que significa vivir sin ella.
– ?Quien es tu padre?
– Un hombre que lleva muerto muchos anos. Era poeta. No se mucho mas de el, salvo que murio poco despues de que yo naciera. Mi madre apenas hablaba de el, pero me dijo que era un buen hombre y un buen revolucionario. La unica imagen suya que tengo es una fotografia en la que aparece con un cachorro en brazos.
Aquella noche hablaron de China largo y tendido y Birgitta Roslin les confeso su voluntad juvenil de sumarse a la Guardia Roja en Suecia. Entretanto crecia su impaciencia por quedarse sola y poder leer los documentos que Ho le habia entregado.
Hacia las diez de la noche, llamo a un taxi para que llevase a Ho y a San a la estacion de ferrocarril.
– Llamame cuando los hayas leido -le dijo Ho.
– ?Tiene final la historia?
Ho reflexiono un instante antes de responder:
– Las historias siempre tienen final -aseguro-. Esta tambien. Aunque el final es por lo general el principio de otra historia. Los puntos que vamos poniendo en la vida suelen ser provisionales, en cierto modo.
Birgitta vio alejarse el taxi y se sento enseguida a leer la traduccion del diario de Ya Ru. Staffan volveria a casa al dia siguiente y, para entonces, esperaba haber concluido la lectura. No eran mas de veinte paginas, pero le costaba leer la diminuta letra de Ho.
?Que era, en realidad, lo que acababa de leer? Despues, al pensar en la noche anterior, aun con el suave perfume de Ho en el ambiente, se dio cuenta de que podria haber comprendido gran parte de la historia por si misma. O, mas bien, que deberia haber comprendido, pero que se nego a aceptar lo que de hecho sabia. En otros pasajes seleccionados y traducidos por Ho de los diarios de Ya Ru o de otras fuentes de cuya existencia ella no tenia la menor idea, hallo la explicacion a circunstancias que ella sola no habria podido aclarar.
Claro que, a lo largo de su lectura, se pregunto en mas de una ocasion que habria omitido Ho al hacer la seleccion. Habria podido preguntarle, pero sabia que ella no le daria respuestas. En los textos hallo indicios de secretos que jamas comprenderia, puertas que ella nunca podria abrir. Historias de gente del pasado, otro diario escrito como contrapunto del de J.A., el sueco que se convirtio en capataz en Norteamerica durante la construccion del ferrocarril.
Ya Ru insistia una y otra vez en sus escritos en hasta que punto lo irritaba el hecho de que Hong no comprendiese que el camino que China habia emprendido era el unico bueno y que era preciso que la gente como Ya Ru ejerciese una influencia decisiva en ese escenario. Birgitta Roslin empezo a comprender que Ya Ru presentaba una serie de rasgos que lo identificaban con un psicopata y que, por otra parte, el mismo parecia detectar de vez en cuando.
En ningun momento hallo en el la menor intencion conciliadora, la expresion de una duda, de sufrir remordimientos ni siquiera por el destino de Hong, quien, despues de todo, era su hermana. Se pregunto si Ho habria reformulado el texto para que Ya Ru apareciese unicamente como un ser brutal sin ningun rasgo que suavizase su caracter. Se pregunto incluso si todo aquel texto no seria una creacion literaria de Ho. Aunque no lo creia. San habia cometido un asesinato y, como en las sagas islandesas, habia vengado con sangre la muerte de su madre.
Cuando termino de leer la traduccion de Ho por segunda vez, era cerca de medianoche. Habia pasajes oscuros, muchos detalles que aun carecian de explicacion. La cinta roja, por ejemplo. ?Que significaba? Solo Liu habria podido responder a esa pregunta, si estuviera vivo. No eran pocos los cabos sueltos que seguirian sueltos, quiza para siempre.
Y ahora, ?que? ?Que podia o que debia hacer con lo que sabia? Birgitta Roslin intuia la respuesta, aunque aun no tenia muy claro como conducirse. Podria invertir en ello parte de sus vacaciones, mientras Staffan pescaba, actividad que a ella le resultaba sencillamente aburrida.
O por las mananas, cuando el se sentaba a leer novelas historicas o biografias de musicos de jazz y ella daba paseos solitarios. Entonces dispondria de tiempo para redactar en su mente la carta que pretendia enviarle a la policia de Hudiksvall. Despues podria guardar la caja de recuerdos de sus padres; para ella, todo habria terminado. Hesjovallen iria desapareciendo de su conciencia hasta transformarse en un palido recuerdo. Aunque, por supuesto, ella jamas olvidaria del todo lo sucedido.
Partieron hacia Bornholm con tiempo variable, pero les gusto la casa que habian alquilado. Sus hijos iban y venian y pasaban los dias en indolente calma. Anna los sorprendio, en primer lugar, al presentarse de improviso tras su largo viaje por Asia, y, en segundo lugar, cuando les hizo saber que en otono empezaria a estudiar ciencias politicas en Lund.
Birgitta penso en varias ocasiones que habia llegado el momento de contarle a Staffan lo sucedido, tanto en Pekin como despues en Londres; pero terminaba cambiando de idea, pues si bien seguramente lo comprenderia, le costaria aceptar que hubiese esperado tanto para contarselo. Le doleria, lo sentiria como una falta de confianza y de intimidad. Y no valia la pena, de modo que siguio guardando silencio.
Mientras no le hablase a el del viaje a Londres y de lo que alli sucedio, tampoco le diria una palabra de ello a Karin Wiman.
Se lo guardaria para si, como una cicatriz invisible a los ojos de todos.
El lunes 7 de agosto, Staffan y ella volvieron al trabajo. La noche anterior se sentaron por fin a hablar de su vida en comun. Era como si los dos, sin haberlo acordado previamente, hubiesen comprendido que no podian volver de sus vacaciones de verano sin al menos haber intentado hablar de lo que estaba arruinando su matrimonio. Lo que Birgitta Roslin interpreto como un gigantesco avance fue el hecho de que su marido trajese a colacion, por iniciativa propia y sin que ella lo presionase, la cuestion de su inexistente vida sexual. Staffan confeso que lamentaba y temia lo que el mismo llamo ausencia de deseo e incapacidad. Birgitta le pregunto sin rodeos si se sentia atraido por otra persona, pero el contesto que no habia nadie. Lo atormentaba su inapetencia sexual, aunque rehuia el problema.
– ?Que piensas hacer? -le pregunto Birgitta-. No podemos pasar un ano mas sin tocarnos. No lo soportare.
– Buscare ayuda. No creas que yo lo sobrellevo mejor que tu. Es solo que me cuesta hablar de ello.
– Pues ahora lo estas haciendo.
– Porque se que debo.
– Ya casi no se lo que piensas. A veces, cuando te veo por las mananas, te veo como a un extrano.
– Yo no habria podido expresarlo mejor, pero te aseguro que siento lo mismo, aunque no tan extremo.
– ?De verdad crees que podemos vivir asi el resto de nuestras vidas?
– No, pero he ido dejandolo… Te prometo que ire a un terapeuta.
– ?Quieres que te acompane?
Staffan nego con un gesto.
– Al menos, no la primera vez. Despues, si es preciso.
– ?Comprendes lo que esto significa para mi?
– Eso espero.
– No sera facil pero, en el mejor de los casos, podremos dejar atras todo esto. Ha sido como un desierto…
El 7 de agosto, Staffan empezo el dia subiendo al tren de las 8:12 direccion a Estocolmo. Birgitta no llego a su despacho hasta las nueve. Puesto que Hans Mattsson estaba de vacaciones, la responsabilidad de todo el juzgado recaia sobre ella en cierto modo, y comenzo por convocar una reunion con el resto del personal. Convencida de que todo estaba bajo control, se retiro a su despacho a escribirle a Vivi Sundberg una larga carta sobre la que habia estado reflexionando todo el verano.
Naturalmente, se pregunto que queria o esperaba conseguir. Por supuesto la verdad, se respondio. Que cuanto habia ocurrido en Hesjovallen hallase explicacion, igual que el asesinato del anciano propietario del hotel. Sin embargo, ?no perseguia tambien una especie de venganza por la desconfianza con que la habian tratado? ?Cuanto habia de vanidad y hasta que punto su iniciativa era un intento serio por que los investigadores de Hudiksvall comprendiesen que el suicida, pese a su confesion, no tenia nada que ver con aquello?
En cierto modo, tambien lo hacia por su madre; porque, al buscar la verdad, honraria a sus padres adoptivos, cuyo final fue tan cruento.