– ?Bill?-pregunte, con miedo en la voz.

– ?Que pasa? -respondio, y note que la cama se inclinaba al sentarse el en el borde.

– ?Estas bien?

– Si, solo estaba fuera, paseando.

– ?No hay nadie ahi fuera?

– No, carino.

Escuche el sonido de la tela sobre la piel y pronto estuvo bajo las sabanas, junto a mi.

– Oh, Bill, tu podrias haber estado en uno de esos ataudes -dije, aun con la angustia fresca en mi cabeza.

– Sookie, ?has pensado que podias haber sido tu el cadaver de la bolsa? ?Que ocurriria si vienen aqui y queman esta casa al amanecer?

– ?Tienes que venir a mi casa! No la quemarian. Puedes estar a salvo conmigo-dije con fervor.

– Sookie, escuchame: por mi culpa puedes morir.

– ?Y que perderia? -pregunte, con la voz tenida de pasion-. Desde que te conozco he sido feliz, ha sido la epoca mas feliz de mi vida.

– Si muero, ve con Sam.

– ?Ya me estas pasando a otro?

– Nunca -dijo, y su suave voz era fria-. Nunca. -Senti que me agarraba los hombros con las manos. Estaba a mi lado, muy cerca, y se acerco un poco mas. Pude notar toda la extension de su cuerpo.

– Escucha, Bill -le dije-. No soy culta, pero tampoco estupida. Carezco de verdadera experiencia o de mundologia, pero no creo que sea ingenua -confie en que no estuviera sonriendo amparado por la oscuridad-. Puedo lograr que te acepten. Puedo hacerlo.

– Si alguien puede eres tu-dijo-. Quiero volver a entrar en ti.

– ?Te refieres…? Oh, si, ya veo a lo que te refieres. -Habia cogido mi mano y la habia guiado hasta su zona inferior-. A mi tambien me gustaria.

Y lo haria, si me fuera posible sobrevivir a ello despues del embate al que me habia sometido en el cementerio. Bill habia estado tan furioso que ahora me sentia molida, pero tambien notaba esa sensacion de calida humedad que me atravesaba, esa excitacion incansable a la que Bill me habia hecho adicta.

– Carino -dije, acariciandole de un extremo a otro-, carino. -Lo bese y su lengua penetro mi boca. Pase mi propia lengua por sus colmillos-. ?Podrias hacermelo sin morder? -susurre.

– Claro. Es solo que cuando pruebo tu sangre es como una gran apoteosis.

– ?Sera casi igual de bueno sin sangre?

– Nunca puede ser tan bueno, pero no quiero debilitarte.

– Si no te importa… -dije con timidez-. Me lleva unos cuantos dias recuperarme.

– He estado siendo egoista… eres tan buena.

– Si estoy fuerte, sera aun mejor-sugeri.

– Muestrame lo fuerte que eres-dijo, provocandome.

– Ponte boca arriba. No estoy muy segura de como se hace esto, pero se que otras parejas lo hacen.

Me puse a horcajadas sobre el y note que se le aceleraba la respiracion. Me alegre de que la habitacion estuviese a oscuras. Fuera todavia diluviaba, y el destello de un relampago me mostro sus ojos resplandecientes. Me ajuste poco a poco hasta lo que, confie, debia de ser la posicion correcta, y lo conduje a mi interior. Tenia mucha fe en mi instinto, y desde luego, no me traiciono.

8

Estabamos juntos de nuevo y mis dudas quedaron amortiguadas, al menos por un tiempo, gracias al miedo que senti al pensar que podia haberlo perdido. Bill y yo nos adaptamos a una complicada rutina.

Cuando me tocaba trabajar de noche, iba a casa de Bill despues determinar el turno y solia pasar alli el resto de la noche. Si trabajaba de dia, era Bill el que se venia a mi casa despues del ocaso y veiamos la tele, ibamos al cine o jugabamos al Scrabble. Me veia obligada a descansar una noche de cada tres, o en su defecto Bill tenia que evitar morderme esas noches; de lo contrario empezaba a sentirme debil y desganada. Y siempre estaba presente el peligro de que Bill se alimentara demasiado de mi. Estuve trasegando vitaminas y hierro hasta que Bill se quejo del sabor. Entonces reduje el hierro.

Mientras yo dormia, Bill se dedicaba a otras cosas. A veces leia, otras vagaba al amparo de la noche, y en ocasiones salia y arreglaba el jardin bajo la luz de las farolas. Tal vez tomara sangre de otra persona, pero al menos lo mantuvo en secreto y lo hizo lejos de Bon Temps, que era lo que yo le habia pedido. He dicho que esta rutina resultaba complicada, porque me daba la impresion de que aguardabamos algo. El incendio del nido de Monroe habia enfurecido a Bill, pero creo que tambien lo asusto. Debe de ser terrible sentirse tan poderoso despierto y tan indefenso dormido. Los dos nos preguntabamos si la opinion publica contra los vampiros amainaria ahora que los mas molestos de la zona habian muerto.

Aunque Bill no dijo nada explicito, supe, por el curso que tomaban nuestras conversaciones de vez en cuando, que tambien le preocupaba mi seguridad con el asesino de Dawn, Maudette y mi abuela aun suelto.

Si la gente de Bon Temps y las ciudades de los alrededores penso que quemar a los vampiros de Monroe tranquilizaria sus conciencias respecto a los asesinatos, estaban equivocados. Los informes de las autopsias de las tres victimas aclararon por ultimo que cuando murieron no les faltaba nada de sangre. Ademas, las marcas de mordiscos en Maudette y Dawn no solo tenian pinta de ser antiguas, sino que se demostro que asi era. La causa de las muertes fue el estrangulamiento. Maudette y Dawn habian mantenido relaciones sexuales antes de morir. Y despues.

Arlene, Charlsie y yo teniamos cuidado, por ejemplo al salir al estacionamiento solas, y siempre vigilabamos que nuestras casas siguieran bien cerradas antes de entrar en ellas. Tratabamos de fijarnos en que coches podian seguirnos por la carretera.

Pero es complicado mantener esas precauciones; es un enorme peso para los nervios, y no me cabe duda de que las tres volvimos pronto a retomar nuestra rutina descuidada. Puede que fuese mas comprensible en el caso de Arlene o el de Charlsie, porque no vivian solas, como las dos primeras victimas; Arlene vivia con sus hijos (y con Rene Lenier de tanto en tanto) y Charlsie con su marido, Ralph. Yo era la unica que vivia sola.

Jason venia albar casi cada noche, y se aseguraba de charlar siempre conmigo. Me di cuenta de que trataba de reparar la brecha que habia entre nosotros, y respondi todo lo que pude. Pero Jason tambien bebia mas, y su cama tenia tantas usuarias como unos banos publicos, aunque parecia abrigar fuertes sentimientos por Liz Barrett. Colaboramos con meticulosidad hasta resolver el tema de las herencias de la abuela y del tio Bartlett, aunque en ese caso el tenia mas que ver con el asunto que yo: el tio Bartlett habia dejado a Jason todo salvo mi dinero.

Una noche en la que se habia tomado una cerveza de mas, Jason me conto que habia tenido que volver otras dos veces a la central de policia, y que lo estaban volviendo loco. Al fin habia hablado con Sid Matt Lancaster, y este le habia aconsejado que no volviera a la comisaria si no era en su compania.

– ?Como es que siguen molestandote?-le pregunte-. Tiene que haber algo que no me hayas contado. Andy Bellefleur no ha acosado a nadie mas, y sabemos que ni Dawn ni Maudette erandemasiado melindrosas respecto a quien se llevaban a la cama.

Jason parecio avergonzado. Nunca habia visto a mi atractivo hermano mayor tan sonrojado.

– Peliculas -murmuro.

Me incline para asegurarme de que lo habia oido bien.

– ?Peliculas?-dije, incredula.

– Shhh -chisto, pareciendo muy culpable-. Haciamos peliculas.

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