– No. Estas un poco loca, pero eres una madre maravillosa.
– Tienes razon. Solo ha sido la emocion de ir al centro comercial sin la sillita, la bolsa de los panales… Todo se me subio a la cabeza. ?Estas segura de que no te importa?
– Claro que no. Nos lo pasaremos muy bien.
– Por supuesto que si, pero tal vez deberias colocar todo lo que sea importante un poco alto. Ya ha aprendido a andar.
– Todo ira bien -dijo Vanessa. Dejo a Lara en el suelo y le dio una revista para que la mirara. La nina la rasgo inmediatamente-. ?Ves?
– De acuerdo. Le di de comer antes de que salieramos de casa, pero tiene un biberon con zumo de manzana en la bolsa de los panales. ?Sabes cambiar panales?
– He visto como se hace. No puede ser muy dificil.
– Bueno, si estas segura de que no tienes nada mas que hacer…
– Tengo la tarde completamente libre. Cuando los recien casados lleguen a casa, solo hay que andar unos metros para ir a verlos.
– Supongo que Brady vendra tambien.
– No lo se.
– Entonces, no ha sido producto de mi imaginacion.
– ?El que?
– Que, desde hace unos dias, existe mucha tension entre vosotros.
– Te estas equivocando, Joanie.
– Tal vez, pero el asunto me interesa. Las veces que he visto a Brady ultimamente, se ha mostrado enfadado o distraido. No hace falta que te diga que esperaba que los dos terminarais juntos.
– Me ha pedido que me case con el.
– ?Que…? ?Vaya! ?Eso es maravilloso! ?Fantastico! -exclamo Joanie. Mientras se lanzaba a los brazos de Vanessa, Lara comenzo a golpear la mesa y a gritar-. ?Ves? Hasta mi hija se alegra.
– Le he dicho que no.
– ?Como dices? -pregunto Joanie, atonita aquella vez-. ?Que le has dicho que no?
– Es demasiado pronto para todo esto -dijo Vanessa. Se habia dado la vuelta para no ver la desilusion en el rostro de su amiga-. Regrese hace tan solo unas semanas y han ocurrido tantas cosas… Mi madre, tu padre… Cuando llegue aqui, ni siquiera sabia cuanto tiempo iba a quedarme. Estoy pensando en hacer una gira la proxima primavera.
– Pero todo eso no significa que no puedas tener tu vida privada. Es decir, si la deseas.
– No se lo que quiero -admitio. Volvio a mirar a Joanie-. El matrimonio es… Ni siquiera se lo que significa, asi que, ?como voy a considerar casarme con Brady?
– Pero lo amas.
– Si, creo que si. No quiero cometer el mismo error que mis padres. Necesito estar segura de que los dos queremos las mismas cosas.
– ?Que es lo que quieres tu?
– Aun estoy decidiendolo.
– Pues es mejor que lo decidas rapidamente. Conozco muy bien a mi hermano y no te va a dar mucho tiempo.
– Precisamente es tiempo lo que necesito. Bueno, Joanie -dijo, antes de que su amiga pudiera seguir hablando-, es mejor que te vayas si quieres regresar antes de que lleguen mi madre y tu padre.
– Tienes razon. Voy por la bolsa de los panales -anuncio. Sin embargo, se detuvo en la puerta-. Se que ya somos hermanastras, pero sigo esperando ser tu cunada.
Brady sabia que iba a volver a pasarlo mal cuando se dirigio a la casa de Vanessa. Durante la ultima semana, habia tratado de mantener las distancias. Cuando la mujer que uno ama se niega a contraer matrimonio, el ego de un hombre sufre mucho.
Queria creer que ella solo estaba dando muestras de testarudez y que terminaria cambiando de opinion, pero se temia que el problema era mucho mas profundo. Ella habia tomado su postura. Brady podria marcharse o aporrearle la puerta. No supondria ninguna diferencia.
Sin embargo, fuera como fuera, tenia que verla.
Llamo al marco de la puerta, pero no obtuvo respuesta. Aquello no le sorprendio, teniendo en cuenta el volumen de los golpes que procedian del interior. Esperanzado, penso que tal vez estaba enfadada consigo misma por haberle dado la espalda a la felicidad.
Aquella imagen le sirvio de consuelo. Casi empezo a silbar cuando abrio la puerta y entro en la casa. No sabia lo que habia estado esperando, pero nunca se habia imaginado que veria a su sobrina golpeando cacerolas como loca sobre el suelo mientras Vanessa, cubierta de harina, la observaba encantada. Cuando Lara lo vio, levanto una tapa de acero inoxidable y la dejo caer con gran satisfaccion.
– Hola.
Con una rama de apio en la mano, Vanessa se dio la vuelta. Esperaba que el corazon le diera una voltereta al verlo, como le ocurria siempre. Sin embargo, no sonrio. Ni el tampoco.
– Oh. No te habia oido entrar.
– No me sorprende -comento el. Se agacho para tomar a Lara en brazos-. ?Que estas haciendo?
– Cuidando de Lara -respondio ella. Se froto la harina que tenia en la nariz-. Joanie tenia que irse de compras, asi que me ofreci voluntaria a cuidar de Lara durante unas horas.
– Es muy traviesa, ?verdad?
– Le gusta jugar con las cosas de la cocina -respondio ella.
Brady dejo a la cria en el suelo. Rapidamente, la pequena se fue a jugar con una pequena torre de latas de conserva.
– Veras cuando aprenda a arrancarles las etiquetas a las latas -le advirtio el-. ?Tienes algo de beber?
– Lara tiene un biberon de zumo de manzana.
– No me referia a lo que tenia ella.
– Tengo una lata de limonada en el congelador -dijo Vanessa. Volvio a ponerse a cortar el apio-. Si la quieres, tendras que preparartela tu mismo. Yo tengo las manos sucias.
– Eso ya lo veo. ?Que estas haciendo?
– Un lio. Pense que, dado que mi madre y Ham van a volver dentro de poco, seria muy agradable tener un guisado o algo asi preparado. Joanie ya ha hecho tanto que pense que yo podia intentarlo -dijo. Asqueada, dejo el cuchillo-. Esto no se me da nada bien. Yo no he preparado la comida en toda mi vida -anadio. Se dio la vuelta justo cuando Brady iba al fregadero para dejar llenar una jarra de agua fria-. Soy una mujer adulta y, si no fuera por el servicio de habitaciones y las comidas preparadas, me moriria de hambre.
– Preparas muy bien los bocadillos de jamon.
– No estoy bromeando, Brady.
El empezo a remover la limonada con una cuchara de madera.
– Tal vez deberias hacerlo.
– De repente, me puse a pensar en que pasaria si yo fuera la esposa de un medico -dijo ella, de repente.
Brady se detuvo y la miro fijamente.
– ?Que has dicho?
– ?Y si el tuviera que regresar a casa despues de pasarse el dia viendo a enfermos y haciendo rondas en el hospital? ?Acaso no me gustaria prepararle una buena comida para que pudieramos charlar mientras cenabamos? ?No es eso algo que el esperaria?
– ?Por que no se lo preguntas?
– Maldita sea, Brady. ?Es que no te das cuenta? No funcionaria.
– De lo unico que me doy cuenta es que te esta costando preparar… -empezo. Entonces, miro el desorden que habia sobre la encimera de la cocina-. ?Que se supone que es?
– Guisado de atun.
– Te esta costando preparar un guisado de atun. Personalmente, espero que no aprendas nunca.