porque habia intervenido en eso… que no sabemos lo que es. Le habian obligado a intervenir. Se trataba de algo relacionado con la Enmienda XXXV, algo llamado el Documento R, una trampa peligrosa que era necesario dar a conocer inmediatamente. Me mando llamar para decirmelo.

– Su legado a los vivos, un deseo de enmendar un yerro.

– Su legado a mi, su sucesor -dijo Collins como hablando para si mismo-. ?Por que no al presidente? ?O a Tynan? ?O incluso a su mujer? Solo a mi. Pero, ?por que a mi?

– Tal vez porque confiaba en usted mas que en el presidente o el director. Posiblemente porque considero que usted le comprenderia mejor que su esposa.

– Es que no lo entiendo -dijo Collins con desesperacion-. El Documento R. -Se sintio como perdido, tratando de alcanzar algo sin conseguirlo.- ?Que podra ser?

El padre Dubinski se levanto.

– Sera mejor que lo averigue, y que lo averigue cuanto antes. -Le entrego a Collins la hoja de papel.- Ahora sabe usted todo lo que yo se, todo lo que Noah Baxter deseaba decirle en su ultima agonia. Lo demas esta en sus manos. -Contuvo el aliento.- Aqui se encierra un peligro. Rezare por su exito y por su seguridad. Que Dios le acompane.

3

A la manana siguiente Collins se levanto temprano. Se ducho, se vistio y abandono su residencia de nueve habitaciones de McLean, Virginia, para recorrer los doce kilometros que le separaban de su lugar de trabajo, sin haberle revelado a su mujer ningun detalle acerca de lo ocurrido la noche anterior en la iglesia de la Santisima Trinidad.

Durante la cena y en el transcurso de toda la noche, experimento el deseo de contarle a Karen todo el episodio del padre Dubinski. Pero una especie de instinto de proteccion hacia aquel ser querido le habia impedido revelar nada acerca de aquel encuentro. Sabia que el asunto hubiera inquietado y preocupado a Karen porque tambien a el le habia inquietado y preocupado.

Le hablo, en su lugar, de la llamada del presidente confirmandole su viaje a California. Sus unicas misiones consistirian en pronunciar un discurso en la Asociacion Norteamericana de Abogacia, aparecer en un programa de television y, de ser posible, realizar alguna labor informal de cabildeo entre los legisladores del estado. Por lo demas, estaria libre y podria disfrutar del sol de California durante unos dias. Le habia pedido a Karen que le acompanara. Ella se habia resistido alegando como excusa su embarazo y su estado general de agotamiento. Habia insistido en que aprovecharia mejor el tiempo viendo a Josh, su hijo, y visitando a algunos de sus viejos amigos. Collins no habia insistido. Sabia que podria aprovechar el tiempo viendo no solo a Josh sino tambien a la persona que Paul Hilliard tenia interes en que viera, es decir, al miembro de la Asamblea Olin Keefe, el hombre segun el cual el FBI estaba falseando las estadisticas criminales referentes a California. A raiz de su encuentro con el sacerdote, Collins habia empezado a experimentar ciertos recelos en relacion con el FBI.

La noche anterior, al ir a acostarse, encontro a Karen todavia despierta. Al darle un beso de buenas noches, comprendio que ella deseaba que le hiciera el amor. Estaba tan obsesionado con el misterio del Documento R que el amor era lo que menos le interesaba en aquellos momentos. No obstante, puesto que deseaba mostrarse considerado, y, sobre todo, puesto que iba a estar ausente unos dias, se entrego de buen grado. Tras varios minutos de juegos se olvido de todas sus preocupaciones y experimento tantos deseos como ella de abandonarse al amor. A pesar de su cuidado en no comprimirle el estomago -temia constantemente que pudiera producirse un aborto-, la union entre ambos fue larga y apasionada, natural y mutuamente satisfactoria como jamas lo habia sido con la madre de Josh -?por que no podia pensar en Helen, su primera esposa, mas que como la madre de Josh?-, e inmediatamente despues ambos se sumieron en el sueno.

Pero, al despertar por la manana, ya no pensaba en Karen sino en el Documento R.

Mientras se dirigia al Departamento de Justicia, reflexiono acerca de la apremiante peticion del coronel Baxter en el sentido de que averiguara de que se trataba y lo diera a conocer. ?Averiguar y dar a conocer que? Una especie de trampa que Baxter habia observado. Pero, ?como hallarla? ?Por donde empezar? Trato de abordar el problema en forma logica y ordenada. Para averiguar algo, tendria que empezar por algo o por alguien relacionado de un modo u otro con el fallecido coronel Noah Baxter.

Ante todo, estaban los archivos privados de Baxter. Estos se hallaban separados de los documentos correspondientes al Departamento de Justicia, que se conservaban en los archivadores del despacho de Marion. Tendria que examinar los archivos normales y tambien los archivos personales del coronel.

Penso en la tarea. Parecia muy sencilla, pero ?donde buscar? ?Con que criterio? ?Tendria que buscar por la R en busca del Documento R? ?Tal vez por la T del treinta y cinco y por la E de enmienda? ?O por la S de secreto? ?O por la P de peligro? No abrigaba muchas esperanzas de que los archivos pudieran resultarle de utilidad. El tono del mensaje de Baxter daba a entender claramente que la informacion en cuestion no resultaria facilmente accesible y no se podria hallar en ningun lugar logico.

Eso en cuanto a los documentos de Baxter. Estaban tambien las personas mas allegadas al coronel: los miembros de su familia, sus companeros, sus amigos… en definitiva, cualquier persona que en determinado momento hubiera podido oirle mencionar algo llamado Documento R. ?A quien acudir primero? La persona mas adecuada parecia ser el director Vernon T. Tynan. En sus ultimas palabras, Baxter no se habia referido a Tynan para nada ni habia puesto a nadie en guardia contra el. En realidad, parecia que hubiera querido expresar el deseo de que Collins empezara por alguien que tuviera muy a mano. ?Habria querido Baxter que empezara por Tynan o, por el contrario, que le evitara?

Collins empezo a estudiar cautelosamente la perspectiva de Tynan. Existian dos significativos puntos a considerar. ?Por que el coronel no habia mandado llamar a Tynan en vez de a el para comunicarle su mensaje? ?Porque no confiaba en Tynan? No existian pruebas a este respecto. No obstante, se pregunto Collins, ?era Tynan de fiar? El segundo punto estaba perfectamente claro. Al regresar del cementerio, el habia hecho unas inocentes observaciones acerca de la ultima confesion de Baxter. Inmediatamente, Tynan habia enviado un emisario al padre Dubinski con el fin de averiguar, al precio que fuera, incluso por medio de un chantaje, el contenido de la confesion. ?Buscaba Tynan alguna informacion que no conocia? ?O acaso deseaba averiguar si Baxter habia divulgado alguna informacion de alta seguridad que compartia con el? En ambos casos existia la posibilidad de que Tynan conociera el significado del Documento R, en cuyo caso podria explicarselo e un colega y superior del Departamento. Tendria que acudir a verle. No obstante, Collins seguia experimentando recelos. Tendria que actuar con cautela.

Inmediatamente se le ocurrio pensar en alguien menos discutible y mas de fiar, alguien que tal vez tuviera conocimiento de los secretos del coronel: Hannah, la viuda del coronel Baxter. Por esta parte no experimentaba el menor recelo. El acceso resultaria facil y ella se mostraria amable. Collins gozaba de las simpatias de Hannah, quien siempre habia adoptado con el una actitud maternal. ?Que posibilidades tendria con ella? Al fin y al cabo, su matrimonio con el coronel habia durado casi cuarenta anos No era probable que Baxter se hubiera embarcado en algo grave sin el conocimiento de su mujer. Por otra parte, si tales hubieran sido las relaciones entre ambos, ?por que en su agonia el coronel no se habia sincerado con ella en lugar de mandar llamar a Collins? Baxter se habia limitado a utilizarla como medio para llegar hasta el. De todos modos, podia haber otra explicacion. Era posible que el coronel fuera de ese tipo de personas que creen que el trabajo de hombres es asunto de hombres, sobre todo teniendo en cuenta que se trataba de un caso que afectaba a un ex secretario de Justicia y a su sucesor.

Para cuando llego a su despacho, Chris Collins ya estaba hecho un lio sin saber a que carta quedarse.

Se sento junto a su escritorio y, sin prestar atencion a las notas amontonadas sobre el papel secante, siguio reflexionando acerca del asunto. Cuando entro Marion con la taza de te cargado, ya habia decidido por donde iba a empezar. Comenzaria por una fuente mucho menos complicada que los seres humanos.

– Marion, los archivos del coronel Baxter ?donde estan? -pregunto.

– Bueno, tenia dos archivadores distintos…

– Lo se.

– La mayoria de las fichas, las principales, se encuentran en mi despacho. Despues tenia un archivo personal, correspondencia particular, memorandos… en un archivador a prueba de incendios en la estancia contigua a mi

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