la prision.
La noche y sus terribles ruidos, el canto de los pajaros, sangre inocente…, todo se mezclaba en un potaje en ebullicion abrasador. Decadas mas tarde, David hubiera podido comprenderlo, pero incluso en ese momento era consciente, noche y dia, de su horror y su conmovedor encanto.
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Antes del sacrificio del ganado infectado deben adoptarse varias medidas preventivas: el transporte, la concentracion en puntos adecuados, la instruccion de personal cualificado, la excavacion de fosas y zanjas.
La poblacion que colabora con las autoridades para llevar el ganado infectado a los mataderos o para capturar los animales dispersos no lo hace por un odio cerval hacia los terneros y las vacas, sino por instinto de conservacion.
Asimismo, en los casos de exterminios masivos de personas la poblacion local no profesa un odio sanguinario contra las mujeres, los ancianos y los ninos que van a ser aniquilados. Por ese motivo, la campana para el exterminio masivo de personas exige una preparacion especial. En este caso no basta tan solo con el instinto de conservacion: es necesario incitar en la poblacion el odio y la repugnancia.
Fue precisamente en una atmosfera de odio y repulsion como se preparo y llevo a cabo la aniquilacion de los judios ucranianos y bielorrusos. En su momento, en aquella misma tierra, despues de haber movilizado y atizado la ira de las masas, Stalin abandero la campana para la aniquilacion de los kulaks como clase, la campana para la destruccion de los degenerados y saboteadores trotskistasbujarinistas.
La experiencia habia mostrado que la mayor parte de la poblacion, tras ser expuesta a empresas similares, esta dispuesta a obedecer hipnoticamente todas las indicaciones de las autoridades. Luego hay una minoria particular que ayuda activamente a crear la atmosfera de la campana: fanaticos ideologicos, sanguinarios que disfrutan y se alegran ante las desgracias ajenas, gente que actua en beneficio propio en la rapina de objetos, apartamentos y la ocupacion de eventuales puestos vacantes. A la mayoria, sin embargo, la horrorizan las ejecuciones masivas, y esconden su propio estado de animo no solo a sus mas allegados, sino a si mismos. Estas personas llenan salas donde se celebran reuniones dedicadas a las campanas de exterminio pero, por frecuentes que sean las reuniones y grandes las dimensiones de las salas, no existe casi ningun caso en que alguien haya infringido la tacita unanimidad del voto. Y, naturalmente, todavia es mas extraordinario que un hombre, ante un perro que acaso tenga la rabia, no aparte la mirada de sus ojos suplicantes, sino que lo acoja en la casa donde vive junto a su mujer e hijos. Sin embargo tambien hubo casos asi.
La primera mitad del siglo XX sera recordada como una epoca de grandes descubrimientos cientificos, revoluciones, grandiosas transformaciones sociales y dos guerras mundiales.
Pero la primera mitad del siglo XX entrara en la historia de la humanidad como la epoca del exterminio total de enormes extractos de poblacion judia, un exterminio basado en teorias sociales o raciales. Hoy en dia se guarda silencio sobre ello con una discrecion comprensible.
En ese tiempo, una de las particularidades mas sorprendentes de la naturaleza humana que se revelo fue la sumision. Hubo episodios en que se formaron enormes colas en las inmediaciones del lugar de la ejecucion y eran las propias victimas las que regulaban el movimiento de las colas. Se dieron casos en que algunas madres previsoras, sabiendo que habria que hacer cola desde la manana hasta bien entrada la noche en espera de la ejecucion, que tendrian un dia largo y caluroso por delante, se llevaban botellas de agua y pan para sus hijos. Millones de inocentes, presintiendo un arresto inminente, preparaban con antelacion fardos con ropa blanca, toallas, y se despedian de sus mas allegados. Millones de seres humanos vivieron en campos gigantescos, no solo construidos sino tambien custodiados por ellos mismos.
Y no ya decenas de miles, ni siquiera decenas de millones, sino masas ingentes de hombres fueron testigos sumisos de la masacre de inocentes. Pero no solo fueron testigos sumisos: cuando era preciso votaban a favor de la aniquilacion en medio de un barullo de voces aprobador. Habia algo insolito en aquella extrema sumision.
Por supuesto, hubo resistencia, hubo valentia y tenacidad por parte de los condenados, alzamientos, incluso sacrificios llegado el caso cuando, para salvar a un hombre desconocido y lejano, otros hombres arriesgaban su propia vida y la de su familia. Pero la sumision de las masas es un hecho irrebatible.
?Que hemos aprendido? ?Se trata de un nuevo rasgo que broto de repente en la naturaleza humana? No, esta sumision nos habla de una nueva fuerza terrible que triunfo sobre los hombres. La extrema violencia de los sistemas totalitarios demostro ser capaz de paralizar el espiritu humano en continentes enteros.
Una vez puesta al servicio del fascismo, el alma del hombre declara que la esclavitud, ese mal absoluto portador de muerte, es el unico bien verdadero. Sin renegar de los sentimientos humanos, el alma traidora proclama que los crimenes cometidos por el fascismo son la mas alta forma de humanitarismo y esta conforme en dividir a los hombres en puros y dignos e impuros e indignos. La voluntad de sobrevivir a cualquier precio se expresa en el oportunismo del instinto y la conciencia.
En ayuda del instinto acude la fuerza hipnotica de las grandes ideas. Apelan a que se produzca cualquier victima, a que se acepte cualquier medio en aras del logro de objetivos supremos: la futura grandeza de la patria, la felicidad de la humanidad, la nacion o una clase, el progreso mundial.
Y al lado del instinto de supervivencia, al lado de la fuerza hipnotica de las grandes ideas, trabaja tambien una tercera fuerza: el terror ante la violencia ilimitada de un Estado poderoso que utiliza el asesinato como medio cotidiano para gobernar.
La violencia del Estado totalitario es tan grande que deja de ser un medio para convertirse en un objeto de culto mistico, de exaltacion religiosa.
?Como si no cabe explicar las posiciones de algunos pensadores e intelectuales judios que juzgaron necesario el asesinato de los judios para la felicidad de la humanidad, que afirmaron que, a sabiendas de eso, los judios estaban dispuestos a conducir a sus propios hijos al matadero para la felicidad de la patria, dispuestos a realizar el sacrificio que en un tiempo habia realizado Abraham?
?Como si no cabe explicar que un poeta, campesino de nacimiento, dotado de razon y talento, escribiera con sentimiento genuino un poema que exalta los anos terribles de sufrimientos padecidos por los campesinos, anos que han engullido a su propio padre, un trabajador honrado y sencillo?
Uno de los medios de los que se sirve el fascismo para actuar sobre el hombre es la total, o casi total, ceguera. El hombre no cree que vaya al encuentro de su propia aniquilacion. Es sorprendente que aquellos que se encontraban al borde de la tumba fueran tan optimistas. Sobre la base de la esperanza -una esperanza absurda, a veces deshonesta, a veces infame- surgio la sumision, que a menudo era igual de miserable y ruin.
La insurreccion de Varsovia, la insurreccion de Treblinka, la insurreccion de Sobibor, las pequenas revueltas y levantamientos de los Brenner nacieron de la desesperacion mas absoluta. Pero, naturalmente, la desesperacion total y lucida no genero solo levantamientos y resistencia: engendro tambien el deseo -extrano en un hombre normal- de ser ejecutado lo mas pronto posible.
La gente discutia por el puesto en la cola hacia la fosa sangrienta mientras en el aire resonaba una voz excitada, demente, casi exultante:
– Judios, no tengais miedo. No es nada terrible. Cinco minutos y todo habra terminado.
Todo, todo engendraba sumision, tanto la esperanza como la desesperacion. Sin embargo, los hombres, aunque sometidos a la misma suerte, no tienen el mismo caracter.
Es necesario reflexionar sobre que debio de soportar y experimentar un hombre para llegar a considerar la muerte inminente como una alegria. Son muchas las personas que deberian reflexionar, y sobre todo las que tienen tendencia a aleccionar sobre como deberia de haberse luchado en unas condiciones de las que, por suerte, esos frivolos profesores no tienen ni la menor idea.
Una vez establecida la disposicion del hombre a someterse ante una violencia ilimitada, cabe extraer la ultima conclusion, de gran relevancia para entender la humanidad y su futuro.
?Sufre la naturaleza del hombre una mutacion dentro del caldero de la violencia totalitaria? ?Pierde el hombre su deseo inherente a ser libre? en esta respuesta se encierra el destino de la humanidad y el destino del Estado totalitario. La transformacion de la naturaleza misma del hombre presagia el triunfo universal y eterno de la dictadura del Estado; la inmutabilidad de la tendencia del hombre a la libertad es la condena del Estado totalitario.