– La musica es musica -replico Vanessa.

– Si tu lo dices…

Brady le coloco un dedo bajo el lobulo de la oreja para poder observar el brillo del pendiente con la ultima luz del atardecer, aunque tambien para poder tocarla.

– Ya me imagino a Vanessa Sexton tocando el teclado de un grupo heavy metal -anadio-. ?Crees que podrias ponerte uno de esos corses metalicos o como se llamen?

– No, no podria, se llamen como se llamen. Si has venido a acompanarme para burlarte de mi, prefiero pasear sola.

– Esta bien…

Brady le habia rodeado los hombros con el brazo. Le agradaba el hecho de que aun se notara el aroma de su champu en el cabello de Vanessa. Se pregunto si alguno de los hombres con los que la habia visto en periodicos y revistas se habia sentido de aquel mismo modo.

– Me cae muy bien Jack -dijo ella.

– A mi tambien.

– Joanie parece muy feliz aqui, en la granja, con su familia. A menudo he pensado en ella.

– ?Has pensado alguna vez en mi? Despues de que te marcharas, de que te convirtieras en alguien importante, ?pensaste alguna vez en mi?

– Supongo que si -contesto ella, sin mirarlo.

– Yo no hacia mas que esperar que me escribieras.

– El tiempo fue pasando, Brady. Al principio, me sentia demasiado furiosa y herida. Contigo y con mi madre. Me llevo muchos anos perdonarte por haberme dejado plantada la noche del baile.

– Yo no te deje plantada -replico el-. Mira, es una tonteria y ocurrio hace mucho tiempo, pero estoy cansado de cargar con la culpa.

– ?De que estas hablando?

– Yo no te deje plantada, maldita sea. Habia alquilado mi primer esmoquin y habia comprado por primera vez un adorno de flores para una chica. Supongo que estaba tan emocionado con aquella noche como tu.

– Entonces, ?por que te estuve esperando dos horas y media en mi habitacion, ataviada con mi vestido nuevo?

– Aquella noche me arrestaron -confeso el.

– ?Como dices?

– Fue un error, pero, para cuando consegui aclararlo todo, era demasiado tarde para ir a darte explicaciones. No tenian nada importante contra mi, pero yo tampoco habia sido un santo hasta entonces.

– ?Por que te arrestaron?

– Por violacion de una menor. Yo tenia mas de dieciocho anos. Tu no.

– Eso es ridiculo. Nosotros nunca…

– Si -dijo el, con cierto arrepentimiento-. Nunca.

– Brady, eso es una estupidez. Aunque hubieramos tenido relaciones intimas, en ningun caso habria sido violacion. Tu solo tenias dos anos mas que yo y nos queriamos.

– Ese era precisamente el problema.

– Lo siento mucho -declaro ella. Se llevo una mano al estomago. El dolor era casi insoportable-. ?Que mal debiste de sentirte! ?Y tambien tus padres! Nadie deberia pasar por algo tan horrible. ?Quien querria que te arrestaran? -le pregunto. Al ver el gesto que Brady tenia en el rostro, supo inmediatamente la respuesta-. ?Oh, no! ?Dios!

– Estaba completamente seguro de que yo me habia aprovechado de ti y de que te arruinaria la vida. Tal y como me explico la situacion, iba a ocuparse de que yo pagara por lo primero e iba a hacer lo necesario para evitar lo segundo.

– Me lo podria haber preguntado a mi -susurro ella-. Por una vez en la vida, me lo podria haber preguntado a mi… Es culpa mia…

– No digas tonterias…

– No son tonterias. Es culpa mia porque yo nunca le hice comprender lo que sentia. Ni sobre ti ni sobre nada. No hay nada que yo pueda decir para compensarte por lo que el hizo -musito, mirandolo.

– No tienes que decir nada -le aseguro Brady tras colocarle las manos sobre los hombros-. Tu eras tan inocente como yo, Van. Nunca hablamos de esto porque, durante algunos dias, yo estaba demasiado furioso como para intentarlo y tu demasiado enojada como para preguntar. Despues, te marchaste.

– No se que decir -murmuro, con los ojos llenos de lagrimas-. Debiste de sentir mucho miedo.

– Un poco. Nunca me acusaron formalmente, sino que se limitaron a detenerme para interrogarme. Supongo que te acordaras del sheriff Grody. No sentia ninguna simpatia por mi. Mas tarde, comprendi que simplemente estaba aprovechando la oportunidad para hacerme sudar un poco. Otra persona hubiera manejado el asunto de un modo muy diferente. Ademas, aquella noche ocurrio algo mas, algo que ayudo a equilibrar la balanza un poco. Mi padre se puso de mi lado. Yo nunca me habria imaginado que me apoyaria de ese modo, sin preguntas, sin dudas. Simplemente me dio su apoyo total. Supongo que eso cambio mi vida.

– Mi padre sabia lo mucho que aquella noche significaba para mi -dijo Vanessa-. Lo mucho que tu significabas para mi. Toda mi vida habia hecho lo que el queria… excepto en lo que se referia a ti. Se encargo de ocuparse tambien de eso.

– Todo esto ocurrio hace mucho tiempo, Van…

– Yo no creo que pueda…

Una exclamacion ahogada de dolor interrumpio sus palabras. Alarmado, Brady la giro para tenerla frente a frente.

– Vanessa, ?que te pasa?

– No es nada… -susurro. Desgraciadamente, la segunda oleada vino demasiado fuerte, demasiado rapidamente y la hizo doblarse en dos. Con rapidez, Brady la tomo en brazos y se dirigio directamente hacia la casa- No, no hace falta. Estoy bien. Solo ha sido un pinchazo.

– Respira lentamente.

– Maldita sea, te he dicho que no es nada. Espero que no vayas a montar una escena -susurro, a duras penas.

– Si tienes lo que creo que tienes, vas a verme montar una buena escena.

Cuando entraron en la cocina, esta estaba vacia. Brady subio rapidamente las escaleras y tumbo a Vanessa sobre la cama de Joanie. Encendio la lampara y comprobo que la piel de la joven estaba palida y sudorosa.

– Quiero que trates de relajarte, Van.

– Estoy bien -respondio ella, a pesar de que el ardor no habia pasado-. Solo es estres y tal vez un poco de indigestion.

– Eso es lo que vamos a descubrir ahora mismo. Quiero que me digas si te hago dano -dijo, mientras se sentaba a su lado. Muy suavemente, le apreto la parte inferior del abdomen-. ?Te han operado de apendicitis?

– No.

– ?Alguna otra cirugia abdominal?

– No.

Brady la miro fijamente a los ojos mientras proseguia con el examen. Cuando apreto justamente debajo del esternon, vio que el dolor se dibujaba en los ojos de Vanessa antes de que ella gritara. Aunque tenia un gesto serio en el rostro, le tomo la mano suavemente.

– ?Cuanto tiempo hace que sientes dolor?

– Todo el mundo siente dolor -replico ella. Se sentia avergonzada de haber gritado.

– Contesta a mi pregunta.

– No lo se.

– ?Como te sientes ahora?

– Bien, solo quiero…

– No me mientas. ?Tienes sensacion de ardor?

– Un poco -admitio, al ver que no le quedaba eleccion.

– ?Te ha ocurrido esto antes, despues de haber tomado alcohol?

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