– No quiero. Voy a pasar la manana aqui, echando una mirada en general. Estare disponible en caso de que se presente un trabajo para conducir de ultimo momento.

– Bien. ?Vaya! Ya llego Isobel -vimos entrar su auto por las rejas-. Ven y escucha mientras trato de averiguar quien estaba enterado de que Dave Yates iba a ir a Newmarket el dia que recogio a Kevin Keith.

Nos dirigimos a la oficina de Isobel, donde le di las gracias por la lista de visitantes. Isobel la llamo a la pantalla y me dirigio una sonrisa radiante por mi mensaje de agradecimiento al final.

– ?Recuerdas quienes de las personas que aparecen en la lista estuvieron aqui el dia anterior a que Brett y Dave trajeran al hombre que les pidio el viaje gratis? ?Alguien que pudiera haber visto nuestro itinerario para el jueves?

– Bueno, es evidente que todos los conductores vinieron a consultarlo.

– ?Y ademas de ellos?

Ella nego con la cabeza.

– Eso fue hace muchos dias. La gente entra y sale de aqui todo el tiempo.

Lei la lista en la pantalla.

– ?Que me dices del doctor Farway?

– ?Oh, no! El llego al dia siguiente, cuando el hombre ya habia muerto. Vino el viernes.

– ?Y John Tigwood? ?Que dia se presento?

– Debe haber sido el viernes igualmente. Si, Sandy Smith estuvo aqui tambien. Recuerdo que todos comentaban sobre el hombre muerto.

– Muy bien. ?Que hay acerca de Tessa Watermead?

– Me parece que vino antes del viernes, pues ese fue el dia en que estaba empenada en ir con Nigel a Newmarket y el se rehuso a llevarla -Isobel fruncio el entrecejo-. Tessa entra y sale con frecuencia. Esta empenada en que le ensene como hacer este trabajo… ?Te molesta si le enseno?

– No, mientras no represente una molestia para ti o te haga perder el tiempo.

– Pues un poco -comento Isobel francamente.

– Bueno -prosegui-, ?que me dices del senor Rich?

– El viernes. Mientras tu hacias el transporte de enlace. Tambien vino el martes, para quejarse acerca de su traslado.

– ?Y Lorna Lipton, la hermana de la senora Watermead?

– Pasea a su perro cerca de aqui. Vino a verte ese viernes, cuando estabas ocupado en la transportacion.

– Mmm, bien -repuse-. ?Recuerdas si alguien pregunto especialmente por Dave?

Fruncio el entrecejo.

– En realidad no recuerdo que nadie haya preguntado, aunque no podria jurarlo. Quiero decir… ?Oh, si! Jericho Rich queria saber si Dave iba a ir a Newmarket con su primer lote de caballos, pero yo respondi que no, que el iba a llevar a unos corredores a Folkestone. Fue a Folkestone, ?no es asi? -miro con desesperacion hacia la computadora, se sentia perdida sin la memoria de la maquina, no obstante ella no lo hacia del todo mal con la propia.

Le di las gracias y sali al patio. Nina me siguio.

– Esto es un laberinto -comento Nina-. ?Como logras recordar todo eso?

– No puedo. Se me escapan fragmentos -ademas de que todavia queria ir a dormirme, lo que no ayudaba.

Mientras tanto la flotilla salia constantemente. Solo quedaban tres camiones en algunos espacios separados, silenciosos, limpios; se veian majestuosos a su manera.

– Estas orgulloso de ellos -exclamo Nina al ver mi rostro.

– Sera mejor que no lo este, o algo les sucedera. Me encantaba mi Jag… ?Pero, igual, ya no importa!

Isobel se acerco a la puerta de la oficina y mostro un claro alivio al encontrarme todavia ahi. Tenia a la secretaria de Benyi Usher en la linea telefonea, me informo. ?Podria hacer el favor de enviar otro camion de inmediato, debido a que el senor Usher habia olvidado que tenia un par de caballos que iba a participar en las carreras de vallas para novatos en Lingfield?

– Lewis ya salio para alla con los dos primeros -explico- y el senor Usher dice que no le dara tiempo de regresar.

– Dile que enviaremos otro camion en este momento.

– ?Vas a conducir tu? Todos los demas ya se fueron.

– Yo lo hare -se ofrecio Nina-. ?En que camion?

Observamos los que quedaban.

– Puedes ir en el de Pat -dije, y senale el camion para cuatro caballos-. El que condujiste el primer dia. Hay un 'llanero solitario” debajo, no lo olvides, aunque creo que eso ya no importa.

– De todos modos me mantendre alerta -Nina sonrio-. ?Es increible que un entrenador se olvide de sus corredores!

Revise el mapa con ella, me cerciore de que llevara los documentos correctos y despues conduje por delante hasta las caballerizas de Benyi. El hombre estaba asomado por la ventana del piso superior cuando llegamos, profiriendo una sarta de invectivas e instrucciones a sus desafortunados mozos de espuela.

Nina ayudo a los mozos de cuadra para subir al camion a los dos inquietos y jovenes saltadores de vallas, que reaccionaban con temblores y ponian los ojos en blanco ante la confusion general. Nina, me di cuenta, les transmitia un efecto tranquilizador tan poderoso y natural como el que tambien tenia Dave, de manera que, al final, las criaturas nerviosas subieron docilmente por la rampa sin necesidad de colocarles vendas en los ojos. Benyi dejo de quejarse. Cuando Nina y el jefe de mozos de espuela cerraron la rampa, un par de mozos de cuadra subio a los asientos de pasajeros, y el circo estuvo listo para ponerse en marcha.

Nina se rio conmigo a traves de la ventana.

– Dicen que hay un nuevo jefe de mozos de cuadra en el camion de Lewis que nos lleva la delantera y que no esta enterado de que estos dos caballos van en camino. Tiene que registrara os y ensillarlos. ?Que vamos a hacer?

– Llama a Isobel por telefono y pidele que ponga a Lewis al tanto -indique.

– Si, jefe.

Ella se puso en camino de buen talante y descubri que me resultaba lamentable que su estancia fuera temporal. Nina Young era muy competente y una buena compania.

Cuando llegue a mi casa, el estacionamiento estaba repleto de autos, en torno al Jaguar y al Robinson 22. Sus conductores intentaron presentarse al mismo tiempo.

– ?Oigan! -proteste-. ?Quien llego primero?

Un sencillo orden de procedimiento me permitio identificar a varios agentes de seguros, inspectores de accidentes aereos, el representante de una empresa que enviaria el helicoptero a Escocia y el cerrajero que iba a abrir la caja fuerte.

A este ultimo lo introduje en primer termino en la casa, a pesar de que, en apariencia, era quien habia llegado al final. Contemplo el trabajo realizado por el hacha, se rasco la cabeza y penso que el caso ameritaba un taladro.

– Perforela -repuse.

El resto de las personas que permanecio afuera saco su libreta de notas. El transportista del helicoptero hizo algunas preguntas, al igual que el inspector de accidentes aereos. Los agentes de seguros, tanto el de Lizzie como el mio, comentaron que nunca se habian encontrado con algo asi. Estudiaron el informe de Sandy.

Me pidieron que firmara varios papeles. Firme.

El enjambre de cuadernos regreso a los vehiculos y se alejo. Solo se quedo la camioneta del cerrajero a un lado de los destrozos en la zona asfaltada. Entre para verificar los progresos que habia hecho y encontre la puerta de la caja abierta, pero sin su mecanismo de cierre, que estaba sobre el piso. Me pidio que revisara que el contenido de la caja estuviera intacto y cuando lo hice me dio a firmar su orden de trabajo. Volvi a firmar.

Cuando el empleado se retiro, saque de la caja el paquete de dinero y los discos flexibles con las copias de seguridad y me dirigi a la cocina para telefonear al mago de las computadoras. De muy buen agrado me indico que cuando quisiera llevara los discos para revisarlos, iba a estar en su taller toda la tarde.

Prepare cafe, bebi y reflexione un poco. Unos minutos despues llame a la oficina local de derechos e impuestos aduaneros. Les informe que, puesto que mis camiones viajaban con regularidad al otro lado del Canal, deseaba una lista actualizada de lo que podia transportarse en ellos, en vista de las siempre cambiantes reglamentaciones europeas.

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