la mente de quien lo posee, y vivir dentro del cuerpo humano poseido por la mente que percibe otro cuerpo humano es vivir en un mundo de otros. El cuerpo humano tiene pelo. Tiene boca. Y genitales. El cuerpo humano esta hecho de polvo, y cuando ese cuerpo humano deja de ser, vuelve al polvo de donde vino una vez.

Ahora trabaja a partir de varias fuentes: reproducciones de cuadros y dibujos de otros artistas, fotografias en blanco y negro de desnudos masculinos y femeninos, fotografias anatomicas de ninos pequenos, chiquillos y ancianos, el espejo de cuerpo entero que ha adosado a la pared de enfrente de su cama con objeto de verse a si misma tal cual es, revistas pornograficas orientadas a diversos apetitos y tendencias (desde fotos de mujeres desnudas y copulas heterosexuales, pasando por actos sexuales entre dos hombres o dos mujeres, hasta trios, cuartetos y quintetos en todas sus permutaciones matematicas), y el espejito de mano que utiliza para estudiarse la vagina. Se ha abierto una puerta en su interior, y al cruzar el umbral se ha encontrado con una nueva forma de pensar. El cuerpo humano es un instrumento de conocimiento.

Ya no hay tiempo para pintar. Es mas rapido dibujar, y mas tangible, mas adecuado a la urgencia del proyecto; este mes pasado ha llenado un cuaderno de bocetos tras otro en sus intentos de liberarse de los viejos metodos. Se pone a trabajar y durante la primera hora se anima concentrandose en determinados detalles, zonas aisladas del cuerpo seleccionadas entre su coleccion de imagenes o halladas en uno de los dos espejos. Una pagina de manos. Una pagina de ojos. Otra de nalgas. Otra de brazos. Luego pasa al cuerpo entero, retratos de figuras aisladas en diversas posturas: una mujer desnuda en pie, de espaldas al espectador, un hombre desnudo sentado en el suelo, un hombre desnudo tumbado en la cama, una nina desnuda orinando en cuclillas, una mujer desnuda sentada en una silla con la cabeza hacia atras y cogiendose con la mano derecha el pecho derecho mientras se pellizca el pezon del seno izquierdo con la mano izquierda. Son retratos intimos, dice para si, no dibujos eroticos, figuras que hacen lo que los cuerpos humanos suelen hacer cuando nadie los mira, y si muchos de los miembros de los hombres de esos retratos singulares estan en ereccion, es porque un hombre corriente tiene cincuenta erecciones y semierecciones al dia; o eso le han dicho. Luego, en la ultima parte del ejercicio, junta esas figuras. Una mujer desnuda con un nino pequeno desnudo en brazos. Un hombre desnudo besando el cuello de una mujer desnuda. Un hombre y una mujer desnudos sentados en una cama y abrazandose. Una mujer desnuda besando el pene de un hombre desnudo. El dos gana al uno, seguido del misterio del tres: tres mujeres desnudas; dos mujeres desnudas y un hombre desnudo; una mujer desnuda y dos hombres desnudos; tres hombres desnudos. Las revistas pornograficas son plenamente explicitas sobre lo que ocurre en esas situaciones y su franqueza la inspira para trabajar sin miedo ni inhibiciones. Dedos que penetran vaginas. Bocas que cinen penes erectos. Anos traspasados. Es importante observar la diferencia entre fotografia y dibujo, sin embargo. Si la primera no deja nada a la imaginacion, el otro habita exclusivamente en el reino de la imaginacion, y por tanto todo el ser de Ellen resplandece cuando trabaja en esos dibujos, puesto que no se limita simplemente a copiar la fotografia que contempla sino que la utiliza para imaginar una nueva escena de su propia invencion. A veces la estimula lo que el lapiz hace en la pagina que tiene delante de ella, la excitan las imagenes que bullen en su cabeza mientras dibuja, que son similares a las que fluyen por su mente cuando se masturba por la noche, pero la excitacion no es sino un producto secundario del esfuerzo y principalmente lo que siente son las exigencias del trabajo en si mismo, el continuo deseo, siempre acuciante, de hacerlo bien. Los dibujos son desiguales y normalmente los deja sin terminar. Quiere que sus cuerpos humanos transmitan la extrana y milagrosa sensacion de estar vivos: nada mas que eso, y nada menos. La idea de la belleza no le preocupa. La belleza no necesita mucha dedicacion.

Hace dos semanas se produjo un suceso alentador, un hecho inesperado que esta en curso y aun no ha concluido. Unos dias antes de que la chica de Florida viniera a Brooklyn y destruyera sus esperanzas de conquistar alguna vez a Miles, Bing le pidio que le ensenara su nuevo trabajo. Se lo llevo a su habitacion del piso de arriba despues de cenar, con creciente inquietud a cada escalon que subian, convencida de que se reiria de ella al hojear con indiferencia los cuadernos de dibujo para luego retirarse con una sonrisa cortes y una palmadita en la espalda, pero considero que debia arriesgarse a esa potencial humillacion, sentia que le ardian las entranas, los dibujos ya la estaban consumiendo y alguien debia echarles una mirada aparte de ella misma. Normalmente se lo habria pedido a Alice, pero su amiga la habia decepcionado aquel dia de diciembre en que la niebla cubria el cementerio, y aunque ya hacia mucho que se habian perdonado mutuamente por aquel ridiculo malentendido, tenia miedo de pedirselo porque pensaba que Alice se sentiria desconcertada, abochornada, incluso asqueada por las imagenes, porque por buena y leal amiga que sea con ella, siempre ha sido un poco boba. Bing tiene una mentalidad mas abierta, mas directa (aunque tosca con frecuencia) a la hora de abordar la cuestion sexual, y mientras subia con el las escaleras y abria la puerta, se dio cuenta de que habia mucha carga sexual en aquellos dibujos, mucha indecencia si se queria mirar de esa manera, y puede que esa obsesion con los cuerpos humanos se le estuviera yendo de las manos, quizas era una muestra de que se estaba desquiciando otra vez: el primer signo de otra crisis. Pero a Bing le encantaron los dibujos, pensaba que eran «estupendos», un atrevido y extraordinario avance, y como espontaneamente salto de la cama para darle un beso despues de haber visto el ultimo, ella supo que no estaba mintiendo.

La opinion de Bing no significa nada, claro esta. No posee conocimiento alguno sobre artes plasticas, no sabe nada de historia del arte, no cuenta con aptitudes para juzgar lo que ha visto. Cuando le enseno una reproduccion de El origen del mundo, de Courbet, puso los ojos como platos, pero al mostrarle una imagen similar de las partes pudendas de una mujer en una de sus revistas pornograficas, tambien abrio los ojos de par en par, y ella se entristecio al ver que tenia delante a una persona discapacitada esteticamente, alguien incapaz de establecer la diferencia entre una obra de arte valiente y revolucionaria y esa pobre inmundicia corriente y moliente. No obstante, la animo su entusiasmo, se asombro de la alegria que le causaban sus alabanzas. Inculta o no, la reaccion de Bing a sus dibujos era visceral y genuina, estaba conmovido por lo que habia salido de sus manos, no dejaba de hablar sobre lo sincera e impactante que era su obra y en todos los anos que llevaba pintando y dibujando, nadie le habia hablado asi, ni una sola vez.

La buena disposicion de Bing aquella noche le dio confianza suficiente para hacerle una pregunta, la pregunta, la unica que no se habia atrevido a plantear a nadie desde que Alice la rechazo el mes pasado. ?Estaria dispuesto a posar para ella? Trabajando con espejos e imagenes bidimensionales no llegaria muy lejos, argumento, y si pretendia lograr algo con esa investigacion de la figura humana, en algun momento tendria que empezar a trabajar con modelos, con gente en tres dimensiones, personas vivas y palpables. Bing parecio halagado por su peticion, pero un poco afligido tambien. No creo que con este cuerpo podamos hablar de belleza, objeto el. Tonterias, repuso ella. Tu te encarnas a ti mismo, y como no quieres ser alguien distinto de quien eres, nada debes temer.

Bebieron un par vasos de vino cada uno, es decir, se terminaron una botella entre los dos, y entonces Bing se desnudo y se sento en la silla frente al escritorio mientras ella se instalaba en la cama, sentandose al estilo indio con el cuaderno de dibujo sobre las piernas. Por increible que pareciera, Bing no dio muestras de timidez. Con su cuerpo lleno de abultamientos, el prominente estomago y los gruesos muslos, su hirsuto pecho y las nalgas amplias y flaccidas, permanecio tranquilamente sentado mientras ella le dibujaba, sin dar muestras de azoramiento ni incomodidad, y a los diez minutos de empezar el primer boceto, cuando ella le pregunto que tal le iba, el dijo que estupendamente, tenia confianza en ella, no sabia que pudiera gustarle tanto que lo contemplasen de aquel modo. El cuarto era pequeno, no estaban a mas de metro y medio de distancia, y cuando empezo a dibujarle el pene por primera vez, se le ocurrio que ya no estaba mirando un pene sino una polla, que «pene» era la palabra que designaba esa cosa en el dibujo, pero «polla» era lo que tenia justo a metro y medio de los ojos, y, objetivamente hablando, debia admitir que la de Bing era bonita, ni mas larga ni mas corta que las que ella habia visto antes, pero mas gruesa que la mayoria, bien formada y sin peculiaridades ni imperfecciones, un ejemplo de paquete masculino de primera clase, no lo que llamarian una picha lapicero (?donde habria oido ella esa expresion?), sino una voluminosa pluma estilografica, un solido tapon para cualquier orificio. Al tercer boceto, le pregunto si no le importaria tocarse un poco para que ella viera lo que pasaba cuando se le ponia tiesa y el dijo que no habia inconveniente, en realidad posar para ella lo estaba poniendo bastante cachondo, asi que no le importaba lo mas minimo. Al cuarto dibujo, le pidio que se masturbara, y de nuevo la complacio de buena gana, pero le pregunto si no seria mejor, solo para ir sobre seguro, que ella se desnudara y el fuera a hacerle compania a la cama, pero ella contesto que no, preferia quedarse con la ropa puesta y seguir dibujando, aunque si en el ultimo momento le daba por levantarse de la silla, acercarse a la cama y acabar en su boca, ella no tendria inconveniente alguno.

Desde entonces ha habido cinco sesiones mas. Lo mismo ha ocurrido las cinco veces, pero no son mas que breves interrupciones, pequenos obsequios que se hacen mutuamente por espacio de unos minutos, antes de seguir trabajando como antes. Es un arreglo perfectamente justo, piensa ella. Sus dibujos

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