“amante del guerrero”…».
Volodia no se esforzaba en disimular lo mucho que le gustaba Klavdia. Parecia decir: «El mio es un amor desesperado; ?como puedo, yo, un cocinero, competir con un miembro del Consejo Militar…? Pero aunque solo sea un cocinero, te amo con un amor puro, tu misma lo debes de notar. Me basta con poder mirar tus ojos negros por los que te ama el miembro del Consejo Militar, nada mas».
Darenski jugaba mal a las cartas y Alla Sergueyevna le tomo bajo su proteccion. A la mujer le gustaba el enjuto teniente coronel que decia «se lo agradezco»; balbuceaba «le ruego que me excuse», cuando al repartir las cartas sus manos se tocaban; miraba desolado a Volodia que se hurgaba la nariz con los dedos y luego se secaba con un panuelo; sonreia amablemente ante las bromas de los companeros de juego y el mismo era muy ingenioso.
Despues de hacer una de sus bromas, ella le dijo: -Muy agudo, al principio no caia. Esta vida en la estepa me ha vuelto estupida.
Pronuncio estas palabras en voz baja, como para darle a entender, o mejor hacer que intuyera, que entre los dos se podia entablar una conversacion intima, de caracter privado, capaz de provocar escalofrios en la espalda, el unico tipo de conversacion que tiene importancia entre un hombre y una mujer.
Darenski continuo cometiendo errores y ella continuo corrigiendole, pero entre ellos, mientras tanto, se habia iniciado otro juego, un juego en el que Darenski no cometia errores, un juego que conocia perfectamente… Y aunque no hubieran hablado excepto para decirse «deshagase de las picas», «tire, tire, no tenga miedo, no se ahorre los triunfos», ella ya habia visto y apreciado todos los atractivos que habia en el: la suavidad y la fuerza, la reserva y la audacia, la timidez…
Alla Sergueyevna notaba todas esas cualidades por su propia perspicacia y porque Darenski sabia como mostrarlas. Y ella sabia demostrarle que entendia las miradas que el dirigia a su sonrisa, al movimiento de sus manos, a la manera como contraia la espalda, a su pecho bajo la elegante gabardina, a sus piernas, a sus cuidadas unas. Darenski percibia que la voz de Alla era mas cantarina y forzada, y su sonrisa era mas amplia que de costumbre para permitirle apreciar la belleza de su voz, la blancura de sus dientes, la seduccion de sus hoyuelos…
Darenski estaba emocionado y agitado por aquella atraccion que se habia despertado en el. Nunca se acostumbraba a una sensacion asi, y cada vez le parecia la primera. Su gran experiencia en las relaciones con las mujeres nunca se habia transformado en costumbre. Su experiencia era una cosa, el placer y la excitacion otra bien diferente. Precisamente eso le convertia en un verdadero amante de las mujeres.
Al final acabo pasando la noche en el cuartel general del ejercito.
Por la manana fue a ver al jefe del Estado Mayor, un coronel taciturno que no le hizo ni una pregunta sobre Stalingrado, sobre las novedades en el frente, sobre la situacion al noroeste. Despues de la conversacion Darenski comprendio que aquel coronel podia ofrecer poca satisfaccion a su curiosidad de inspector, le pidio que estampara un sello en sus documentos y salio a inspeccionar las tropas.
Se sento en el coche con una extrana sensacion de vacio y debilidad en las piernas y en las manos, sin un solo pensamiento, sin deseo, reuniendo en si la saciedad y el vacio total… Le parecia que a su alrededor todo se habia vuelto insipido y vacio: el cielo, la vegetacion de las estepas, las dunas que el dia antes le habian gustado tanto. No tenia ganas de hablar ni de bromear con el conductor, el pensamiento de los suyos, incluso de su madre, que Darenski queria y admiraba, le aburria y le dejaba indiferente…
Las reflexiones sobre la batalla en el desierto, en los confines de la tierra rusa, no le preocupaban, pero se sucedian con indolencia.
De vez en cuando Darenski escupia, movia la cabeza, y con una especie de inexpresivo asombro susurraba: «Pero que mujer…».
En aquellos momentos se agolpaban en su cabeza pensamientos de arrepentimiento y la constatacion de que aquel tipo de caprichos pasajeros no traian nada bueno, y se acordaba de haber leido alguna vez en un escrito de Kuprin, o en alguna novela extranjera, que el amor se parece al carbon: cuando esta candente, quema; cuando esta frio, ensucia.
Sentia incluso asomar las lagrimas a sus ojos, no es que tuviera deseos de llorar, sino de lloriquear, quejarse a alguien… No era una eleccion propia, era la voluntad del destino… Luego se durmio. Cuando se desperto, decidio al instante: «Si no me matan, a mi regreso tengo que ver sin falta a Allochka».
70
Tras volver del trabajo, el comandante Yershov se detuvo ante la litera de Mostovskoi y le dijo:
– Un americano ha oido por la radio que nuestra resistencia en Stalingrado ha desbaratado la estrategia de los alemanes.
Despues, arrugando la frente, anadio:
– Ademas hay una informacion de Moscu… algo sobre la liquidacion del Komintern.
– ?Esta de broma? ?Se ha vuelto loco? -pregunto Mostovskoi escrutando los ojos inteligentes de Yershov, frios como el agua turbia de primavera.
– Quizas el americano se haya confundido -respondio Yershov rascandose el pecho con las unas-. Quiza sea al contrario, que esten ampliando el Komintern.
Durante su vida Mostovskoi habia conocido varias personas parecidas, personas que se habian convertido en la membrana sensible, los portavoces de ideales, pasiones y pensamientos de toda la sociedad. Parecia que ningun acontecimiento serio en Rusia pudiera pasarles inadvertido. En la comunidad del campo de concentracion ese portavoz de pensamientos y aspiraciones era Yershov. Pero el rumor sobre la liquidacion del Komintern no presentaba el menor interes para este «director de conciencias» del campo.
El comisario de brigada Osipov, que habia sido responsable de la educacion politica de una gran unidad militar, se mostro asimismo indiferente a esta noticia.
– ?Sabe lo que me ha dicho el general Gudz? -dijo Osipov dirigiendose a Mostovskoi-. Me ha dicho: «Es culpa de su educacion internacionalista, camarada comisario, que hayamos conocido la desbandada. Deberiamos educar al pueblo en el espiritu del patriotismo, el espiritu de Rusia».
– ?Se refiere a Dios, el zar y la patria? -se rio maliciosamente Mostovskoi.
– Todo eso son estupideces -dijo Osipov bostezando nerviosamente-. Aqui la ortodoxia no cuenta, el problema es que los alemanes nos estan despellejando vivos, querido camarada Mostovskoi.
Un soldado espanol al que los rusos llamaban Andriushka, que dormia en la tercera fila de literas, habia escrito «Stalingrado» en una tablilla de madera: por la noche miraba esa inscripcion y por la manana le daba la vuelta para que el kapo no la viera durante la inspeccion.
El mayor Kirillov dijo a Mostovskoi:
– Cuando no me enviaban a trabajar solia pasarme dias enteros tumbado en la litera. Ahora me lavo la camisa y mastico astillas de pino contra el escorbuto.
Los oficiales de las SS, apodados «los alegres muchachos» porque siempre iban a trabajar cantando, increpaban a los rusos con mas crueldad que de costumbre.
Lazos invisibles unian a los habitantes de los barracones del campo de concentracion con la ciudad del Volga. Pero nadie estaba interesado en el Komintern.
Fue entonces cuando por primera vez Mostovskoi fue abordado por el emigrado Chernetsov.
Cubriendose con la palma de la mano la cuenca vacia de su ojo, aludio a la radioemision que habia escuchado el americano.
Era tanta su necesidad de hablar del tema que Mostovskoi se alegro de que se le presentara aquella ocasion.
– Las fuentes no son fiables -senalo Mostovskoi-. Probablemente solo se trate de un rumor.
Con un tic neurastenico Chernetsov enarco las cejas en senal de perplejidad, lo cual resaltaba desagradablemente su cuenca vacia.
– ?Por que? -pregunto el menchevique tuerto-. ?Por que es poco fiable? Los senores bolcheviques han fundado la Tercera Internacional, los senores bolcheviques han fundado la teoria del asi llamado socialismo en un solo pais. La union de esos dos terminos es la quintaesencia de lo absurdo. Como hielo frito… Gueorgui Valentinovich Plejanov escribio en uno de sus ultimos articulos: «El socialismo o existe como sistema mundial, internacional, o no existe en