noches eran largas.

Atisbo las contrapuertas y sabia justamente donde iba ir tan pronto como pudiera pasar a traves de ellas. Se habia aprendido de memoria la localizacion que el varon civil les habia dado. Podia desmaterializase y estar alli en un parpadeo.

Siete minutos.

Seria mejor esperar hasta que el cielo estuviera totalmente oscuro, pero que se jodiera. En el instante en que la bola de fuego dejada de la mano de Dios se resbalara por el borde del horizonte, saldria. Al infierno con eso si acababa con una perra de bronceado.

Seis minutos.

Volvio a comprobar las dagas en su pecho. Saco la SIG Sauer de la pistolera de su cadera derecha y la examino rapidamente una vez mas, luego hizo lo mismo con la que estaba en la izquierda. Trato de tocar el pequeno cuchillo arrojadizo de su espalda y las estrella de seis pulgadas que tenia en su muslo.

Cinco minutos.

Z giro la cabeza hacia el lado, haciendo crujir su cuello para relajarlo.

Cuatro minutos.

A la mierda con esto. Se iba ahora…

– Te freiras -dijo Phury desde detras de el.

Z cerro sus ojos. Su impulso fue repartir golpes, y el deseo se volvio irresistible mientras Phury seguia hablando.

– ?Z, amigo, como vas a ayudarla si te caes de plano sobre tu cara y empiezas a echar humo?

– ?Intentas ser un aguafiestas? ?O te sale de forma natural? -La mirada de Z brillo intensamente sobre su hombro, tuvo un recuerdo repentino de aquella noche cuando Bella habia venido a la mansion.

Phury habia parecido tan encandilado por ella, y Z los recordo a los dos juntos, hablando, justo donde sus botas estaban plantadas ahora. Los habia observado desde las sombras, queriendola mientras ella habia sonreido y reido con su gemelo.

La voz de Z se volvio mas definida.

– Pensaba que la querrias de vuelta, siendo que ella estaba por ti y mierda, pensaba que eras guapo. O… tal vez quieres que desparezca por eso. ?Ha sido sacudido tu voto de celibato, mi hermano?

Como Phury se sobresalto, el instinto de Z por la debilidad se libero.

– Todos nosotros te vimos revisandola esa noche que vino aqui. La mirabas, ?verdad? Si, lo hiciste, y no solo su cara. ?Te preguntaste como se sentiria ella debajo de ti? ?Te pusiste nervioso sobre romper la promesa de no tener sexo?

La boca de Phury se apreto en una linea, y Z espero que la respuesta del varon fuese sucia. Queria algo duro de regreso a el. Tal vez aun podrian luchar en los tres minutos restantes.

Pero solo hubo silencio.

– ?Nada que decir? -Z recorrio con la mirada el reloj.

– Esta bien. Es hora de irse.

– Sangro por ella. Lo mismo que tu.

La mirada de Z regreso a su gemelo, presenciando el dolor en la cara del varon desde la distancia, como si estuviera mirando a traves de un par de prismaticos. Tuvo un pensamiento pasajero sobre que deberia sentir algo, algun tipo de verguenza o pena por obligar a Phury a hacer una revelacion tan intima, amarga.

Sin chistar, Zsadist se desmaterializo.

Triangulo su reaparicion en un area arbolada cerca de cien yardas de donde el varon civil dijo que habia escapado. Cuando Z tomo forma, la luz mortecina en el cielo le cego y le hizo tener la impresion de que se habia alistado como voluntario para un masaje facial acido. Ignoro el ardor y se dirigio en direccion noreste, corriendo sobre la nieve que cubria la tierra.

Y entonces alli estuvo, en mitad del bosque, cerca de cien pies de una corriente: habia una casa de una sola habitacion con un Ford negro F-150 y un Taurus plateado dificil de describir estacionados a un lado. Z se movio de lado por la estructura, quedandose detras de las finas ramas de los pinos, moviendose silenciosamente en la nieve mientras trabajaba el perimetro del edificio. No tenia ventanas y solo una puerta. A traves de las paredes delgadas podia oir movimiento, conversacion.

Saco a una de sus SIGs, quitando el seguro, y considero sus opciones. Desmaterializarse dentro era un movimiento tonto, porque no sabia el diseno interior. Y su otra unica alternativa, aunque buena, no era muy estrategica tampoco: Derribar a patadas la puerta y entrar disparando era malditamente atrayente, pero por suicida que fuera, no iba a arriesgar la vida de Bella iluminando el lugar.

Salvo que entonces, milagro de milagros, un lesser salio del edificio, la puerta cerrandose con una bofetada. Momentos mas tarde un segundo lo siguio, y entonces alli estaba el pip pip de una alarma de seguridad activandose.

El primer instinto de Z fue dispararles a ambos en la cabeza, pero puso el dedo al lado del gatillo. Si los asesinos habian activado la alarma, habia una buena probabilidad de que no hubiera nadie mas en la casa, y sus oportunidades de sacar a Bella habian mejorado. ?Pero que ocurriria si a pesar de todo el lugar estaba vacio? Entonces todo lo que haria es anunciar su presencia y hacer estallar una tormenta de mierda.

Observo a los dos lessers mientras subian al camion. Uno tenia el pelo color cafe, lo cual usualmente queria decir que el asesino era un recluta nuevo, pero este tipo no actuaba como un jodido chico nuevo: estaba seguro en sus botas y dirigia la conversacion. Su camarada de pelo palido era el que lucia la inclinacion de cabeza.

El motor echo a andar y el camion giro, amontonando la nieve bajo sus llantas. Sin luces delanteras, el F-150 se dirigio por una senda apenas perceptible a traves de los arboles.

Ver marchar a esos dos bastardos era una prueba de esclavitud, con Z convirtiendo los grandes musculos de su cuerpo en cuerdas de hierro sobre sus huesos. Era hacer eso o ya estaria en la capota del camion, haciendo pedazos con su puno el parabrisas, sacando a los hijos de puta del pelo para poder morderles.

Cuando el sonido del camion se desvanecio, Z escucho atentamente el silencio que siguio. Cuando no oyo ninguna cosa, volvio a querer estallar a traves de la puerta, pero penso en la alarma y comprobo su reloj. V estaria alli en cerca de un minuto y medio.

Le mataria. Pero esperaria.

Mientras avanzaba con sus botas de cowboy, cayo en la cuenta de un olor, algo en el aire… que inhalo por la nariz. Habia propano cerca, en algun lugar cerrado. Probablemente alimentando el generador. Y el queroseno de un calentador. Pero habia algo distinto, una clase de humo, de quemado. Se miro las manos, preguntandose si estaba en llamas y no se habia dado cuenta. No.

?Que diablos?

Sus huesos se enfriaron de repente cuando se dio cuenta de lo que era. Sus botas estaban plantadas en la mitad de un parche requemado de tierra firme, uno del tamano de un cuerpo. Algo habia sido incinerado justo donde estaba parado en las ultimas doce horas, por el olor.

Oh… Dios. ?La habian dejado fuera con el sol?

Z doblo sus piernas agachandose, poniendo su mano libre sobre la tierra marchita. Imagino a Bella alli cuando el sol salio, imagino su dolor diez mil veces peor que el que habia sentido al materializarse.

El lugar ennegrecido se volvio poco definido.

Se froto la cara y luego clavo los ojos en su palma. Habia humedad en ella. ?Lagrimas?

Registro su pecho para saber lo que sentia, pero lo unico que llego fue informacion acerca de su cuerpo. Su torso cimbreaba porque sus musculos estaban debiles. Se sentia mareado y vagamente nauseabundo. Pero eso era todo. No habia emociones en el.

Se froto el esternon y estaba a punto de hacer otro barrido con sus manos cuando un par de botas entraron en su linea de vision.

Miro hacia arriba a la cara de Phury. La cosa era una mascara, todo frio y duro.

– ?Eso era ella? -dijo con voz ronca, arrodillandose.

Z se sacudio hacia atras, a duras penas logrando dejar la pistola fuera de la nieve. No podia estar en ningun lugar cerca de alguien ahora mismo, especialmente de Phury.

En un revoltijo muy sucio, se puso de pie.

– ?Vishous ya esta aqui?

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