tenido la impresion de que Eichmann pertenecia a esta categoria.
El segundo tipo estaba constituido por los cinicos inteligentes, los hombres que estaban al corriente de la existencia de la varita magica. En compania de amigos de confianza, se reian de muchas cosas: de la ignorancia de los nuevos doctores y profesores, de los errores y la moral de los Leiter y los Gauleiter. El Fuhrer y los ideales supremos eran la unica cosa de la que no se reian. Estos hombres vivian normalmente a cuerpo de rey, bebian mucho, y su presencia era cada vez mayor en los peldanos superiores de la escala jerarquica del Partido que en la base, donde predominaban los jefes del primer tipo.
En la cuspide regia una tercera categoria: alli solo habia lugar para ocho o nueve personas, que admitian a unas quince o veinte mas en el seno de sus reuniones. Se trataba de un mundo sin dogmas donde se podia discutir de todo con plena libertad. Alli, nada de ideales; solo pura matematica y la alegria de los grandes maestros que no conocian la piedad.
A veces Liss tenia la sensacion de que en Alemania todo giraba en torno a ellos, a su bienestar.
Liss tambien habia constatado que la aparicion en la cuspide de personas con facultades limitadas siempre presagiaba acontecimientos siniestros. Los controladores del mecanismo social elevaban a los dogmaticos solo para confiarles las tareas mas cruentas. Y estos, necios, disfrutaban por un tiempo de la ebriedad del poder, pero luego, una vez cumplido el trabajo, eran borrados del mapa; a menudo corrian la misma suerte que sus victimas. En la cima quedaban, como antes, los imperturbables maestros.
Los simplones, los que correspondian al primer tipo, estaban dotados de una cualidad excepcionalmente valiosa: eran del pueblo. No se limitaban a citar a los clasicos del nacionalsocialismo, tambien hablaban la lengua del pueblo. Su rudeza parecia sencilla, popular. Sus bromas provocaban la risa en las reuniones obreras.
El cuarto tipo era el de los ejecutores, hombres que eran completamente indiferentes al dogma, a las ideas, a la filosofia; tambien estaban privados de capacidad analitica. El nacionalismo les pagaba y ellos le servian. Su unica gran pasion eran las vajillas, los trajes, las casas de campo, los objetos de valor, los muebles, los automoviles, los frigorificos. No les gustaba demasiado el dinero porque no creian en su estabilidad.
Liss aspiraba a mezclarse con los altos dirigentes, sonaba con su compania y su intimidad; alli, en el reino de la inteligencia y la ironia, de la logica elegante, se sentia a gusto, bien, comodo.
Pero a una altura aterradora, por encima de aquellos lideres, por encima de la estratosfera, habia un mundo oscuro, incomprensible, confuso, cuya falta de logica era inquietante, y en aquel mundo superior imperaba el Fuhrer.
Lo que mas aterrorizaba a Liss de Hitler era la inconcebible yuxtaposicion que se daba en el de elementos contradictorios: era el maestro absoluto, el gran mecanico, dotado del cinismo y la crueldad matematica mas refinada, superior a la de todos sus colaboradores mas estrechos juntos. Pero, al mismo tiempo, poseia un frenesi dogmatico, una fe fanatica y ciega, una falta de logica bovina que Liss solo habia encontrado en los niveles mas bajos, casi subterraneos, de la direccion del Partido. Creador de la varita magica y sumo sacerdote, era al mismo tiempo un feligres oscuro y frenetico.
Y ahora, mientras seguia con la mirada el coche que se alejaba, Liss sintio que Eichmann habia suscitado en el aquel confuso sentimiento que al mismo tiempo aterrorizaba y atraia y que hasta el momento solo le habia provocado una sola persona en el mundo: el Fuhrer del pueblo aleman, Adolf Hitler.
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El antisemitismo se manifiesta de modos diversos, desde el desprecio burlesco hasta los sangrientos pogromos.
Puede asumir diferentes aspectos: ideologico, interior, oculto, historico, cotidiano, fisiologico, y son varias sus formas: individual, social, estatal.
El antisemitismo se encuentra en el mercado y en las sesiones del presidium de la Academia de las Ciencias, en el alma de un hombre viejo y en los juegos infantiles. Sin perder un apice de su fuerza, el antisemitismo ha pasado de la epoca de las lamparas de aceite, los barcos de vela y las ruecas a la epoca de los motores de reaccion, las pilas atomicas y las maquinas electronicas.
El antisemitismo nunca es un fin, siempre es un medio; es un criterio para medir contradicciones que no tienen salida.
El antisemitismo es un espejo donde se reflejan los defectos de los individuos, de las estructuras sociales y de los sistemas estatales. Dime de que acusas a un judio y te dire de que eres culpable.
El odio hacia el regimen de servidumbre de la patria incluso en la mente del campesino Oleinichuk, combatiente por la libertad encarcelado en Schlisselburg, se transforma en odio hacia los polacos y los judios. E incluso un genio como Dostoyevski vio un judio usurero alli donde deberia haber visto los ojos despiadados del contratista, el fabricante y el esclavista rusos.
Y el nacionalsocialismo, al acusar al pueblo judio que el mismo habia inventado de racismo, de ansia de dominar el mundo y de una indiferencia cosmopolita hacia la nacion alemana, proyectaba sobre los judios sus propios rasgos. Pero este es solo uno de los aspectos del antisemitismo.
El antisemitismo es la expresion de la falta de talento, de la incapacidad de vencer en una contienda disputada con las mismas armas; y eso es aplicable a todos los campos, tanto la ciencia como el comercio, la artesania, la pintura. El antisemitismo es la medida de la mediocridad humana. Los Estados buscan la explicacion de sus fracasos en las artimanas del judaismo internacional. Pero este es solo uno de los aspectos del antisemitismo.
El antisemitismo es la expresion de la falta de cultura en las masas populares, incapaces de analizar las verdaderas causas de su pobreza y sufrimiento. Las gentes incultas ven en los judios la causa de sus desgracias en lugar de verla en la estructura social y el Estado. Pero tambien el antisemitismo de las masas no es mas que uno de sus aspectos.
El antisemitismo es la medida de los prejuicios religiosos que esta latente en las capas mas bajas de la sociedad. Pero este, tambien, es solo uno de los aspectos del antisemitismo.
La repugnancia hacia el aspecto fisico de los judios, hacia su manera de hablar y comer, no es ni mucho menos la causa real del antisemitismo fisiologico. De hecho, el mismo hombre que habla con desagrado de los cabellos rizados de los judios, de su modo de gesticular, entra en extasis ante los ninos de pelo oscuro y crespo de los cuadros de Murillo, y se muestra indiferente a la pronunciacion gutural, al modo de gesticular de los armenios y mira sin aversion los gruesos labios de un negro.
El antisemitismo ocupa un lugar particular en la historia de la persecucion a las minorias nacionales. Es un fenomeno unico porque el destino historico de los judios es unico.
Al igual que la sombra de un hombre da una idea de su figura, tambien el antisemitismo nos da una idea de la historia y el destino de los judios. La historia del pueblo judio se encuentra ligada y mezclada con abundantes cuestiones politicas y religiosas a nivel mundial. Y ese es el primer rasgo que distingue a los judios de otras minorias nacionales. Los judios viven en casi todos los paises del mundo. La insolita dispersion de una minoria nacional en los dos hemisferios constituye el segundo rasgo distintivo de los judios.
Durante el apogeo del capital mercantil, aparecieron los comerciantes y los usureros judios. Con el florecimiento de la industria muchos judios emergieron como tecnicos y emprendedores. En la era atomica, no pocos judios dotados de talento se dedicaron a la fisica nuclear.
Durante las luchas revolucionarias un buen numero de judios se revelaron como destacados revolucionarios. Constituyen una minoria nacional que no se margina en la periferia social y geografica, sino que se esfuerza en desempenar un papel central en el desarrollo de las fuerzas ideologicas y productivas. En eso consiste la tercera particularidad de la minoria nacional judia.
Una parte de la minoria judia se asimila, se confunde en la poblacion autoctona del pais, mientras una amplia base popular conserva su religion, su lengua y sus costumbres. El antisemitismo toma como regla acusar sistematicamente a los judios asimilados de perseguir oscuras aspiraciones nacionalistas y religiosas, mientras que los judios no asimilados, artesanos y trabajadores manuales en su mayoria, son acusados de las actividades de aquellos que han tomado parte en la revolucion, que dirigen la industria, que crean reactores atomicos, empresas y bancos.
Cada uno de estos rasgos tomado por separado puede hacer referencia a cualquier otra minoria nacional, pero solo los judios han aglutinado en si todos ellos.