Mira, vente a comer con nosotros, ?vale? Rhage quiere tortitas, asi que Mary ha horneado un carro completo de Bisquick en la cocina. Fritz esta a punto de levitar de lo preocupado que esta por no poder ayudar.
– Si. Buena idea. Al dirigirse adentro, Phury dijo-. ?Puedo preguntarte algo?
– Claro. ?Que necesitas?
Phury se detuvo a la altura de la mesa de billar y tomo la bola ocho.
– Cuando trabajaste en homicidios, ?viste a mucha gente totalmente jodida, verdad? Gente que habia perdido a sus maridos o sus esposas… hijos o hijas. Cuando Butch asintio, dijo-?Alguna vez te enteraste de lo que habia pasado con ellos? Me refiero a los que quedaron detras. ?Sabes si consiguieron superar toda esa mierda?
Butch froto su pulgar sobre la ceja.
– no se.
– Si, supongo que en realidad no sigues…
– Pero puedo decirte que yo nunca lo hice.
– ?Quieres decir que la imagen de esos cuerpos en los que trabajaste se quedo contigo?
El humano sacudio la cabeza.
– Te olvidaste de las hermanas. Hermanos y hermanas.
– ?Que?
– La gente pierde maridos, esposas, hijos, hijas… y hermanas y hermanos. Perdi una hermana cuando tenia doce. Dos muchachos la llevaron detras del campo interno de beisbol en la escuela y la usaron y la pegaron hasta matarla. Nunca me recupere de eso.
– Jesus… -Phury paro, dandose cuenta de que no estaban solos.
Zsadist estaba parado con el torso descubierto en el umbral del cuarto. Estaba empapado de sudor desde la cabeza a los Nikes, como si abajo en el gimnasio hubiese corrido varios kilometros.
Cuando Phury miro fijamente su gemelo, sintio una sensacion familiar de hundimiento. Siempre era asi, como si Z fuera una especie de zona de baja presion.
La voz de Zsadist fue dura.
– Quiero que vosotros dos vengais conmigo al anochecer.
– ?A donde? -pregunto Butch.
– Bella quiere ir a su casa, y no la voy a llevar alli sin refuerzos. Necesito un coche en caso de que quiera traer alguna de sus cosas cuando volvamos, y quiero que alguien examine el lugar antes de que aterricemos alli. La cosa es que hay un tunel para escapar fuera del sotano si las cosas se complican. Lo comprobe ayer por la noche cuando fui a buscar algunas cosas para ella.
Estoy listo para ir -dijo Butch.
Los ojos de Zsadist se movieron por el cuarto.
– ?Tu tambien Phury?
Despues de un momento, Phury asintio.
– Si. Yo tambien.
CAPITULO 22
Esa noche, mientras la luna se elevaba en el cielo, O se levanto del suelo con un gemido. Habia estado esperando en el borde del prado desde que el sol se habia puesto hacia cuatro horas, esperando que alguien apareciese en la granja… solo que no habia nada. Y asi habia sido los ultimos dos dias. Bueno, creia haber visto algo antes de amanecer esta ultima manana, una especie de sombra que se movia por dentro del lugar, pero lo que fuese, lo habia visto una vez y despues nada.
Deseaba como el infierno poder utilizar los recursos de toda la Sociedad para ir tras su esposa. Si enviase a cada
Comprobo su reloj y maldijo. Hablando del Omega…
O tenia una presentacion obligatoria con el amo esta noche y no tenia otra opcion que asistir a la maldita cita. Permanecer viable como asesino era la unica manera de conseguir traer a su mujer de vuelta, y no iba a arriesgarse a acabar desintegrado por perderse una reunion.
Saco su telefono y llamo a tres Betas para que vigilasen la granja. Puesto que el punto era un lugar conocido de congregacion de vampiros, al menos tenia una excusa para asignar el detalle.
Veinte minutos despues, los asesinos vinieron por el bosque, el sonido de sus botas de
Despues de asegurarse de que las cabezas de los Betas estaban en la linea, O atraveso el bosque hasta llegar a su coche, que estaba oculto bajo un soporte de pinos. Al incorporarse a la ruta 22, vio que los
Llamo a los idiotas y les dijo que usasen sus jodidas cabezas para poner el coche bien y a cubierto. Entonces condujo hasta la cabina. Mientras iba, imagenes de su mujer oscilaron en su mente, turbandole la vista de la carretera que tenia delante. La vio en su momento mas encantador, en la ducha con el cabello y la piel mojados. Era especialmente pura de esa forma…
Pero entonces las visiones cambiaron. La vio desnuda de espaldas, debajo de ese vampiro feo que se la habia llevado. El macho la estaba tocando… besandola… bombeando en su interior… Y a ella le gustaba. A la perra le gustaba. Su cabeza estaba echada hacia atras y ella gemia y se corria como una puta, queriendo mas.
Las manos de O se encresparon en el volante hasta que sus nudillos casi estallaron fuera de su piel. Intento calmarse, pero su colera era como un pitbull con una cadena de papel.
Supo entonces, con absoluta claridad, que si ella no estaba ya muerta, la iba a matar cuando la encontrase. Todo lo que tenia que hacer era imaginarla con el Hermano que la habia robado y su razonamiento se acababa totalmente.
Y no ponia eso a O en un dilema. Vivir sin ella seria horrible, y aunque matarse en un impulso suicida despues de que ella muriese tenia mucho atractivo, hacer algo como eso solo lo llevaria con el Omega para la eternidad. Los
Pero entonces se le ocurrio una idea. Se imagino a su mujer dentro de muchos anos, su piel blanquecina, su pelo rubio, sus ojos del color de las nubes. Una
De esa manera ella seria suya para siempre.
Al acercarse la medianoche, Bella se puso un par de vaqueros azules viejos y aquel jersey rojo grueso que le gustaba tanto. Despues entro el cuarto de bano, tiro de las dos toallas que cubrian el espejo, y se miro. Su reflejo mostraba la hembra que siempre habia visto mirandola de vuelta: ojos azules. Mejillas altas. Labios carnosos. Mucho cabello marron oscuro.
Bella levanto el borde del jersey y se miro el estomago. La piel alli no tenia defectos, ya no llevaba el nombre del
– ?Estas lista? -pregunto Zsadist.
Ella miro hacia arriba en el espejo. El aparecio detras de ella, vestido de negro, con armas que colgaban de su cuerpo. Sus ojos como el carbon estaban clavados en la piel que Bella habia expuesto.
– las cicatrices han curado -dijo ella-. En solo cuarenta y ocho horas.