recomendable, pero cuando Miles volvio a California seis meses despues Flaherty habia desaparecido, y su madre estaba pasando por su segundo divorcio. Su siguiente marido, Simon Korngold, era productor de peliculas independientes de bajo presupuesto y, contra todo pronostico, considerando su historial con su padre y Douglas Flaherty, hoy en dia sigue estando casada con el tras diecisiete anos de matrimonio.
Cuando tenia doce anos, ella entro en su habitacion y le dijo que se desnudara. Queria ver como se estaba
A los trece anos, despues de un ano de tumultuosos cambios, tanto en su fuero interno como en su ser fisico, le hizo la misma peticion. Esta vez estaba sentado junto a la piscina y no llevaba mas que el traje de bano, y aunque se puso todavia mas nervioso y titubeante que el ano anterior, se incorporo, se bajo el calzon de bano y le ofrecio un atisbo de lo que queria ver. Su madre sonrio y dijo: Ya no es tan pequeno el senorito, ?eh? Cuidado, senoras. Miles Heller anda rondando por ahi.
A los catorce, le dijo rotundamente que no. Su madre se quedo un tanto decepcionada, le parecio a el, pero no insistio. Como quieras, chico, le dijo, y salio de la habitacion.
A los quince, Korngold y ella dieron una fiesta en su casa, un festejo grande y ruidoso con mas de cien invitados, y aun cuando habia muchos rostros conocidos, actores y actrices que habia visto en el cine y la television, personajes famosos, todos ellos buenos interpretes, gente que le habia conmovido o hecho reir muchas veces a lo largo de los anos, no podia soportar el alboroto, el ruido de todas aquellas voces parlanchinas lo estaba poniendo enfermo, y despues de aguantarlo a duras penas durante mas de una hora, subio furtivamente a la primera planta, se metio en su habitacion y se tumbo en la cama con un libro, su lectura del momento, la que fuera, y recuerda que penso en lo mucho que preferiria pasarse el resto de la velada con el autor de aquel libro que con la estruendosa turbamulta de la planta baja. Al cabo de quince o veinte minutos, su madre irrumpio en el cuarto con una copa en la mano y aspecto de estar enfadada y un poco borracha a la vez. ?Que se habia creido que estaba haciendo? ?Es que no sabia que habia una fiesta, y como se habia atrevido a abandonar la reunion? Fulanito estaba alli, y tambien menganito, ademas de zutanito, ?y que derecho tenia el a insultarlos y largarse al piso de arriba a leer un punetero
A los diecisiete, le prometio que iria a Nueva York para asistir a la ceremonia de entrega de su titulo de bachillerato, pero no aparecio. Curiosamente, no se lo reprocho. Tras la muerte de Bobby, las cosas que antes le importaban ahora le daban igual. Se figuro que lo habria olvidado. Olvidar no es un crimen; solo un simple error humano. La siguiente vez que la vio, ella se disculpo, sacando a relucir la cuestion antes de que el tuviera ocasion de mencionarlo, cosa que nunca habria hecho en cualquier caso.
Sus visitas a California se volvieron menos frecuentes. Ya iba a la universidad, y en los tres anos que paso en Brown solo fue dos veces a verla. Se encontraron en otros sitios, sin embargo, para comer o cenar en algun restaurante de Nueva York, mantuvieron largas conversaciones por telefono (siempre a iniciativa de ella) y pasaron un fin de semana juntos en Providence con Korngold, cuyo decenio de firme lealtad hacia ella le habia hecho imposible sentir por aquel hombre algo distinto a la admiracion. En cierto sentido, Korngold le recordaba a su padre. No por su aspecto, ni por la impresion que daba ni por sus modales, sino por el trabajo que hacia, porque a duras penas lograba realizar peliculas modestas y meritorias en un mundillo donde imperaba la basura grandiosa, igual que su padre luchaba por publicar libros que merecian la pena en un mundo de modas insustanciales y efimeras. Su madre ya andaba por los cuarenta y tantos para entonces y parecia mas a gusto consigo misma que cuando estaba en el apogeo de su belleza, menos interesada en las complicaciones de su propia vida, mas abierta a los demas. Aquel fin de semana en Providence, le pregunto si sabia lo que queria hacer cuando se licenciara. No estaba seguro, contesto. Un dia se mostraba convencido de que iba a doctorarse, al siguiente se inclinaba hacia la fotografia y al otro pensaba dedicarse a la ensenanza. ?Ni a escribir ni editar libros?, le pregunto ella. No, creia que no, contesto. Le encantaba leer libros, pero no le apetecia nada producirlos.
Entonces desaparecio. Su madre no tuvo nada que ver con su impetuosa decision de dar media vuelta y largarse, pero una vez que abandono a Willa y a su padre, se separo de ella tambien. Para bien o para mal, habia de ser asi, y asi debe ser ahora. Si acude a verla, su madre se pondra inmediatamente en contacto con su padre para decirle donde esta, y entonces todo lo que ha perseguido durante los ultimos siete anos y medio se habra ido al traste. Se ha convertido en una oveja negra. Ese es el papel que ha representado por voluntad propia y que seguira interpretando en Nueva York, incluso despues de volver al redil que abandono. ?Se atrevera a ir al teatro y llamar a la puerta del camerino de su madre? ?Osara llamar al timbre del piso de la calle Downing? Posiblemente, aunque no lo cree; o al menos no puede considerarlo por ahora. Despues de todo ese tiempo, sigue sin sentirse preparado del todo.
Un poco al norte de Washington, cuando el autocar acomete el ultimo trecho del viaje, empieza a nevar. Se da cuenta de que avanza hacia el invierno, hacia los dias frios y las noches largas de los inviernos de su infancia, y de pronto el pasado se ha convertido en futuro. Cierra los ojos y piensa en el rostro de Pilar, en sus manos recorriendo el cuerpo ausente, y entonces, en la oscuridad de detras de sus parpados, se ve a si mismo como una mota negra en un mundo de nieve.
BING NATHAN Y COMPANIA
BING NATHAN
Es el guerrillero del agravio, el campeon del descontento, el detractor militante de la vida contemporanea que suena con forjar una nueva realidad con las ruinas de un mundo fallido. A diferencia de la mayoria de los inconformistas de su clase, no cree en la accion politica. No pertenece a movimiento ni partido alguno, nunca ha hablado en publico y no tiene deseos de sacar a la calle hordas colericas para quemar edificios y derribar gobiernos. Su postura es puramente personal, pero si vive de acuerdo con los principios que ha establecido para si mismo, esta convencido de que otros seguiran su ejemplo.
Cuando habla del mundo, entonces, se esta refiriendo a su mundo, a la reducida y limitada esfera de su propia vida y no al mundo en general, que es demasiado amplio e imperfecto para que tenga influencia alguna en el suyo. Se concentra por tanto en lo habitual, lo particular, en los detalles casi imperceptibles de los asuntos cotidianos. Las decisiones que toma son necesariamente menores, aunque eso no quiere decir que carezcan de importancia, y dia tras dia procura cumplir con la norma fundamental de su descontento: oponerse a las cosas tal como son, resistir en todos los frentes a la situacion establecida. Desde la guerra de Vietnam, que empezo veinte anos antes de que el naciera, el concepto denominado «Estados Unidos de America», sostiene, esta agotado; el pais ya no es una propuesta factible, pero si algo continua uniendo a las masas agrietadas de esta nacion difunta, si en la opinion publica norteamericana aun existe unanimidad con respecto a una idea, es la creencia en la nocion de progreso. El argumenta que es una posicion equivocada, que la evolucion tecnologica de las pasadas decadas en realidad solo ha conseguido disminuir las perspectivas vitales. En una cultura de usar y tirar generada por la avaricia de empresas movidas por la rentabilidad, el panorama se ha vuelto aun mas mezquino, mas alienante, mas vacio de sentido y voluntad de consolidacion. Sus actos de rebelion son baladies, quiza, gestos irascibles que consiguen poco o nada incluso a corto plazo, pero contribuyen a realzar su dignidad como ser