El antisemitismo tambien refleja estas particularidades. Tambien ha estado ligado a las principales cuestiones de la politica mundial, de la vida economica, ideologica y religiosa. En eso consiste su siniestra peculiaridad. La llama de sus hogueras ha iluminado los periodos mas terribles de la historia.
Cuando el Renacimiento irrumpio en el desierto del medievo catolico, el mundo de las tinieblas fue iluminado por las hogueras de la Inquisicion. Aquellas llamas no solo alumbraron el poder del mal, tambien iluminaron el espectaculo de la destruccion.
En el siglo XX, un aciago regimen nacionalista encendio las hogueras de Auschwitz, de los hornos crematorios de Lublin y Treblinka. Estas llamas no solo iluminaron el breve triunfo del fascismo, sino que tambien indicaron a la humanidad que el fascismo estaba condenado. Epocas historicas enteras, asi como gobiernos reaccionarios fallidos e individuos con la esperanza de mejorar su suerte recurren al antisemitismo en un intento de escapar a un destino inexorable.
?Ha habido casos en estos dos milenios en que la libertad y el humanitarismo se hayan servido del antisemitismo para alcanzar sus fines? Es probable pero no los conozco.
El antisemitismo del dia a dia es un antisemitismo que no hace correr la sangre. Solo atestigua que en el mundo existen idiotas, envidiosos y fracasados.
En los paises democraticos puede nacer un antisemitismo de tipo social. Se manifiesta en la prensa que representa a estos o aquellos grupos reaccionarios; en las acciones de grupos del mismo tipo, por ejemplo mediante el boicot de la mano de obra o de los productos judios; en la religion y en la ideologia de los reaccionarios.
En los paises totalitarios, donde no existe la sociedad civil, el antisemitismo solo puede ser estatal.
El antisemitismo estatal es el indicador de que el Estado intenta sacar provecho de los idiotas, los reaccionarios, los fracasados, de la ignorancia de los supersticiosos y la rabia de los hambrientos. La primera etapa es la discriminacion: el Estado limita las areas en las que los judios pueden vivir, la eleccion de profesion, su acceso a posiciones importantes y el derecho a matricularse en las universidades y obtener titulos academicos, grados, etcetera.
La siguiente etapa es el exterminio. Cuando las fuerzas de la reaccion entablan una guerra mortal contra las fuerzas de la libertad, el antisemitismo se convierte en una ideologia de Partido y del Estado; eso es lo que ocurrio en el siglo XX con el fascismo.
33
Las unidades recien constituidas avanzaban hacia el frente de Stalingrado en secreto, durante la noche.
En el curso medio del Don, en la zona noroeste de Stalingrado, se estaban concentrando las fuerzas del nuevo frente. Los convoyes descargaban en plena estepa, en las vias ferreas recien construidas.
A la primera luz del alba, los rios de hierro que habian llenado la noche de ruido de repente se aquietaban, y en la estepa quedaba suspendida una ligera bruma polvorienta.
De dia, los tubos de los canones se cubrian con maleza seca y montones de paja, tanto que parecia que no hubiera en el mundo objetos mas pacificos que aquellas piezas de artilleria fundidas en la estepa otonal. Loa aviones, con las alas extendidas, como insectos muertos y secos, yacian en los aerodromos, cubiertos bajo redes de camuflaje.
Cada dia los triangulos, los rombos, los circulos se hacian mas y mas densos, y mas densa se volvia la red de cifras sobre aquel mapa que solo conocian unos pocos hombres. Los ejercitos del recien formado frente suroeste, ahora frente de ataque, tomaban posiciones en la linea de partida y se disponian a avanzar.
Entretanto, en la orilla izquierda del Volga, bordeando el humo y el estruendo de Stalingrado, los cuerpos de tanques y las divisiones de artilleria avanzaban a traves de las estepas desiertas hacia las apacibles ensenadas. Las tropas que habian cruzado el Volga tomaban posiciones en la estepa calmuca, en el terreno salino situado entre los lagos.
Aquellas fuerzas se estaban concentrando en el flanco derecho de los alemanes. El alto mando sovietico estaba preparando el cerco de las divisiones de Paulus.
Durante las noches oscuras, bajo las nubes y estrellas otonales, buques de vapor, transbordadores y barcazas trasladaban a la orilla derecha, la calmuca, mas al sur de Stalingrado, los tanques de Novikov.
Miles de hombres vieron los nombres de famosos generales rusos -Kutuzov, Suvorov, Aleksandr Nevskir- escritos con pintura blanca en las torres de los carros.
Millones de hombres vieron la artilleria pesada, los morteros y las columnas de camiones Ford y Dodge, enviados por los aliados occidentales, avanzando en direccion a Stalingrado.
Y sin embargo, aunque este movimiento fuera evidente para millones de hombres, la concentracion de enormes contingentes militares preparados para lanzar la ofensiva al noroeste y al sur de Stalingrado se hacia con el maximo secretismo.
?Como era posible? Los alemanes tambien estaban al corriente de aquellas grandes maniobras. De hecho era imposible esconderlo, como es imposible que un hombre eluda el viento al atravesar la estepa.
Los alemanes sabian lo que estaba pasando, pero desconocian que el ataque era inminente. Cualquier teniente aleman, con solamente echar un vistazo al mapa donde estaban marcadas las posiciones aproximadas de las principales concentraciones de las fuerzas rusas, podria haber descifrado el secreto militar mejor guardado de la Union Sovietica, un secreto que solo Stalin, Zhukov y Vasilievski conocian.
No obstante, el cerco de las tropas alemanas en Stalingrado constituyo una sorpresa para los tenientes y los mariscales de campo alemanes.
?Como era posible que aquello hubiera sucedido?
Stalingrado continuaba resistiendo. A pesar de los grandes contingentes desplegados, los ataques alemanes no conducian a la victoria decisiva. Algunos regimientos rusos solo contaban con unas docenas de soldados. Fueron aquellos pocos hombres quienes, soportando todo el peso de la terrible batalla, indujeron los calculos erroneos de los alemanes.
Los alemanes se negaban a creer que todos sus ataques serian rechazados por un punado de hombres. Estaban convencidos de que las reservas sovieticas estaban destinadas a sostener y alimentar la defensa de Stalingrado. Los verdaderos estrategas de la ofensiva de Stalingrado fueron los soldados que repelieron los ataques de la division de Paulus a orillas del Volga.
Sin embargo, la implacable astucia de la historia se escondia todavia mas profundamente; y en aquella profundidad, la libertad que hacia nacer la victoria, aun siendo el objetivo mismo de la guerra, se convertia con el roce de los dedos astutos de la historia en un medio de conducir la guerra.
34
Una vieja, cuya cara enfurrunada delataba su preocupacion, se dirigio hacia su casa con una brazada de hierbas secas. Paso por delante de un jeep cubierto de polvo y de un tanque del Estado Mayor protegido por una lona. Caminaba, huesuda y taciturna; se habria podido creer que no habia nada mas banal que aquella viejita que pasaba por delante de un tanque arrimado a su casa. Y sin embargo, no habia nada mas significativo en los acontecimientos del mundo que el vinculo que existia entre aquella vieja, su hija poco agraciada que habia llevado a la vaca a cubierto para ordenarla, su nieto de cabellos rubios que, metiendose un dedo en la nariz, vigilaba los chorros que brotaban de las ubres de la vaca, y las tropas acantonadas en la estepa.
Todos aquellos hombres, los oficiales de los Estados Mayores de varios cuerpos y ejercitos, los generales que fumaban bajo los rusticos y ennegrecidos iconos religiosos de una isba, los cocineros de los generales que asaban la carne de carnero en los hornos, las telefonistas que se enrollaban los mechones de pelo con cartuchos o clavos, el chofer que se afeitaba una mejilla en el patio sobre una palangana de hojalata, mirandose en el espejo con el rabillo del ojo mientras con el otro controlaba el cielo (no fuera a ser que llegaran los alemanes): todo aquel mundo de acero, electricidad y gasolina, todo ese mundo de guerra, era parte integrante de la larga serie de pueblos, aldeas y granjas diseminadas por la estepa.