

– Gormgilla, el marinero y Daig, el vigilante.

La abadesa fruncio el ceno y dijo:

– La muerte de Daig fue un accidente.

Fidelma se pregunto por que la abadesa habia apretado los labios.

– Daig tambien era miembro de la guardia que atrapo al hermano Ibar, y tambien fue hallado muerto.

– ?No fue asi en absoluto! -exclamo la abadesa con una voz muy aguda, casi quebrada.

– Creia que tan solo observaba hechos objetivos. ?Como fue entonces? Me gustaria saberlo.

La abadesa volvio a dudar antes de hablar.

– El marinero de nombre Gabran comercia regularmente con esta abadia. Es el mismo que ha entrado por la puerta hace un momento. El hombre era uno de sus tripulantes. No recuerdo como se llamaba.

– Que triste -comento Fidelma con frialdad.

– ?Triste?

– Es triste que no se sepa el nombre de una persona cuya muerte causo la ejecucion de un hombre de vuestra comunidad.

La abadesa Fainder parpadeo sin saber si Fidelma estaba siendo sarcastica o no.

– Seguramente sor Etromma sabra como se llamaba, si tanto os interesa. Como rechtaire, su labor consiste en estar al corriente de estas cosas. ?Quereis que la haga venir?

– No, no os molesteis -respondio Fidelma-. Puedo hablar con ella luego. Proseguid.

– Es una historia sordida.

– Las muertes que no se deben a causas naturales suelen ser sordidas.

– El marinero estaba borracho, segun me contaron. Habia estado bebiendo en la posada La Montana Gualda e iba de regreso al barco de Gabran, que se hallaba amarrado alli desde hacia dos dias. En el muelle, alguien lo golpeo por detras con una pieza de madera pesada que le rompio el craneo. Una vez muerto, el asesino le quito el dinero y una cadena de oro.

– ?Hubo testigos de la agresion?

La abadesa Fainder nego con la cabeza.

– En realidad nadie vio la agresion.

– ?Y cuando entra el hermano Ibar en escena?

– Daig era capitan de la guardia. Capturo a Ibar.

– ?Capitan? ?No era Mel quien ocupaba el cargo?

– Fianamail ya habia ascendido a Mel a comandante de la guardia de palacio.

Fidelma sopeso la informacion y observo a continuacion:

– Me habian dicho que la muerte del marinero tuvo lugar un dia despues de la de Gormgilla.

– Y asi es. A Fianamail le complacio la diligencia con que Mel actuo y lo ascendio esa misma manana.

– ?Mel fue ascendido antes del juicio a Eadulf? -pregunto Fidelma, sacudiendo la cabeza, asombrada-. Un brehon podria interpretar el gesto como un incentivo ofrecido a un testigo.

La abadesa Fainder volvio a ruborizarse.

– El obispo Forbassach no lo vio asi. Es mas, aconsejo al rey que ascendiera a Mel. Ya me he percatado de que habeis intentado poner en entredicho la moral y las actuaciones del brehon de Laigin. Deberiais recordar que es obispo de la ley y, por tanto, vuestro superior tanto en el credo como en la ley. Yo que vos me cuidaria de… -Se interrumpio al reparar en el brillo de los ojos de Fidelma, cuyo verde parecia haber adquirido un gelido tono azul.

– ?Deciais? -pregunto Fidelma sin alterarse-. ?Deciais?

La abadesa Fainder alzo la barbilla para explicarse.

– A mi parecer, es poco etico atacar a una figura respetada como la del obispo Forbassach, sobre todo cuando ni siquiera sois subdita de este reino.

– La ley de los brehons es la ley, estemos en el reino que estemos de los cinco de Eireann. Cuando el rey supremo Ollamh Fodhla ordeno crear la ley hace un milenio y medio, se promulgo que las leyes de Fenechus se aplicarian a cada rincon de este pais. Cuando una sentencia es erronea, el deber de todos, desde el mas modesto bo-aire hasta el propio jefe brehon de los cinco reinos, es exigir que ese error se explique y sea corregido.

La abadesa Fainder tenso las facciones ante la intensidad de la voz de Fidelma, y tuvo la prudencia de no decir nada mas.

– Deciais, pues -continuo Fidelma, apoyandose contra el respaldo-, que Mel habia sido ascendido y que Daig era capitan de la guardia del muelle. ?Como capturo al hermano Ibar? Porque habeis empleado el termino «capturar», ?no es asi? Este implica que el hermano Ibar opuso resistencia o que pretendia escapar.

– No fue el caso. Cuando Daig descubrio el cuerpo del marinero, sabia que se trataba de un tripulante del barco de Gabran. De manera que llamo a este para que lo identificara; Gabran fue quien reparo en que la cadena de oro que solia llevar el hombre faltaba, asi como unas monedas que habia cobrado hacia poco de paga. Lassar, la posadera, declaro que el marinero acababa de marcharse de la posada con mucho dinero encima. Al parecer, Gabran acababa de pagarle el salario en la posada. De ahi que el hombre hubiera estado bebiendo. Fue a todas luces un robo.

– Muy bien. ?Y como condujo hasta el hermano Ibar el ataque al marinero sin la presencia de testigos?

– Prendieron al hermano Ibar al dia siguiente. Lo sorprendieron tratando de vender la cadena de oro del

Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×