mas alla, pero el camino y el muro desaparecian en la oscuridad, no podia decir que habria al otro lado.
Con un caprichoso que-demonios, giro y avanzo por la senda. A unas buenas cien yardas de la calle habia un alto juego de puertas, y el se detuvo, notando las camaras montadas en lo alto de ellas, el sistema de intercomunicacion y el aire de ‘no traspasar’.
Bueno… esto era interesante. La otra direccion habia sido una mierda, solo una casa de clase media en un vecindario de clase media con humanos en el salon viendo la television. Pero lo que fuera que estuviera detras de un arreglo asi era un gran negocio.
Ahora tenia curiosidad.
Aunque infiltrarse a traves de esas barreras requeriria una estrategia de coordinacion y una ejecucion cuidadosa. Y lo ultimo que necesitaba es el inconveniente de enredarse con la policia solo porque habia irrumpido en alguna McMansion de un ricachon.
?Pero por que se habria sacado del culo ese vampiro esta direccion para salvarse?
Entonces O vio algo raro: una cinta negra atada a la puerta. No, dos, una en cada lado, ondeando al viento…
?Como si estuvieran de luto?
Fijado por su propio temor, salio del camion e hizo crujir el hielo, dirigiendose a la cinta de la derecha. Estaba montada a dos metros y medio del suelo, asi que tuvo que estirar el brazo para tocarla.
– ?Estas muerta, esposa? -susurro. Dejo caer la mano y miro a traves de las puertas mas alla a la negra noche.
Regreso al camion y volvio por la entrada.
Necesitaba traspasar ese muro. Tenia que encontrar algun sitio para deshacerse del F-150.
Cinco minutos despues estaba maldiciendo.
O apreto el acelerador y miro a la izquierda. A la derecha. Quizas pudiera dejar el camion abajo, al fondo de la colina y subir por la avenida principal. Era casi media milla en pendiente, pero podia cubrir la distancia lo suficientemente rapido. Las farolas bajo las que tenia que pasar eran una putada, por supuesto, pero no era algo que nadie de los que vivia en esta calle pudiera ver desde sus torres de marfil.
Su telefono movil sono y contesto con un desagradable:
– Que.
La voz de U, la que estaba empezando a odiar, era tensa.
– Tenemos un problema. Dos
O cerro los ojos.
– ?Que demonios han hecho?
– Estaban capturando a un vampiro civil y un coche de policia sin marcar fue por ellos. Dos policias se ocuparon de los asesinos y mas policias aparecieron. Los
– Pues sacalos bajo fianza -estallo O- ?Por que me estas llamando?
Hubo una pausa. Entonces el tono de U tuvo el hedor de
– Porque
O escudrino a izquierda y derecha y entonces dio la vuelta en un camino de entrada del tamano de un campo del futbol. Si, habia definitivamente no habia sitio para aparcar aqui. Tenia que bajar por la Avenida Thorne desembocar en la Calle Bellman y dejar el camion en esa pequena villa.
– ?O?
– Tengo cosas que hacer.
U tosio como si se atragantara con un gran cabreo.
– No te ofendas, pero no puedo imaginarme que nada sea tan importante como esto. ?Que tal si uno de esos asesinos se mete en una pelea general? ?Quieres sangre negra fluyendo para que algun tipo de EMT resuelva que no son humanos? Tienes que contactar con Omega y conseguir que lleve a estos dos a casa.
– Hazlo tu. -O acelero aunque iba cuesta abajo ahora.
– Extiendete hacia afuera y alcanza a Omega. -Llego a un stop al final de Thorne que no respeto y giro a la izquierda. Habia toda clase tiendas de monerias y tonterias para el hogar en la calle y aparco en frente de una llamada ‘El atico de Kitty’.
– O… Este tipo de peticiones tienen que llegar del
O se detuvo antes de parar el motor.
– ?O?
Apoyo la cabeza en el volante. Lo golpeo un par de veces.
Por otra parte, si ese contacto con los humanos abajo en la comisaria le estallaba en la cara, Omega iba a venir a buscarle. Y entonces ?donde podria ir?
– Bueno. Ire a verlo ahora. -Maldijo cuando puso el camion en marcha. Antes miro hacia la Avenida Thorne de nuevo.
– Y O, tengo algo concerniente a la asociacion. Necesitas encontrarte con los asesinos. Las cosas estan desmadrandose.
– Tu manejas las facturaciones.
– Ellos quieren verte a ti. Se estan cuestionando tu liderazgo.
– U, sabes lo que se dice de los mensajeros, ?verdad?
– ?Perdon?
– Demasiadas malas noticias haran que te disparen. -Apago el telefono y cerro la tapa.
Entonces apreto el acelerador.
CAPITULO 33
Mientras Phury se sentaba en la cama, estaba tan tenso por la necesidad de tener sexo, que apenas podia verter otro trago de vodka. La botella temblaba, el vaso temblaba. Infiernos, el colchon entero temblaba.
Miro a Vishous, quien estaba apoyado contra la cabecera a su lado. El hermano se sentia nervioso y desdichado mientras con la cabeza seguia el ritmo de
Cinco horas de tiempo fertil de Bella y estaban hechos una mierda, sus cuerpos eran mayormente instinto, sus mentes empanadas. La compulsion de estar en la mansion no podia ser anulada, la necesidad empujando en ellos, paralizandolos. Gracias a Dios por los cigarrillos rojos y Grey Goose. El entumecimiento ayudaba mucho.
Aunque no con todo. Phury trataba de no pensar en lo que estaba sucediendo en la habitacion de Z. Porque cuando hermano no habia vuelto, era obviamente porque su cuerpo estaba siendo usado y no la morfina.
– ?Como lo llevas? -pregunto V.
– Lo combato igual que tu, amigo. -Tomo un trago del vaso, su cuerpo nadando, perdido, ahogandose en eroticas sensaciones atrapadas bajo su piel. Miro al cuarto de bano.
Estuvo a punto de levantarse y dirigirse a un poco de intimidad cuando Vishous dijo otra vez: -Creo que estoy en problemas.
Phury tuvo que reirse.
– Esto no durara para siempre.