– No se trata de eso.
Abrumado por la ternura que sintio hacia ella, le limpio parte de la harina que tenia sobre la mejilla.
– ?De que se trata?
– Tal vez no tenga mucha importancia, tal vez sea una estupidez, pero, si ni siquiera puedo trocear unas verduras, ?como voy a poder realizar las tareas mas importantes?
– ?Crees que me quiero casar contigo para poder cenar caliente todas las noches?
– No. ?Y tu, crees que me puedo casar contigo y sentirme constantemente inepta e inutil?
– ?Porque no sabes lo que hacer con una rama de apio?
– Porque no se ser una esposa -rugio ella-. Por mucho que te quiera, no se si quiero serlo. Solo hay una cosa que se me da bien, Brady. La musica.
– Nadie te esta pidiendo que la dejes. Vanessa.
– ?Y que ocurrira cuando me vaya de gira? ?Cuando este lejos de casa semanas seguidas? ?Cuando tenga que dedicar horas interminables a ensayos y practicas? ?Que clase de matrimonio tendriamos, Brady, entre mis conciertos?
– No lo se -admitio Brady. Miro a su sobrina, que, en aquellos momentos, estaba ocupada metiendo las latas en las cacerolas-. No sabia que estabas considerando seriamente volver a dar conciertos.
– Tengo que considerarlo. Han formado parte de mi vida durante demasiado tiempo como para que no sea asi -dijo Vanessa, algo mas tranquila. Entonces, siguio troceando verduras-. Soy pianista, Brady, igual que tu eres medico. Lo que hago no salva vidas, pero las enriquece.
– Se que lo que haces es muy importante, Van -le aseguro el-. Te admiro por ello. Lo que no entiendo es por que tu talento tendria que ser un obstaculo para que estemos juntos.
– Es tan solo uno de ellos.
Brady la agarro por el brazo y la obligo a interrumpir lo que estaba haciendo.
– Quiero casarme contigo -le dijo, tras hacer que lo mirara-. Quiero tener hijos contigo y que tu construyas un hogar para ellos. Lo podemos conseguir, te lo aseguro. Confia en mi.
– Primero necesito confiar en mi. Me marcho a Cordina la semana que viene.
– ?A Cordina?
– Si. Para la gala benefica anual que organiza la princesa Gabriela.
– He oido hablar de esa gala.
– He accedido a dar un concierto.
– Entiendo. ?Cuando te comprometiste?
– Hace ya casi dos semanas.
– No me lo habias dicho.
– No, no te lo habia dicho. Con todo lo que estaba ocurriendo entre nosotros, no estaba segura de como reaccionarias.
– ?Ibas a esperar hasta que tuvieras que marcharte al aeropuerto para decirmelo o te ibas a contentar con mandarme una postal cuando llegaras alli? Maldita sea, Van… ?A que has estado jugando conmigo? ?Lo nuestro ha sido simplemente para matar el tiempo?
– Sabes que no es asi.
– Lo unico que se es que te marchas.
– Es un unico concierto. Unos pocos dias.
– ?Y entonces?
Vanessa se puso a mirar por la ventana.
– No lo se. Frank, mi manager, tiene muchas ganas de prepararme una gira. Eso ademas de una serie de conciertos especiales que me han pedido hacer.
– Ademas…Viniste aqui con una ulcera porque no soportabas subir a un escenario, porque te habias exigido demasiado con demasiada frecuencia. Y ya estas hablando de volver a hacerlo otra vez.
– Se trata de algo que tengo que decidir por mi misma…
– Tu padre…
– Mi padre esta muerto -lo interrumpio ella-.Ya no puede ejercer su influencia sobre mi para obligarme a tocar. Espero que tu no trates de ejercer la tuya para obligarme a no hacerlo. No creo que me exigiera demasiado. Hice lo que tenia que hacer. Lo unico que quiero es tener la oportunidad para decir que quiero hacer con mi vida.
– Has estado pensando en regresar, te has comprometido con Cordina, pero nunca me has hablado a mi al respecto -dijo el, apenado.
– No. Por muy egoista que pueda parecer, esto es algo que tengo que decidir yo sola. Se que es injusto por mi parte pedirte que esperes. Por eso no voy a hacerlo. Sin embargo, pase lo que pase, quiero que sepas que las ultimas semanas que he pasado contigo han significado mucho para mi.
– Al diablo con eso -replico Brady. Era casi como decir adios-.Vete a Cordina, vete donde quieras, pero no me olvides. No te olvides de esto…
La beso con furia y con desesperacion. Vanessa no se resistio.
– Brady -susurro, tocandole suavemente el rostro-. Tiene que haber mucho mas que esto. Para los dos.
– Claro que hay mas -afirmo el-.Y tu lo sabes.
– Hoy me he hecho una promesa a mi misma: voy a tomarme el tiempo necesario para pensar en mi vida, en cada ano que he pasado y en cada momento que recuerde como importante. Cuando lo haya hecho, tomare la decision correcta. No habra dudas ni excusas, pero, por el momento, debes dejarme marchar.
– Ya te deje marchar una vez -le recordo el. Antes de que ella pudiera contestar, Brady volvio a tomar la palabra-. Escuchame. Si te marchas asi, no pienso pasar el resto de mi vida deseandote. No permitire que me rompas el corazon una segunda vez.
En aquel momento, cuando estaban frente a frente, Joanie entro en la cocina.
– Vaya, dos canguros -comento mientras tomaba en brazos a su hija-. No me puedo creer que haya echado de menos a este monstruo. Siento que me haya llevado tanto tiempo. Habia mucha gente en las tiendas. Veo que mi hija ha estado muy ocupada -anadio, al ver las cacerolas y las latas que habia sobre el suelo.
– Se ha portado muy bien -consiguio decir Vanessa-. Se ha comido una media caja de galletas.
– Ya me parecia que habia engordado un poco. Hola, Brady. ?Que coincidencia! Me alegro de verte. Ademas, mirad a quien me he encontrado en el exterior de la casa -exclamo Joanie. Se hizo a un lado y dejo que Ham y Loretta entraran del brazo-. ?A que tienen un aspecto magnifico? Estan tan bronceados… Se que los bronceados no son buenos, pero sientan tan bien…
– Bienvenidos -dijo Vanessa, con una sonrisa, aunque no se movio del sitio-, ?Lo habeis pasado bien?
– Maravillosamente -contesto Loretta mientras colocaba un enorme bolso de paja sobre la mesa. Efectivamente, tenia algo de color en la cara y en los brazos. Ademas, los ojos le irradiaban felicidad-. Seguramente es el lugar mas hermoso de la tierra, con toda esa arena blanca y el agua tan transparente. Hasta fuimos a bucear.
– Yo nunca he visto tantos peces en toda mi vida -comento Ham, poniendo tambien otro bolso de paja sobre la mesa.
– ?Ja! -exclamo Loretta-. Lo unico que hacia era mirar las piernas de las mujeres por debajo del agua. Algunas no llevaban casi nada puesto. Ni los hombres -anadio, con una sonrisa-.Yo deje de mirar al otro lado despues de los dos primeros dias.
– De las dos primeras horas, mas bien -le corrigio Ham.
Loretta se echo a reir y rebusco en su bolso de paja.
– Mira, Lara -le dijo a la nina-. Te hemos traido una marioneta.
– Entre otra docena de cosas -intervino Ham-. Esperad hasta que veais las fotos. Yo incluso alquile una de esas camaras subacuaticas y tome muchas fotos de… de los peces, claro.
– Vamos a tardar semanas en deshacer las maletas. Ni siquiera quiero pensarlo -suspiro Loretta. Se sento a la mesa-. Oh… y las joyas de plata. Supongo que me excedi un poco.
– Mucho, diria yo -anadio Ham guinandole un ojo a su esposa.
– Quiero que escojais las piezas que mas os gusten -les dijo Loretta a Vanessa y a Joanie-. Cuando las encontremos… Brady, ?es eso limonada?
– Si -respondio el. Rapidamente le sirvio un vaso-. Bienvenida a casa.