– ?Nicole lo sabe?

– No, no hay ningun motivo para que lo sepa. Nicole me ha dejado, ?recuerdas?

– Vale, vale. ?Esa es la razon?

– No te rindes, ?eh? No, no tiene nada que ver con ella?

Pierce se termino la cerveza. No le apetecia quedarse, porque queria que Zeller se pusiera a trabajar en lo que le habia encargado. Pero Zeller no parecia tener prisa por empezar.

– ?Quieres otra cerveza, comandante?

– No, paso. He de volver a mi apartamento. Tengo a mi secretaria con los chicos de los muebles. Ademas, vas a ponerte con esto, ?no?

– Oh, claro, tio. Enseguida. -Hizo un gesto hacia la zona de trabajo-. Ahora mismo todas las maquinas estan ocupadas. Pero me pondre esta noche. Te llamare manana por la noche.

– Vale, Code. Gracias.

Pierce se levanto. Ambos hombres chocaron las manos. Hermanos de sangre. Otra vez Maleficos.

11

Cuando Pierce llego a su apartamento los transportistas ya se habian ido, pero Monica seguia alli. Les habia pedido que colocaran los muebles de una forma que resultaba aceptable. De hecho no se aprovechaba la vista del ventanal que ocupaba todo un lado de la sala de estar y el comedor, pero a Pierce no le importaba demasiado. De todos modos no iba a pasar mucho tiempo en el apartamento.

– Queda bien -dijo Pierce-. Gracias.

– De nada, espero que te guste todo. Estaba a punto de irme.

– ?Por que te has quedado?

Ella cogio la pila de revistas con ambas manos.

– Queria acabar de leer una revista.

Pierce no entendia por que eso implicaba que se quedara en el apartamento, pero lo dejo estar.

– Escucha, hay una cosa que quiero preguntarte antes de que te vayas. Sientate un momento.

Monica parecio desconcertada con la peticion. Probablemente se vio a si misma haciendose pasar por Lilly Quinlan en otra llamada. No obstante, se sento en uno de los sillones de cuero que ella habia encargado junto con el sofa.

– Dime.

Pierce se sento en el sofa.

– ?Cual es tu categoria en Amedeo Technologies?

– ?Que quieres decir? Ya sabes cual es.

– Quiero saber si tu tambien la conoces.

– Secretaria personal del presidente. ?Por que?

– Porque quiero asegurarme de que recuerdas que eres secretaria personal, no solo secretaria.

Ella parpadeo y miro a Pierce a los ojos durante un largo momento antes de responder.

– De acuerdo, Henry, ?que pasa?

– Lo que pasa es que no me ha gustado que le hablaras a Charlie Condon de los problemas con mi numero de telefono y de lo que estaba tratando de hacer al respecto.

Monica se enderezo y puso cara de aterrorizada, pero era una mala actuacion.

– No lo hice.

– Eso no es lo que el dijo. Y si tu no se lo dijiste, ?como es que lo sabia todo despues de hablar contigo?

– Oye, vale, lo unico que le conte era que te habian dado el antiguo numero de esa prostituta y estabas recibiendo todo tipo de llamadas. Tuve que decirle algo porque cuando llamo no le reconoci la voz y el no reconocio la mia y dijo «?Quien es?», y yo casi le muerdo porque pensaba que, bueno, que estaba llamando a Lilly.

– Aja.

– Y no se me ocurrio ninguna mentira en el momento. No soy tan buena como otros en mentir, o en esa ingenieria social o como sea que lo llameis. Asi que le dije la verdad.

Pierce casi menciono que ella tambien acababa de mentir bastante bien al decir que no se lo habia contado a Charlie, pero decidio no soliviantar los animos.

– ?Y eso es todo lo que le dijiste, que me habian dado el numero de esa mujer? ?Nada mas? ?No le contaste como conseguiste la direccion para mi y que yo fui a su casa?

– No, no lo hice. De todos modos, ?que problema hay? Sois socios, ?o no? -Se levanto-. ?Puedo irme, por favor?

– Monica, quedate sentada un momento mas. -Senalo la silla y ella volvio a sentarse de mala gana-. El problema es que por la boca muere el pez, ?lo entiendes?

Monica se encogio de hombros y bajo la mirada a la pila de revistas que tenia en su regazo. En la cubierta de una de ellas habia una foto de Clint Eastwood.

– Mis acciones repercuten en la compania -dijo Pierce-. Sobre todo en este momento. Incluso lo que hago en privado. Si lo que hago se interpreta mal o se exagera, podria danar gravemente a la empresa. Ahora mismo nuestra empresa no produce dinero, y dependemos de que los inversores apoyen la investigacion para pagar el alquiler, los salarios, todo. Si los inversores nos ven poco firmes, tendremos un problema gordo. Si informacion sobre mi (verdadera o falsa) llega a segun que gente, podriamos tener problemas.

– No sabia que Charlie fuera segun que gente -dijo ella con voz enfurrunada.

– No lo es, por eso no me preocupa lo que le has dicho a el, lo que me preocuparia es que le contaras a alguna otra persona lo que estoy haciendo y lo que me esta pasando. A nadie, Monica. Ni de dentro ni de fuera de la empresa.

Pierce confiaba en que ella hubiera entendido que se referia a Nicole y a cualquier otra persona que tratara en su vida cotidiana.

– No lo hare. No se lo dire a nadie. Y por favor no vuelvas a pedirme que me implique en tu vida privada. No quiero esperar entregas ni hacer nada fuera de la empresa.

– De acuerdo. No te lo pedire. Ha sido error mio porque no pensaba que fuera a suponer un problema y tu me dijiste que te vendria bien el dinero extra.

– El dinero extra me viene bien, pero no me gustan todas estas complicaciones.

Pierce aguardo un momento, sin dejar de observarla.

– Monica, ?sabes lo que hacemos en Amedeo? Me refiero a si sabes de que trata el proyecto.

Ella se encogio de hombros.

– Mas o menos. Se que es acerca de informatica molecular. He leido algunos de los articulos de la pared de la fama. Pero son muy… cientificos y todo es tan secreto que nunca he querido preguntar. Me limito a hacer mi trabajo.

– El proyecto no es secreto. Los procesos que inventamos si lo son. No es lo mismo.

Pierce se inclino hacia ella y trato de pensar en la mejor manera de explicarselo sin que resultara confuso y sin pisar terreno confidencial. Decidio servirse de una tactica que Charlie Condon utilizaba con frecuencia con potenciales inversores que se sentian confundidos por la ciencia. Era una explicacion que se le habia ocurrido a Charlie despues de hablar del proyecto en general con Cody Zeller. A Cody le encantaba el cine. Y a Pierce tambien, aunque rara vez tenian tiempo para ir juntos a ver una pelicula.

– ?Has visto Pulp Fiction?

Monica entrecerro los ojos y asintio con suspicacia.

– Si, pero que tiene que ver con…

– Recuerdas que es una peli de gangsteres. Las historias se entrecruzan y disparan a gente y se meten drogas, pero en el nucleo de todo esta ese maletin. Y aunque nunca ensenan lo que hay en el maletin, todos lo quieren. Y cuando alguien lo abre no ves lo que hay dentro, pero sea lo que sea brilla como el oro. Ves ese brillo. Y todo aquel que mira en el maletin queda fascinado.

– Lo recuerdo.

– Bueno, eso es lo que buscamos en Amedeo. Buscamos eso que brilla como el oro, pero que nadie puede ver.

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