primera visita a Helsingborg.

Birgitta alzo la mano a modo de saludo y la vio sonreir, entonces escribio una nota en la que le explicaba que tendrian un receso para almorzar a las doce. Llamo a uno de los conserjes y senalo a Ho. El hombre le entrego la nota, y ella la leyo y asintio en silencio.

Acto seguido, se dedico al grupo de desgraciados que parecian cualquier cosa menos una banda de rudos piratas. Llegado el momento del receso, habian alcanzado un punto en que ya preveian que podrian terminar el juicio al dia siguiente.

Salio a la calle, donde Ho la aguardaba bajo un arbol en flor.

– Ha debido de ocurrir algo para que hayas venido -le dijo Birgitta.

– No.

– Puedo verte esta noche. ?Donde te alojas?

– En Copenhague, en casa de unos amigos.

– ?Me equivoco si pienso que tienes algo decisivo que contarme?

– Ahora todo esta mas claro. Por eso he venido. Ademas, te he traido algo.

– ?Que?

Ho meneo la cabeza.

– Hablaremos de ello esta noche. ?Que han hecho las personas a las que estas juzgando?

– Robo, agresion, nada de asesinato.

– Estuve observandolos. Todos te temen.

– No creo que me teman, simplemente saben que soy yo quien decide que pena les caera. Y, con todo lo que llevan hecho, es normal que les resulte aterrador.

Birgitta Roslin le propuso que almorzaran juntas, pero Ho tenia asuntos que resolver. Birgitta se pregunto que tendria que resolver Ho en una ciudad extranjera como Helsingborg.

El juicio siguio su curso lento pero seguro. Cuando Birgitta Roslin dio por concluida la sesion por aquel dia, habian avanzado tanto como ella esperaba. Ho la aguardaba ante la puerta del juzgado. Puesto que Staffan se encontraba en un tren camino de Gotemburgo, la invito a su casa. Ho dudaba, segun observo.

– Estoy sola. Mi marido no esta y mis hijos no viven aqui, si te incomoda tener que conocerlos.

– No, no es eso. Es que no he venido sola. San esta conmigo.

– ?Donde?

Ho senalo al otro lado de la calle y alli estaba San, apoyado contra la fachada.

– Dile que venga y vamos a mi casa.

San parecia menos preocupado que durante su primer y caotico encuentro. En esta ocasion, Birgitta tuvo la oportunidad de comprobar que se parecia a su madre, tenia el rostro de Hong y tambien su sonrisa.

– ?Cuantos anos tiene?

– Veintidos.

Su ingles era tan bueno como el de Hong y el de Ho.

Se sentaron en la sala de estar. San tomo cafe, pero Ho preferia te. Sobre la mesa estaba abierto el juego que Birgitta habia comprado en su viaje a Pekin. Ademas del bolso, Ho llevaba una bolsa de papel de la que saco una serie de copias de un texto escrito en caracteres chinos y un bloc con un texto en ingles.

– Ya Ru tenia un apartamento en Londres. Uno de mis amigos conocia a Lang, su cocinera. Ella le preparaba la comida y lo rodeaba del silencio que el exigia. Nos dejo entrar en el apartamento y encontramos el diario del que proceden estas notas. He traducido fragmentos de lo que escribio, donde se aclara en gran parte por que sucedio todo esto. No todo, pero lo suficiente como para que podamos comprender. Ya Ru tenia motivos totalmente privados que solo el podia entender.

– Era un hombre con mucho poder, segun me dijiste. Lo que significa que su muerte habra despertado gran interes en China.

San, que habia guardado silencio hasta entonces, respondio a esa pregunta.

– Pues no. Ningun interes, solo silencio, como el de Shakespeare, «el resto es silencio». Tal era su poder que otros con tanto poder como el han conseguido silenciar lo ocurrido. Es como si Ya Ru no hubiese existido jamas. Creemos que no fueron pocos los que se alegraron o sintieron alivio ante la noticia de su muerte, incluso aquellos que se contaban entre sus amigos. Ya Ru era peligroso, atesoraba informacion que luego utilizaba para aniquilar a sus enemigos o a aquellos que se convertian en competidores molestos. Ahora estan desmantelando todas sus empresas, comprando el silencio de la gente; todo se petrifica y se convierte en una pared de cemento que los separa a el y a su destino tanto de la historia oficial como de los que seguimos vivos.

Birgitta Roslin hojeo los papeles que Ho habia dejado sobre la mesa.

– ?Quieres que los lea ahora?

– No, mejor luego, a solas.

– ?No me asustare al leerlos?

– No.

– ?Y sabre por fin lo que le ocurrio a Hong?

– El la mato. No con sus propias manos, con las de otra persona. A la que el liquido a su vez. Una muerte encubrio la otra. Nadie podia imaginar que Ya Ru hubiese asesinado a su hermana. Salvo los mas lucidos, que sabian que pensaba Ya Ru de si mismo y de los demas. Lo extrano y lo que nunca sabremos explicar es como pudo matar a su propia hermana, cuando valoraba a su familia y a sus antepasados por encima de todo lo demas. Esa es una contradiccion, un misterio que no podremos resolver jamas. Ya Ru era poderoso. Y muy temido por su inteligencia y su crueldad, pero puede que estuviese enfermo.

– ?En que sentido?

– Llevaba en su corazon un odio que lo carcomia por dentro. Quien sabe si no estaba loco.

– Hay algo que me gustaria saber. ?Que fueron a hacer a Africa?

– Existe un proyecto segun el cual China trasladara a varios millones de sus campesinos pobres a diversos paises africanos. En estos momentos se estan construyendo las estructuras economicas y politicas que someteran a esos paises pobres de Africa a una relacion de dependencia respecto a China. Para Ya Ru esto no era una cinica repeticion del colonialismo que habia practicado Occidente, sino una solucion inteligente. Para Hong, en cambio, o para mi y Ma Li y muchos otros, es un ataque a los principios de la China que hemos contribuido a crear.

– No lo entiendo -confeso Birgitta-. China es una dictadura. La libertad es limitada, las garantias juridicas, minimas. ?Que es lo que defendeis, en realidad?

– China es un pais pobre. El desarrollo economico del que todos hablan no ha beneficiado mas que a una parte limitada de la poblacion. Si se persevera en esta forma de conducir a China al futuro, seguira extendiendose el abismo y nos veremos abocados a la catastrofe. China volvera a verse arrojada a un caos irresoluble. O las estructuras fascistas terminaran por imponerse sin remedio. Nosotros defendemos a los millones de campesinos que son, en definitiva, los que posibilitan el desarrollo con su trabajo. Un desarrollo del que cada vez participan menos.

– Pues no lo entiendo. ?Ya Ru en un bando y Hong en el otro? ?De repente dejan de entenderse y el mata a su hermana? No, no lo entiendo.

– El enfrentamiento de fuerzas encontradas que tiene lugar hoy en China es a vida o muerte. El pobre contra el rico, el indefenso contra el poderoso. Lo protagonizan personas que, con creciente indignacion, ven destruido todo aquello por lo que han luchado; y personas que descubren posibilidades antes inimaginables de enriquecerse y de adquirir poder. Ese escenario exige que muera gente. Soplan vientos que arrasan de verdad.

Birgitta Roslin miro a San.

– Hablame de tu madre.

– ?No la conocias?

– Bueno, la vi un par de veces, pero no la conocia bien.

– No era facil ser hijo suyo. Era fuerte, resuelta, considerada, pero tambien irascible y cruel. Admito que la temia. Pero la amaba, a pesar de todo, puesto que intentaba verse a si misma como parte de una realidad mas grande. Tan obvio le parecia ayudar a un borracho a levantarse en la calle como discutir apasionadamente de politica. Para mi, mas que una madre era alguien a quien respetar. Nada era sencillo. Sin embargo, la anoro muchisimo y tendre que aprender a vivir con ese sentimiento.

– ?A que te dedicas?

– Estudio medicina. Pero ahora me he tomado un ano de luto y he interrumpido los estudios para comprender

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