Un grito procedente del tope interrumpio sus pensamientos. Habia un trasiego extrano en la popa, donde Murchad se hallaba, de pie en su postura acostumbrada, junto a la espadilla. Fidelma paso por la crujia, y vio que el capitan y algunos de sus hombres tenian la vista fija en el noreste.

Miro en aquella direccion, pero no alcanzo a ver mas que un mar plateado y espumoso.

– ?Que sucede? -pregunto a Murchad-. ?Algo va mal?

El capitan parecia preocupado.

– El vigia del tope ha divisado un navio -respondio.

– Desde aqui no se ve nada.

Fidelma volvio a mirar fijamente en la direccion en que todos estaban concentrados.

– Esta en posicion de casco encubierto al noreste, pero navega a velas desplegadas.

Fidelma no sabia muy bien que significaban aquellos terminos nauticos, y pregunto.

– El mar oculta el casco del barco -explico Murchad-. Normalmente, en un dia como este tenemos una visibilidad de cuatro o seis millas. Sea el barco que sea, esta justo por debajo de nuestro campo de vision, pero la vela se vislumbra desde lo alto del mastil por estar en una posicion mas elevada.

– ?Hay motivos para preocuparse? -se intereso Fidelma.

– Hasta que no se sabe quien lo gobierna, un barco desconocido siempre es motivo de preocupacion -respondio Murchad.

Gurvan, que estaba a la espadilla con otro marinero llamado, segun habia oido Fidelma, Drogan, grito a Murchad desde su posicion:

– Ese barco viene con viento de popa, capitan. Dentro de una hora lo avistaremos entero.

– Debemos mantenernos a barlovento de ese navio hasta que lo identifiquemos. ?Quien tiene vista de aguila?

– Hoel, capitan.

Murchad se volvio y grito en direccion al aljibe del barco:

– ?Hoel!

Un hombre fornido de brazos musculosos aparecio caminando de aquel modo tan peculiar que Fidelma asociaba a los marineros.

– Sube al tope, Hoel, e informanos del avance de ese navio.

El hombre acato la orden y, de un salto, se encaramo a las jarcias con una agilidad que Fidelma jamas habria sospechado. A los pocos segundos habia trepado por los cabos hasta lo alto del mastil para reemplazar al hombre que habia avistado la nave.

Fidelma percibia la curiosa tension que se respiraba en el barco.

– El oceano no es tan grande como para alarmarse por avistar otra embarcacion, ?no?

El capitan le sonrio con tirantez.

– Como decia antes, hasta que no revelamos la identidad del otro barco, hay que ser precavido. ?Recordais de que os avisaba el otro dia? En estas aguas del norte abundan los barcos sajones de esclavos; y si no son sajones, son francos, o hasta godos. Son navegantes habituales de esta area.

Fidelma miro al horizonte que ocultaba la nave que al parecer envolvia una posible amenaza.

– ?Pensais que se trata de un barco pirata?

Murchad se encogio de hombros.

– Es mejor ser cauto que credulo. En cuestion de una hora tendremos suficiente informacion para saberlo.

La respuesta decepciono a Fidelma.

Tenia la impresion de que navegar solo consistia en periodos largos y aburridos de inactividad intercalados por momentos repentinos y freneticos de accion. Era un estilo de vida peculiar. Y aunque el mar la fascinaba, preferia vivir en tierra. Nada podia hacerse para resolver la complicacion surgida salvo esperar y, en ese caso, Fidelma preferia ocupar el tiempo indagando acerca de sor Muirgel.

Vio a Tola, el monje anciano y alto de rasgos austeros, sentado en la cubierta con la espalda apoyada contra uno de los toneles de agua al pie del palo mayor. Estaba leyendo un librillo de los que solian llevar los peregrinos de la epoca; parecia ajeno a las preocupaciones de los marineros. Se dirigio hacia el. Cuando su sombra se proyecto sobre el monje, este alzo la cabeza mientras un gesto de fastidio recorria sus facciones largas y esculpidas.

– Ah, la dalaigh.

Se percibia en su voz cierta falta de respeto. Luego cerro el libro con cuidado y lo introdujo en una cartera de piel que tenia al lado.

– Se que buscais, hermana. Ya me ha avisado sor Ainder.

– ?Tenia necesidad de avisaros? -la replica de Fidelma acudio ipso facto a sus labios.

El hermano Tola la miro con una sonrisa aviesa.

– Es una forma de hablar, nada mas. No hay nada que interpretar en las palabras, os lo aseguro.

– A menudo, las palabras que usamos pueden decir muchas cosas, hermano Tola.

– En este caso no -objeto, y senalo el suelo de madera a su lado-. Quiza os apetezca tomar asiento, ya que vais a interrogarme.

Fidelma se agacho para sentarse con las piernas cruzadas junto a el. Lo cierto era que resultaba muy agradable estar al sol; una suave brisa le enfriaba la cara y hacia ondear sus mechones pelirrojos.

El hermano Tola se cruzo de brazos y dirigio la vista al mar en calma.

– Ha acabado haciendo un buen dia -suspiro-. En otras circunstancias este viaje podria haber sido estimulante y gratificante.

Fidelma lo miro con gesto inquisitivo.

– ?Y por que no lo es?

El hermano Tola reclino la cabeza contra el mastil y cerro los ojos.

– Mis companeros dejan mucho que desear como grupo supuestamente dedicado al servicio divino. Os aseguro que entre ellos no hay un solo siervo de Dios comprometido.

– ?Creeis que no?

El monje presentaba un semblante severo.

– Creo que no. Ni siquiera vos, Fidelma de Cashel. ?Os declarariais sierva de Dios por encima de todo?

Tola abrio los ojos, y Fidelma se encontro con dos esferas oscuras que la escrutaban sin pestanear. Sintio un sutil escalofrio.

– Preferiria definirme como sierva de la Fe -objeto a la defensiva.

Se sorprendio al ver que Tola negaba su afirmacion con la cabeza.

– Yo diria que no. Servis a la ley, no a la religion.

Fidelma sopeso la acusacion.

– ?Son acaso ambos servicios incompatibles?

– Pueden serlo -contesto Tola-. En muchos casos es acertado el antiguo proverbio que dice que la religion que uno profesa es aquello en lo que uno mas se interesa.

– Yo no estoy de acuerdo.

El hermano Tola sonrio con cinismo.

– Yo creo que vos teneis mas interes por la ley que por la religion.

Вы читаете Un acto de misericordia
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×