Los moscovitas que se preparaban para volver a casa despues de la evacuacion quiza se alegraban mas de dejar atras su vida como evacuados que de encontrarse de nuevo en Moscu. Las calles de Sverdlovsk, Omsk, Tashkent o Krasnoyarsk, las casas, las estrellas en el cielo otonal, el sabor de la comida: todo se habia vuelto odioso.
Si las noticias que transmitia la Oficina de Informacion Sovietica eran buenas, decian:
– Bueno, pronto nos marcharemos de aqui. Si el boletin, en cambio, era alarmante, se lamentaban: -Oh, seguro que interrumpiran la reevacuacion de las familias.
Corrian infinidad de historias sobre personas que habian logrado regresar a Moscu sin salvoconducto; cambiaban varias veces de tren, pasando de trenes de largo recorrido a ferrocarriles regionales, luego cogian trenes electricos donde no efectuaban controles.
La gente habia olvidado que en octubre de 1941 cada dia pasado en Moscu era una tortura. Con que envidia miraban a los moscovitas que habian cambiado el siniestro cielo natal por la tranquilidad de Tartaria, Uzbekistan…
La gente habia olvidado que algunos no consiguieron subir a los convoyes en los fatidicos dias de octubre de 1941» que abandonaron maletas y hatillos y se fueron a pie hasta Zagorsk, porque deseaban huir de Moscu. Ahora la gente estaba dispuesta a abandonar sus pertenencias, el trabajo, una vida comoda, y marchar a pie hasta Moscu, con el unico fin de dejar a sus espaldas los lugares de la evacuacion. La principal razon de estas dos posiciones opuestas -la impetuosa fuerza que empujaba fuera de Moscu y hacia Moscu- consistia en el hecho de que el ano de guerra transcurrido habia transformado la conciencia de Jos hombres, y el miedo mistico hacia los alemanes se habia convertido en la certeza de la superioridad de las fuerzas sovieticas. La terrible aviacion alemana ya no parecia tan terrible.
En la segunda mitad de noviembre la Oficina de Informacion Sovietica comunico el inicio de la ofensiva contra el grupo de ejercitos nazis en la provincia de Vladikavkaz (Ordzhonikidze) y el sucesivo-avance victorioso en la provincia de Stalingrado. Durante dos semanas el locutor anuncio nueve veces: «Ultima hora… La ofensiva de nuestras tropas continua… Un nuevo golpe asestado contra el enemigo… Nuestros ejercitos han vencido la resistencia del enemigo en las inmediaciones de Stalingrado y han roto su nueva linea de defensa en la orilla oriental del Don… Nuestros ejercitos prosiguen el ataque, han recorrido de diez a veinte kilometros… Las tropas desplegadas en el curso medio del Don han pasado a la ofensiva contra los ejercitos alemanes… Ofensiva de nuestras tropas en el Caucaso septentrional… Nuevo ataque de nuestros ejercitos al suroeste de Stalingrado…».
En visperas del nuevo ano, 1943, la Oficina de Informacion Sovietica emitio un comunicado titulado «Balance de la ofensiva desplegada en las ultimas seis semanas en los accesos de Stalingrado», en el que describia como habian sido cercados los ejercitos alemanes en Stalingrado.
En la conciencia de la gente estaba a punto de operarse un cambio. Los primeros movimientos tuvieron lugar en el subconsciente, con un secretismo no inferior a aquel con el que se habia preparado la ofensiva de Stalingrado. Esta transformacion, acaecida en el inconsciente, se hizo evidente, se expreso por primera vez despues de la ofensiva de Stalingrado.
Lo que habia ocurrido en la conciencia colectiva se distinguia de lo que habia sucedido en los dias del desenlace victorioso de la batalla de Moscu, si bien, en apariencia, los dos fenomenos eran identicos.
La diferencia consistia en el hecho de que la victoria de Moscu habia servido, fundamentalmente, para cambiar la Actitud hacia los alemanes. El temor mistico hacia el ejercito aleman se desvanecio en diciembre de 1941.
Stalingrado, la ofensiva de Stalingrado, contribuyo a crear una nueva conciencia en el ejercito y en la poblacion. Los sovieticos, los rusos, comenzaron a verse de otra manera y a comportarse de modo diferente respecto a la gente de otras nacionalidades. La historia de Rusia comenzo a ser percibida como la historia de la gloria rusa, y no como la historia de los sufrimientos y las humillaciones de los campesinos y obreros rusos.
El factor nacional, antes un aspecto relativo a la forma, se transformo en contenido, se convirtio en un nuevo fundamento para la comprension del mundo.
En los dias de la victoria de Moscu la gente pensaba segun las viejas categorias de pensamiento, las nociones dominantes antes de la guerra.
La reinterpretacion de los acontecimientos belicos, la toma de conciencia de la fuerza de las armas rusas y del Estado formaban parte de un proceso mas amplio, largo y complejo.
Dicho proceso habia comenzado mucho antes de la guerra; sin embargo, no habia tenido lugar tanto en la conciencia del pueblo como a un nivel subconsciente.
Tres grandiosos acontecimientos fueron las piedras angulares de esta reinterpretacion de la vida y las relaciones humanas: la colectivizacion del campo, la industrializacion y el ano 1937.
Estos acontecimientos, como la Revolucion de Octubre de 1917, causaron desplazamientos y movimientos de enormes masas de poblacion; tales movimientos estuvieron acompanados por la eliminacion fisica de personas en un numero superior, que no inferior, al exterminio que habia tenido lugar en la epoca de la liquidacion de la nobleza rusa y de la burguesia industrial y comercial.
Estos acontecimientos, capitaneados por Stalin, senalaron el triunfo economico y politico de los constructores del nuevo Estado sovietico, del socialismo en un solo pais. Estos acontecimientos constituian el resultado logico de la Revolucion de Octubre.
Sin embargo, el nuevo regimen que habia triunfado en los tiempos de la colectivizacion, de la industrializacion y de la sustitucion casi total de los cuadros dirigentes no queria renunciar a las viejas ideas y las formulas ideologicas, si bien estas habian perdido su contenido real. El nuevo regimen se servia de la vieja fraseologia y de las viejas ideas, que habian surgido anos antes de la Revolucion, cuando se constituyo el ala bolchevique del partido socialdemocrata. La base del nuevo regimen era su caracter estatal-nacional.
La guerra aceleraba el proceso de reinterpretacion de la realidad que de manera subterranea se llevaba a cabo en el periodo prebelico, y apresuro la manifestacion de la conciencia nacional; la palabra «ruso» recupero su sentido.
Al inicio, en la epoca de la retirada, esta palabra se asociaba en mayor medida con atributos negativos: el retraso ruso, la desorganizacion, la falta de caminos transitables propia de los rusos, el fatalismo ruso… Pero una nueva conciencia nacional habia nacido; solo esperaba una victoria militar.
Paralelamente, el Estado tomaba conciencia de si mismo en el marco de nuevas categorias.
La conciencia nacional es una fuerza potente y maravillosa en tiempos de adversidad. Es maravillosa no porque sea nacional, sino porque es humana; es la manifestacion de la dignidad del hombre, de su amor por la libertad, de su fe en el bien.
Pero despertada en tiempos de desgracia, la conciencia nacional puede desarrollarse de formas diversas.
Es indudable que el sentimiento nacional se manifiesta de modo diferente en el jefe del departamento de personal, que protege la empresa de la contaminacion de los cosmopolitas y nacionalistas burgueses, que en el soldado del Ejercito Rojo que defiende Stalingrado.
La vida de la Union Sovietica vinculo el despertar de la conciencia nacional con los objetivos que el Estado se habia fijado despues de la guerra: la lucha por la idea de la soberania nacional, la afirmacion del sovietico, del ruso, en cualquier terreno de la vida.
Todos estos propositos no surgieron de improviso durante la guerra y la posguerra; aparecieron antes, cuando tuvieron lugar los acontecimientos que se desarrollaron en el campo, la creacion de una industria pesada nacional y |n llegada de nuevos mandos dirigentes; hechos que, en su conjunto, marcaron el triunfo de un regimen que Stalin definio como «socialismo en un solo pais».
Los defectos congenitos de la socialdemocrata rusa fueron borrados, suprimidos.
Y precisamente en el punto de inflexion de Stalingrado en el momento en que las llamas de Stalingrado eran la unica senal de libertad en un reino tenebroso, dio inicio este proceso de reinterpretacion.
La logica de los acontecimientos hizo que la guerra del pueblo, que alcanzo su punto culminante durante la defensa de Stalingrado, permitiera a Stalin proclamar abiertamente la ideologia del nacionalismo estatal.
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En el periodico mural colgado en el vestibulo del Instituto de Fisica aparecio un articulo titulado «Siempre con