se como avanzar por la angostura de ciertas vias maritimas. Puede que durante unos dias necesite transitar sin fin por el estrecho, o preguntarme, tumbada en una playa de Tenerife, si lo que se avecina es ya la vejez o si se trata de una mala racha de la que podre salir. Pase bien la crisis de la menopausia; pero ahora no se que me pasa exactamente. Y tengo que averiguarlo. Ante todo, debo averiguar si mi presion sanguinea y mi ansiedad guardan relacion con Staffan. Si nunca seremos capaces de sentirnos bien a menos que logremos salir de este estado de apatia en que ahora nos encontramos.»

Comenzo a planear el viaje enseguida. Algo se bloqueo y no pudo completar la reserva por Internet, de modo que envio un mensaje con su nombre y su telefono, asi como con los datos del viaje que le interesaba. Enseguida recibio una respuesta: se pondrian en contacto con ella en el transcurso de una hora.

Casi habian pasado los sesenta minutos cuando sono el telefono, pero no era la agencia de viajes.

– Hola, soy Vivi Sundberg. Queria hablar con Birgitta Roslin.

– Soy yo.

– Me han informado de quien eres, pero no se que quieres exactamente. Comprenderas que en estos momentos estamos bajo una presion enorme. Si entendi bien lo que me dijeron, eres jueza, ?verdad?

– Asi es. No quisiera alargar mucho mi historia, pero mi madre, que fallecio hace muchos anos, fue adoptada por una familia llamada Andren. Y he visto algunas fotografias de las que deduzco que vivio en una de las casas de ese pueblo.

– Yo no soy la encargada de informar a los familiares. Te sugiero que hables con Erik Hudden.

– Pero, entonces, hay entre las victimas varias personas con el apellido Andren, ?no?

– Pues, ya que lo preguntas, al parecer la familia Andren era la mas numerosa del pueblo.

– ?Y estan todos muertos?

– Preferiria no contestar a esa pregunta. ?Tienes el nombre de pila de los padres adoptivos de tu madre?

La carpeta estaba a su lado, sobre la mesa. Birgitta desato la cinta y busco entre los documentos.

– No puedo esperar -le advirtio Vivi Sundberg-. Llamame cuando los hayas encontrado.

– Ya los tengo. Brita y August Andren. Deben de tener mas de noventa anos, puede que incluso noventa y cinco.

Vivi Sundberg tardo en contestar. Birgitta Roslin oia el crujir de las hojas que iba pasando, hasta que la voz de Sundberg volvio a sonar en el auricular.

– Si, estan entre las victimas. Por desgracia, estan muertos. El mayor de los dos tenia noventa y seis anos. Te ruego que no difundas esta informacion entre la prensa.

– ?Y por que habria de hacer algo asi?

– Eres jueza. Seguro que sabes cuales pueden ser las consecuencias y por que te pido que no lo hagas.

Birgitta Roslin lo sabia perfectamente. De vez en cuando comentaba con sus colegas lo raro que resultaba que los periodistas los acosasen, pues ya contaban con que ningun juez estaria dispuesto a revelar informacion que hubiese de mantenerse en secreto.

– Comprenderas que me interesa saber como evoluciona la investigacion.

– Pues ni yo ni ninguno de mis colegas disponemos de tiempo para ir dando informacion a particulares. Estamos sitiados por los medios de comunicacion. Muchos de ellos ni siquiera respetan los cordones policiales. Ayer encontramos a uno con la camara en el interior de una de las casas. Llama a Hudiksvall y habla con Hudden.

Vivi Sundberg parecia impaciente e irritada. Birgitta Roslin la comprendia muy bien y recordo las palabras de Hugo Malmberg y el alivio que sentia por no encontrarse en el centro de aquella investigacion.

– Gracias por llamar. No te molestare mas.

Una vez terminada la conversacion, Birgitta Roslin reflexiono sobre lo que Sundberg acababa de decirle. Ahora, al menos, tenia la certeza de que los padres adoptivos de su madre se encontraban entre las victimas. Ella y todos los demas familiares tendrian que armarse de paciencia mientras se desarrollaba la investigacion policial.

Sopeso la posibilidad de llamar a la comisaria de Hudiksvall para hablar con el agente llamado Hudden, pero, en realidad, ?que podria anadir el? Al final decidio dejarlo. En cambio, si que se sento a leer con mas detenimiento los documentos que habia en la carpeta de sus padres. Hacia muchos anos que no la abria siquiera. Algunos de los papeles no los habia leido nunca.

Clasifico todo lo que contenia la carpeta en tres montones. El primero constituia la historia de su padre, cuyos restos descansaban en el fondo del golfo de Gavle. En las semidulces aguas del Baltico, los esqueletos no se descomponian rapidamente. Asi que en algun lugar del fondo estarian sus huesos y su craneo. El segundo punado de documentos correspondia a la vida que llevo junto con su madre, antes y despues de nacer su hija. Finalmente, la tercera pila era la que trataba de Gerda Loof, antes de convertirse en Andren. Leyo despacio todos aquellos documentos y, cuando llego a los procedentes de la epoca en que su madre fue hija adoptiva de la familia Andren, empezo a leer con mas atencion. Muchos de los documentos estaban desgastados y resultaban dificiles de leer, pese a que habia recurrido a la lupa.

Tomo un bloc en el que fue anotando nombres y edades. Ella habia nacido en la primavera de 1949. Entonces su madre, que nacio en 1931, tenia dieciocho anos. Asimismo, hallo las fechas de nacimiento de August y de Brita. Ella, en agosto de 1909; el, en diciembre de 1910. Es decir, que tenian veintidos y veintiun anos cuando nacio Gerda y menos de treinta cuando llegaron a Hesjovallen.

No descubrio nada que le confirmase que hubiesen vivido en Hesjovallen. Sin embargo, la fotografia que comparo, una vez mas, con la del periodico termino por convencerla. No podia tratarse de un error.

Se puso a escrutar los rostros de las personas que, alineadas y rigidas, aparecian retratadas en la antigua instantanea.

Habia dos personas mas jovenes, un hombre y una mujer que estaban algo apartados, junto a una pareja de edad que posaba en el centro de la foto. ?Serian Brita y August? No se veia ninguna fecha ni ningun dato escrito en el reverso. Intento determinar cuando la habrian tomado. ?Que se podia deducir de la ropa? Todos los retratados se habian vestido para la ocasion, pero vivian en el campo, donde un traje podia durar toda una vida.

Aparto las fotos y continuo revisando cartas y documentos. En 1942, Brita enfermo del estomago y estuvo ingresada en el hospital de Hudiksvall. Gerda le escribio una carta en la que le deseaba una pronta recuperacion. Gerda tenia entonces once anos y escribia con una letra picuda, a veces con faltas de ortografia, y una flor de hojas desiguales adornaba una de las esquinas del papel.

Birgitta Roslin se conmovio cuando encontro la carta y le sorprendio no haberla visto antes. Claro que estaba dentro de otra carta, pero ?por que no la habia abierto nunca? ?Seria el dolor por la muerte de Gerda lo que le impidio tocar siquiera cualquier cosa que se la recordase?

Se retrepo en la silla y cerro los ojos. A su madre se lo debia todo. Gerda, que ni siquiera habia cursado los estudios primarios, siempre la habia animado a seguir estudiando. «Ahora nos toca a nosotras», le decia. «Ahora son las hijas de la clase trabajadora las que tendran estudios.» Y eso fue lo que hizo Birgitta Roslin. En los anos sesenta, cuando ya no solo los hijos de la burguesia iban a la universidad. En aquella epoca era una obviedad lo de adherirse a grupos radicales de izquierda. La vida no era solo cuestion de entender cosas, sino tambien de cambiarlas.

Volvio a abrir los ojos. «Sin embargo, no resulto como yo pensaba», constato para si. «Estudie y me converti en abogada. Pero en realidad abandone mis ideas radicales sin saber por que. Ni siquiera ahora, cuando me falta poco para cumplir los sesenta, me atrevo a aproximarme siquiera a esa gran cuestion, ?que fue de mi vida?»

Siguio revisando los documentos a conciencia y encontro otra carta. El sobre era de un tono azulado y tenia el matasellos de America. El delgado papel de carta estaba plagado de letras minusculas. Enfoco el flexo hacia el texto e intento descifrarlo, siempre sirviendose de la lupa. Era una carta escrita en sueco, con muchas palabras inglesas. Alguien llamado Gustaf habla de su trabajo como porquerizo. Una nina llamada Emily acaba de morir, y en la casa reina una gran sorrow. Gustaf pregunta como les va en Halsingland, como va todo con la familia, la cosecha y los animales. Estaba fechada el 19 de junio de 1896. En el sobre se leia la direccion del destinatario: «August Andren, Hesjovallen, Sweden». «Pero, si mi abuelo no habia nacido aun», se dijo. Lo mas probable es que la carta fuese dirigida a su padre, puesto que la respondio la familia de Gerda. Pero ?como habia llegado a sus manos?

Al final, debajo de la firma, habia una direccion: «Mr. Gustaf Andren, Minneapolis Post Office, Minnesota, United States of America».

Volvio a abrir el atlas. Minnesota es una zona de agricultores. Y alli habia ido a parar un miembro de la familia Andren, emigrada de Hesjovallen, hacia mas de cien anos.

Pero tambien encontro una carta que testimoniaba que otro miembro de la familia Andren habia acabado en

Вы читаете El chino
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату