descubiertos apenas dos anos atras. Uno de sus generales los habia encontrado y se los habia traido, sin saber lo que eran.

Pero Stryker lo sabia, y reservaba un par para un 'amigo' muy especial.

El le tendio los brazaletes.

Tomandolos, hizo una mueca como si estuvieran hechos de carbon y no de oro Atlantean.

– ?Que hago con estos?

Suspiro de cansancio. Habia momentos en que ella era brillante y otras veces tenia que manejarla como si tuviera el intelecto de una cabra de cinco anos.

– ?Como matas a un dios?

– Le quitas sus poderes.

Inclino la cabeza con aprobacion.

– ?Si no puedes hacer eso?

– Seduces a un Chthonian y le dices que el dios te ataco, entonces te ries mientras el Chthonian le extirpa la vida. Pero no tengo tiempo para eso. Xypher esta a un paso de bajar para atacar aqui y matarme.

Stryker la gruno con irritacion.

– Deja de pensar como una puta por un minuto. La mejor forma de acabar con un enemigo es atacando su punto mas debil.

Se puso las manos en las caderas. Los brazaletes colgaban de la mano derecha precariamente como si fueran imitaciones baratas y que no valiesen mas que un reino humano… o su vida.

– No tiene ninguno.

Stryker entrecerro los ojos en los brazaletes.

– Ponle uno de estos y lo tendra.

Finalmente interesada en lo que habia puesto el en sus manos, los inspecciono.

– ?Que estas diciendo?

– Lo que digo, Themis; es que esos brazaletes pequenos de oro de tus manos son su Talon De Aquiles. Pasaselos a uno de mis Spathi Daimons y asegurate uno para Xypher y el otro para un mortal y todos tus problemas se habran acabado.

Sonrio mientras ella finalmente “Entendio” el significado de los brazaletes.

– Los amarran… Mato al mortal y Xypher muere.

El asintio.

– Mejor que eso aun, si el mortal llegara a estar a mas de seis metros de el, entonces el humano muere… y tambien el.

Ella se rio diabolicamente antes de acercarse al trono y besarlo en la mejilla.

– Sabia que te queria por una razon.

Stryker no era tan estupido para creer eso ni siquiera durante un momento. Su hermana era incapaz de amar a nadie excepto a si misma. Pero la habia ganado para la causa como una aliada por algunos dias mas.

Satara lanzo al aire un brazalete y lo atrapo en sus manos.

– No puedo esperar para ver su cara cuando se entere de lo que es esto. -Luego se desvanecio antes de que Stryker pudiera darle un consejo mas.

– Escoge al humano sabiamente. -Lo ultimo que ella necesitaba era encontrar uno que realmente sabia como luchar contra ellos.

Cuando Simone termino de dar su clase de la tarde y alcanzo el callejon, se acercaba el crepusculo. Habia un frio mordaz inoportuno en la brisa mientras salia de su Honda blanco y bajaba a la cuneta. Levanto el cuello del abrigo de lana mas alto en el cuello y tirito. Nunca le gustaba acercarse a la escena del crimen, especialmente despues de haber sido limpiada. Ahora mismo, no habia nada que marcara este como un lugar de violencia. Se parecia a todos los otros callejones de la ciudad.

Eso era lo que mas la inquietaba.

La vida de Gloria habia acabado abruptamente aqui mismo y solo Gloria y su familia lo sabrian toda la vida. Centenares de personas lo rodearian; pasarian justo por este lugar sin darse cuenta del hecho, de que una joven habia sido descargada aqui como otra tanta basura. El pensamiento de eso la dejo livida y le recordo a su propia madre.

Simone se sobresalto.

– ?Estas bien? -pregunto Jesse.

– Si. Mal pollo el del almuerzo.

– Comiste un sandwich de jamon y queso.

– Oh, calla la boca, sabelotodo. Deja de estar tan atento.

Metio la mano en su bolso y saco un par de guantes de latex por si acaso pudiera encontrar algo. Tambien la protegeria de cualquier genero perdido que quizas fuera un rescoldo. Esa era una cosa en la que continuamente fallaba con sus estudiantes. Cualquier ropa usada en la escena del crimen deberia ser considerada como un riesgo biologico. En los ultimos anos habia llevado a casa mas contagio de los queria pensar y que solo la hizo alegrarse de vivir sola. Lo ultimo que queria era hacer significativo otro mal.

Abrio su coche y arrojo el bolso dentro antes de sacar su caja de herramientas forense que contenia todo lo que necesitaria para conservar cualquier prueba que pudiera haber sido pasada por alto por la policia.

Gloria ladeo la cabeza mientras se quedaba con la mirada fija en el callejon.

El estomago de Simone se apretado con simpatia.

– ?Recuerdas algo?

– Habia unos grunidos extranos. -Su voz era tranquila. Distante.

– ?Grunidos?

Gloria inclino la cabeza.

– Era profundo y fiero, pero no realmente como un animal.

– ?Eso era como esto? -Jesse hizo un ruido inhumano fantasmagorico.

Gloria lo miro con ceno.

– Eso suena como Darth Vader atragantandose con un hueso de gallina. No.

El le paso un indignado fulgor a Simone mientras ella estallaba en risas.

– Bien, lo era.

– Estupendo, a ver si te ayudo mas.

Simone nego con la cabeza antes de sacar la linterna y se dirigieron a la zona donde habia visto el cuerpo fotografiado. Habia edificios en tres lados y un brillo en medio. El pasillo que lo circunda estaba interrumpido. Callejon tipico con mucho trafico de acero alrededor de el. Sin mencionar, que cualquiera en los edificios facilmente podia asomarse a la ventana y ver bien donde estaban.

Le hizo preguntarse si habia habido un testigo que hubiera visto al asesino.

Hecho un vistazo hacia donde Jesse hacia de Michael Jackson en Moonwalk mientras el examinaba el callejon y la calle. Todo lo que el muchacho necesitaba era una chaqueta de cuero roja claveteada con oro y un guante con lentejuelas.

– Perdoneme, Sr. Thriller o Beat o lo sea que estes tristemente volviendo a vivir… ?Estas justo conmigo o este area es demasiada expuesta para que esto sea una ataque Daimon?

Despues de dedicarle a ella un resplandor lleno de odio, Jesse estuvo de acuerdo

– Hay tambien mucho movimiento por aqui y no se habrian fijado en un poco de sangre sobre el suelo. Los bastardos son comedores negligentes.

– Yeah, eso es lo que entiendo yo tambien. Creo que Tate tenia razon cuando dijo que murio en otra parte. Pero las marcas de la garra en el cuello… Eso no es humano. Si no fue un Daimon, ?que la mato?

– Disculpadme, chicos -chasqueo Gloria-. Sucede que estoy aqui de pie. ?Os importa?

Simone se encogio de miedo con su insensibilidad. Normalmente tenia mucho mas cuidado con los espiritus a su alrededor.

– Lo siento.

Jesse se acerco a Gloria.

– Pero recuerdas estar aqui, ?verdad?

Gloria inclino la cabeza.

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