Otro canal.

Kevin giro la esquina y se acerco pensando que el y Kenya tendrian que tener cuidado para no arruinar ninguna pista, y que por lo menos nadie sabia que el mismo se habia acostado con Dawn Green. Estaba furioso porque alguien hubiera matado a una mujer a la que conocia y deseaba que no hubiese sido un negro, porque entonces su relacion con Kenya se haria aun mas tensa.

Otro canal.

Rene Lenier deseaba que alguien viniera y se llevara el cadaver de la casa. Confiaba en que nadie supiera que se habia acostado con Dawn Green. No pude descifrar con exactitud sus pensamientos, eran muy tristes y enmaranados. De algunas personas no puedo obtener una lectura clara, y el estaba muy alterado.

Sam vino corriendo hacia mi, aflojando el ritmo cuando vio que JB me estaba tocando. No pude leer los pensamientos de Sam. Si podia sentir sus emociones (ahora mismo eran una mezcla de preocupacion, miedo y rabia), pero no pude obtener ni un solo pensamiento. Era algo tan fascinante e inesperado que me deshice del abrazo de JB y senti ganas de ir hasta Sam, coger sus brazos y mirarlo a los ojos, de zambullirme de verdad en su cabeza. Recorde cuando me toco y yo me aparte. Justo en ese momento me sintio dentro de su cabeza y, aunque siguio caminando hacia mi, su mente se aparto. A pesar de su invitacion del otro dia, no habia previsto que yo fuese capaz de descubrir que su cerebro era distinto a los demas. Me fije en ello hasta que me desconecto.

Nunca habia sentido algo similar. Era como una puerta de hierro que se cerrara. En mi cara.

Estaba a punto de ir a tocarlo de manera instintiva, pero deje caer la mano a mi lado. Sam miro a proposito a Kevin, y no a mi.

– ?Que sucede, agente?-pregunto.

– Vamos a entrar en esta casa a la fuerza, Sr. Merlotte, a no ser que usted tenga una llave maestra.

?Por que iba Sam a tener una llave?

– Es mi casero -dijo JB en mi oido, haciendome pegar un brinco.

– ?Lo es? -pregunte sin mucho sentido.

– Posee los tres adosados.

Sam habia estado rebuscando en su bolsillo, y en ese momento saco un manojo de llaves. Las paso con pericia, hasta detenerse en una y separarla de las demas. La saco del llavero y se la entrego a Kevin.

– ?Vale para la entrada principal y la trasera? -pregunto Kevin, y Sam asintio. Seguia sin mirarme.

Kevin regreso junto a la puerta trasera del adosado, donde no podiamos verlo. Pero estabamos todos tan inmoviles que se pudo oir la llave girar en el cerrojo. Despues entro en el dormitorio, donde estaba la muerta, y pudimos ver que esbozo una mueca cuando lo golpeo el hedor. Cubriendose la nariz y la boca con una mano, se inclino sobre el cuerpo y le puso los dedos en el cuello. Miro a traves de la ventana y agito la cabeza en direccion a su companera. Kenya asintio y se dirigio a la calle para usar la radio del coche patrulla.

– Escucha, Sookie, ?que te parece salir a cenar conmigo esta noche? -pregunto JB-. Esto ha sido muy duro para ti, y necesitas algo de distraccion para superarlo.

– Gracias, JB -yo era muy consciente de que Sam nos escuchaba-, es muy amable por tu parte. Pero tengo la impresion de que hoy voy a tener que trabajar horas extra.

Durante un segundo se le quedo la expresion en blanco. Entonces la comprension se filtro hasta su cerebro.

– Ah, si, Sam tendra que contratar a alguien mas -observo-. Tengo una prima en Springhill que necesita trabajo. Puede que la llame. Ahora hasta podriamos vivir uno al lado del otro.

Le sonrei (aunque estoy segura de que fue una sonrisa muy tenue) mientras me situaba junto al hombre para el que llevaba dos anos trabajando.

– Lo siento, Sookie -dijo en voz baja.

– ?El que?-yo tambien baje la voz. ?Iba a reconocer Sam lo que habia sucedido entre nosotros dos, o mas bien lo que habia dejado de suceder?

– Enviarte a buscar a Dawn. Deberia haber venido yo mismo. Estaba convencido de que simplemente se habia arrejuntado con otro nuevo, y necesitaba un recordatorio de que tenia que ir a trabajar. Pero la ultima vez que vine a por ella me grito tanto que no queria tener que volver a enfrentarme a algo asi. Y como un cobarde, te he enviado a ti y te ha tocado encontrarla asi.

– Eres un saco de sorpresas, Sam.

No se giro para mirarme ni hizo ninguna replica. Pero sus dedos envolvieron los mios. Durante un largo momento, estuvimos bajo el sol sosteniendo nuestras manos, con la gente revoloteando a nuestro alrededor. Su palma era caliente y seca, los dedos fuertes. Senti que de verdad habia conectado con otro humano. Pero entonces ese apreton se solto y Sam avanzo unos pasos para hablar con el detective, que estaba saliendo de su coche. JB comenzo a preguntarme que aspecto tenia el cadaver de Dawn, y el mundo regreso a la misma vieja rutina.

El contraste resultaba doloroso. Me volvi a sentir muy cansada, y recorde la noche anterior con mucho mas detalle de lo que deseaba. El mundo parecia un lugar malvado y terrible, todos sus habitantes eran sospechosos y yo era el corderito que vagaba por el valle de la muerte con un cencerro en el cuello. Me lance a mi coche y abri la puerta, sentandome de lado en el asiento. Ya habia estado mucho de pie aquel dia; me sentaria mientras pudiera.

JB me siguio. Ahora que me habia redescubierto, no podria deshacerme de el. Me acorde de cuando la abuela habia albergado serias esperanzas de que se formara alguna especie de relacion permanente entre nosotros, cuando estabamos en el instituto. Pero hablar con JB, o incluso leer su mente, era tan interesante como un librito de preescolar para un lector adulto. Que una mente tan boba hubiera acabado en un cuerpo tan elocuente debia de ser uno de los chistes de Dios.

Se arrodillo ante mi y me cogio la mano. Me entraron ganas de que en ese momento viniera alguna dama millonaria y astuta, se casara con JB, lo cuidara y disfrutara de lo que el podia ofrecer. Se estaria llevando una ganga.

– ?Donde trabajas ahora? -le pregunte, para poder distraerme.

– En el almacen de mi padre-respondio.

Ese era el trabajo de ultimo recurso, al que JB siempre regresaba cuando lo despedian de otros curros por hacer algo estupido o por no ir a su hora, o por ofender de manera imperdonable a algun supervisor. El padre de JB tenia una tienda de accesorios para automoviles.

– ?Como estan tus padres?

– Oh, bien. Sookie, deberiamos hacer algo juntos.

No me tientes, pense.

Algun dia mis hormonas tomaran el control y hare algo de lo que me arrepienta, y podria ser peor que hacerlo con JB. Pero decidi contenerme y esperar algo mejor.

– Gracias, cielo -le dije-, puede que lo hagamos. Pero ahora mismo estoy bastante triste.

– ?Estas enamorada de ese vampiro? -me pregunto a bocajarro.

– ?Donde has oido eso?

– Dawn lo dijo. -El rostro de JB se ensombrecio al recordar que Dawn estaba muerta. Al revisar su cerebro descubri que lo que Dawn habia dicho era: 'Ese nuevo vampiro esta interesado en Sookie Stackhouse. Yo le haria un mejor servicio; necesita una mujer que pueda soportar que la traten duro, y Sookie gritaria si la toca'.

No tenia sentido ponerse furiosa con una muerta, pero por unos breves instantes me console haciendo precisamente eso. En ese momento el detective se acerco a nosotros y JB se puso en pie para alejarse.

El detective se coloco en la misma postura que JB, poniendose de cuclillas delante de mi. Yo debia de tener mal aspecto.

– ?Senorita Stackhouse? -pregunto. Estaba usando esa voz serena y potente que muchos profesionales adoptan en los momentos de crisis-. Soy Andy Bellefleur. -Los Bellefleur llevaban por Bon Temps desde que existia el pueblo, asi que no me hizo reir la idea de que un hombre fuera 'flor hermosa'. De hecho, al contemplar la masa de musculos que era el detective Bellefleur lo lamente por cualquiera que lo encontrara

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