Su mirada fue tan fria como el viento en el exterior.

– No hagas preguntas si no quieres saber la respuesta.

– Um, chicos… -dijo Jesse, interrumpiendolos. -Los Daimons tienen un coche y vienen tras nosotros.

Xypher maldijo.

En un abrir y cerrar de ojos, Simone se movio del asiento del acompanante al del conductor.

Ahora Xypher se encontraba en el asiento de ella.

– ?Puedes sacarnos de aqui?

Probablemente deberia cuestionarse lo que acababa de suceder, pero teniendo en cuenta que uno de sus mejores amigos era un fantasma y que el otro trabajaba para caza-vampiros inmortales, estaba acostumbrada a que lo inusual fuera cosa de todos los dias. Lo que importaba ahora era salir libres.

– Conduccion defensiva 101. Asegurad vuestros cinturones.

El coche salio disparado hacia el otro lado y se enfilo en direccion a los Daimons, que viraron bruscamente para evadirla. Simone dio un rapido giro en U en medio de la carretera y se enfilo hacia el callejon donde se habian encontrado.

– Buen trabajo.

Estaba asombrada de que el maleducado de Xypher fuera capaz de hacerle un cumplido.

– Beneficios de pasar el tiempo con la policia. Aprendes un monton de cosas utiles.

Jesse asomo la cabeza en el asiento delantero, entre ellos dos.

– Aun vienen tras nosotros.

– No por mucho tiempo. -Xypher bajo la ventanilla y saco un arma del bolsillo de sus pantalones. Abrio fuego hacia el coche que los seguia.

Los ojos de Simone se abrieron de par en par cuando escucho explotar un neumatico. El coche derrapo hacia un lado antes de volcar en la calle.

– Buena punteria, Tex.

Saco el arma y la reemplazo con una nueva.

– Tengo una ventaja desleal. Puedo hacer que las balas se dirijan donde yo quiera. Elimine a los Daimons antes de acabar con el coche.

Simone se adentro en un pequeno aparcamiento y luego se detuvo de nuevo. Se giro en su asiento para enfrentarlo. Tenia las mejillas enrojecidas por el esfuerzo y el viento quemaba su piel como habia quemado a los Daimons. El color hacia que sus ojos destacaran aun mas.

Se veia magnifico y humano, y aun asi…

– ?Que eres exactamente?

Xypher no le respondio y se froto una ceja.

– Tenemos que resolver lo de estos brazaletes antes de que se haga mas tarde. No me gusta jugar con factores desconocidos.

Lo miro divertida.

– No estas solo en el Planeta Ego. Yo tambien quiero saber en que estoy metida, y en este momento, Psicopata, tu eres el factor desconocido mas crucial en mi mundo. Asi que responde a mi pregunta. ?Que eres?

El desprecio volvio a reflejarse en su rostro.

– Esa no es una respuesta simple, humana.

Apago el motor, saco las llaves y cruzo los brazos sobre su pecho.

– Ponme a prueba.

Xypher apreto los dientes al tiempo que peleaba contra el deseo de asesinarla. Despues de todo, era tan solo otra humana, no obstante, una muy bonita. Y sin embargo, humana. Normalmente, no habria dudado en sacarla de su miseria, pero albergaba un verdadero mal presentimiento con respecto al brazalete que tenia en su antebrazo. El hecho de que ambos lo llevaran, probablemente significaba que sus vidas, si no sus almas, estaban vinculadas de alguna forma. Lo que suponia que si ella moria, habia buenas probabilidades de que el tambien.

Maldicion. Ella tendria que vivir hasta que resolviera el embrollo.

Considero la opcion de mentirle. Pero ?para que molestarse? Habia visto a los Daimons, algunos de sus poderes, y ?que demonios? Habia un fantasma en el asiento trasero que parecia ser su amigo. La forma en que se habia comportado hasta el momento demostraba que al menos, se encontraba familiarizada con lo sobrenatural.

?Que podia suponer un poco mas?

– ?Que tanto sabes de mitologia Griega? -le pregunto.

– Zeus es el rey, ?verdad?

Xypher resoplo.

– Se lo cree la mayor parte del tiempo. Personalmente, creo que es un culo pomposo que deberia ser abofeteado por Hera al menos una vez en su existencia.

Simone hizo una mueca de dolor al darse cuenta de que el, de alguna forma, estaria relacionado con ellos… Si, su suerte mejoraba minuto a minuto.

– Entonces, ?que tiene que ver Zeus con todo esto?

– En realidad, nada. Tu eres quien lo trajo a colacion.

Dejo escapar un suspiro exasperado.

– Me esta doliendo la cabeza y tu aun evitas mi pregunta.

– De acuerdo, -le dijo simplemente-. Soy un Skotos.

Fruncio el seno ante la desconocida palabra.

– ?Y eso que significa? ?Tienes una erupcion?

No parecio nada divertido con su pregunta.

– No, humana, significa que solia ser un dios del sueno.

Bueno, el era un poco de ensueno…

Oh, no, Sim, no estas tragandote sus chorradas, ?o si? Parecia tan poco probable y aun asi, los Dark-Hunters para los que Tate trabajaba, eran un ejercito de guerreros inmortales creados por la diosa Artemisa para proteger a la humanidad.

Si, le habia costado un tiempo asimilar esa realidad. Y si creia que Tate no estaba loco y que los Daimons eran reales, porque les habia visto mas veces de las que hubiera querido, entonces no tenia mas opcion que creer tambien este cuento.

Respirando profundamente, para contenerse por el resto de su historia, se puso tensa.

– ?Y ahora eres?

– Un muerto andante.

Con imagenes de los Daimons tratando de comersela atravesando su mente, Simone salio disparada del coche. Solo podia pensar en escapar antes de que el la convirtiera en su cena.

No llego muy lejos.

Xypher se precipito ante ella y la apreso contra su pecho.

– Te dije que no.

Ella lo habia atenazado por la garganta.

Maldiciendo, se libero mientras luchaba por respirar.

Xypher la miro fijamente mientras se imaginaba que la desmembraba en sangrientos trozos. Enojado mas alla de la tolerancia, echo su mano hacia adelante y la apreto contra la pared. Con su garganta punzando de dolor, se abalanzo sobre ella intentando hacerle pagar su ataque.

Ya habia recibido suficientes golpes en la vida…

– Vuelve a intentarlo, -le gruno entre dientes apretados-, y con brazalete o sin el, te arrancare la cabeza y la usare como tope de la puerta.

Simone sintio que el miedo trepaba por su espina dorsal, pero no tenia intenciones de permitir que el lo notara.

– ?Que es lo que quieres de mi?

– Nada. Todo lo que quiero es entrar al infierno de los Daimons para poder visitar y asesinar a una vieja amiga. Tu eres una pobre inocente que quedo atrapada bajo fuego cruzado.

La libero de forma tan brusca que Simone casi se cayo. Se recompuso y se enderezo tanto como pudo, pero

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