– Yo si -dijo Brady mientras devoraba sus propias tostadas-.Yo me comere lo que tu no quieras.

– Bueno, si los dos ya estais servidos, me voy a abrir la tienda -anuncio Loretta-. Van, queda mucha sopa de pollo de la que Joanie te trajo ayer. Si la calientas en el microondas, te la puedes tomar para almorzar. Si sigue lloviendo asi, probablemente regresare temprano. Buena suerte con Scott.

– Gracias.

– ?Scott? -pregunto Brady, cuando Loretta se hubo marchado.

– No me preguntes -respondio Vanessa.

– Como quieras. En realidad he venido porque quena hablarte de la boda.

– ?De la boda? ?Ah, de la boda! Si. ?Que pasa?

– Mi padre ha estado ejerciendo su poder de conviccion. Cree que ha convencido a Loretta para que se casen el sabado de la semana que viene.

– ?Tan pronto?

– ?Por que esperar? Asi pueden aprovechar el picnic que el celebra precisamente ese fin de semana como conmemoracion de los caidos para invitar a todos los amigos.

– Entiendo -susurro Vanessa. Ni siquiera se habia acostumbrado a vivir con su madre otra vez y ella… Se recordo que no era decision suya-. Supongo que se mudaran a casa de tu padre.

– Creo que si. Han estado pensando que acabaran alquilando esta casa. ?Te importa?

Vanessa se concentro en cortar un trozo de tostada. ?Como lo iba a saber? No habia tenido tiempo para descubrir si aquella casa seguia siendo su hogar o no.

– Supongo que no. No pueden vivir en dos casas al mismo tiempo.

– No creo que Loretta vaya a venderla. Esta casa lleva anos siendo propiedad de tu familia.

– A menudo me he preguntado por que la ha conservado.

– Igual que tu, ella crecio aqui -dijo Brady mientras se servia una taza de cafe-. ?Por que no le preguntas que planes tiene al respecto?

– Tal vez lo haga. No hay prisa.

– En realidad, de lo que yo queria hablar contigo es del regalo de boda -comento Brady. Como la conocia, decidio cambiar de conversacion-. Evidentemente, no necesitan ni la vajilla ni el tostador.

– No, supongo que no…

– He estado pensando. Se lo he preguntado a Joanie y le ha gustado la idea. ?Por que no juntamos un poco de dinero y les regalamos una luna de miel? Un par de semanas en Cancun. Ya sabes, una hermosa suite con vistas al mar Caribe, noches tropicales… Todo. Ninguno de los dos ha estado nunca en Mexico. Creo que les gustaria.

Vanessa lo miro atentamente. Era una idea estupenda, algo que solo se le podia haber ocurrido a Brady.

– ?Y sera una sorpresa?

– Creo que podremos conseguirlo. Mi padre ha estado tratando de organizar sus citas para tener un fin de semana libre. Comprar los billetes y hacer las reservas es muy facil. Luego, tendremos que hacerles las maletas sin que se den cuenta.

Vanessa sonrio. Le gustaba la idea.

– Si tu padre esta en este momento tan cegado por el amor como mi madre, creo que podremos conseguirlo. Podriamos darles los billetes durante el picnic y luego meterlos en una limusina. ?Hay limusinas por aqui?

– Hay una en Frederick. No se me habia ocurrido eso -comento Brady. Saco una libreta para tomar nota.

– Reservales la suite nupcial. Si vamos a hacerlo, hay que hacerlo bien.

– Me gusta. Limusina, suite nupcial, dos billetes de primera clase… ?Algo mas?

– Champan. Una botella en la limusina y otra en la suite cuando lleguen. Y flores. A mi madre le gustan las gardenias -dijo. Se detuvo en seco mientras Brady seguia escribiendo. Habia llamado madre a Loretta. Le habia salido de un modo completamente natural-. Bueno… le gustaban las gardenias.

– Estupendo -afirmo Brady-. Vaya, veo que no me has dejado ninguna.

Atonita, Vanessa dirigio los ojos hacia donde el estaba mirando: su plato vacio.

– Yo… yo… Supongo que tenia mas apetito de lo que habia imaginado.

– Eso es buena senal. ?Tienes acidez?

– No -contesto. Completamente asombrada, se levanto para llevar el plato al fregadero.

– ?Dolor?

– No. Como ya te dije antes, tu no eres mi medico.

– Ya lo se -afirmo Brady. Cuando Vanessa se volvio, estaba justo detras de ella-, pero nos imaginaremos que yo me voy a hacer cargo de las citas del doctor Ham Tucker para hoy. Hagamos un reconocimiento vertical -dijo. Antes de que Vanessa pudiera apartarse, le apreto suavemente el abdomen-. ?Te duele?

– No, ya te he dicho que…

Le apreto firmemente bajo el esternon. Vanessa hizo un gesto de dolor.

– ?Te molesta?

– Un poco.

Brady asintio.

– Estas mejorando. Dentro de unos cuantos dias hasta te podras tomar un burrito.

– ?Por que esta todo el mundo obsesionado con lo que como?

– Porque no has estado comiendo lo suficiente. Comprensible, con una ulcera.

– Te repito que no tengo ulcera. ?Quieres apartarte?

– Cuando me hayas pagado por mis servicios.

Antes de que ella pudiera poner alguna objecion, Brady la beso firme y posesivamente. Tras murmurar su nombre, profundizo el beso hasta que ella tuvo que aferrarse a el para no perder el equilibrio. El suelo parecia hundirse a sus pies.

Brady penso que Vanessa olia a manana, a lluvia. Se pregunto como seria hacerle el amor en aquel instante y cuanto tiempo mas tendria que esperar.

Por fin, levanto la cabeza, aunque dejo las manos enredadas en el cabello de la joven. En el verdor de sus ojos, se vio a si mismo, perdido en ella. Entonces, con una dulzura infinita, volvio a besarla. Vanessa se abrazo a el con fuerza e inclino la cabeza para que sus labios pudieran alinearse mas perfectamente.

– Vanessa…

– No digas nada. Todavia no…

Le apreto la boca contra la garganta y la beso. Sabia que debia pensar, pero, por el momento, solo queria sentir.

El pulso latia alocadamente sobre la garganta de Brady. Su cuerpo era firme y solido. Poco a poco, el fue relajando el modo en el que le asia el cabello y comenzo a acariciarselo. Vanessa noto de nuevo el ruido de la lluvia y los aromas que flotaban en la cocina, Pero el deseo no desaparecia, como tampoco lo hacian «confusion y el miedo que batallaban dentro de ella.

– No se que hacer -dijo por fin-. No he podido pensar desde que te volvi a ver.

– Ya sabes que te deseo, Van. No somos unos adolescentes.

– Para mi no resulta facil…

– No. Ni quiero que lo sea. Si quieres promesas…

– No. No quiero nada que no pueda devolver.

– ?Y que es lo que me puedes devolver?

– No lo se. Dios, Brady -susurro ella, tras dar un paso atras-. Me siento como si estuviera atravesando un espejo.

– Esto no es ninguna ilusion, Vanessa. Somos solo tu y yo.

– Mira, no voy a fingir que no quiero estar contigo. Al mismo tiempo, deseo salir corriendo en la direccion opuesta, tan rapido como pueda. Espero de todo corazon que tu puedas alcanzarme. Se que mi comportamiento ha sido muy erratico desde que llegue, y en parte se debe al hecho de que no habia esperado encontrarte aqui ni revivir todos estos sentimientos del pasado. Eso es parte del problema. No se cuanto de lo que siento por ti es solo un eco del pasado y cuanto es real.

– Ahora somos personas muy diferentes. Van.

– Si. Cuando yo tenia dieciseis anos, me habria ido a cualquier parte del mundo contigo. Nos imaginaba juntos para siempre, Brady. Una casa, una familia…

Вы читаете Sinfonia Inacabada
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату