– ?Porque?
Ella solto una risita.
– Porque lo amo.
– Bueno, ?alguna vez se quedaron juntos en la casa que compania con Jody Krementz?
– No recuerdo que se haya quedado nunca.
– ?Porque?
– Supongo que porque
– ?No es cieno, senorita Gilley, que todas las semanas se quedaba varias noches en casa de su novio?
– Algunas veces, ?y que?
– Y que eso era porque se sentia a disgusto con la constante procesion de invitados a dormir de su companera de piso.
Langwiser se levanto.
– Senoria, eso ni siquiera es una pregunta. Protesto por la forma y por el contenido. El estilo de vida de Jody Krementz no es lo que se esta juzgando aqui. David Storey esta acusado de su asesinato y no esta bien que se permita a la defensa ir a por alguien que…
– Muy bien, senora Langwiser, es suficiente -dijo el juez Houghton. El juez miro a Fowkkes y anadio-: Senor Fowkkes, esta es toda la cuerda que pienso darle en este sentido. La senora Langwiser tiene razon. Quiero que progrese con esta testigo.
Fowkkes asintio. Bosch lo examino. Era un actor perfecto. En su actitud era capaz de mostrar la frustracion de un hombre al que apartan de una verdad oculta. Se pregunto si el jurado lo veria como una actuacion.
– Muy bien, senoria -dijo Fowkkes, poniendo la frustracion en la inflexion de su voz-. No tengo mas preguntas para la testigo en este momento.
El juez levanto la sesion durante quince minutos. Bosch acompano a Gilley entre los periodistas y bajo con ella en el ascensor hasta su coche. Le dijo que lo habia hecho muy bien y que habia manejado perfectamente la interpelacion de Fowkkes. Luego se unio a Kretzler y Langwiser en la segunda planta de la oficina del fiscal, donde el equipo de la acusacion habia establecido una oficina provisional durante el juicio. En la sala habia una pequena cafetera que estaba llena a medias con el cafe del descanso de la manana. No habia suficiente tiempo para hacer otro, de modo que todos bebieron el cafe rancio mientras Kretzler y Langwiser evaluaban el progreso del dia.
– Creo que les va a salir el tiro por la culata si siguen defendiendose con que ella era una puta -dijo Langwiser-. Han de tener algo mas.
– Solo intenta demostrar que habia muchos hombres -dijo Kretzler-. Y que el asesino pudo ser cualquiera de ellos. La defensa de la escopeta. Disparas un monton de perdigones con la esperanza de que uno alcance el objetivo.
– Tampoco va a funcionar.
– Te dire una cosa, con John Reason reservandose el turno con todos esos testigos, estamos avanzando muy deprisa. Si sigue en este plan, nosotros terminaremos el martes o el miercoles.
– Bueno, estoy deseando ver que es lo que tiene.
– Yo no -les interrumpio Bosch.
Langwiser miro al detective.
– Vamos, Harry, ya has superado tormentas como esta antes.
– Si, pero esta vez tengo un mal presagio.
– No te preocupes -dijo Kretzler-. Vamos a darles en el culo. Hemos cogido la ola y no la vamos a dejar.
Los tres juntaron sus tres vasos de plastico en un brindis.
El companero de Bosch, Jerry Edgar, y su antigua companera, Kizmin Rider, testificaron durante la sesion de la tarde. Los fiscales pidieron a ambos que recordaran los momentos posteriores al registro del domicilio de David Storey, cuando Bosch se metio en el coche y les explico que Storey acababa de alardear de haber cometido el crimen. Su testimonio corroboro el de Bosch y actuaria como refuerzo contra el previsible asalto de la defensa sobre el caracter de Harry. Bosch tambien sabia que los fiscales esperaban obtener mas credibilidad en el jurado, porque tanto Edgar como Rider eran negros, Cinco miembros del jurado y los dos suplentes eran negros y en un momento en que la veracidad de cualquier policia blanco de Los Angeles estaba bajo sospecha para los jurados negros, tener a Edgar y Rider solidarizandose con Bosch era un plus.
Rider declaro en primer lugar y Fowkkes renuncio a la interpelacion. El testimonio de Edgar fue identico al de ella, pero a el le formularon algunas preguntas mas porque habia entregado la segunda orden de registro presentada en el caso, una orden judicial para obtener muestras de cabello y sangre de David Storey. La orden habia sido aprobada y firmada por un juez mientras Bosch estaba en Nueva York siguiendo la pista del
Cuando Fowkkes fue informado de la situacion le dijo a Storey que colaborara y el sospechoso fue llevado al Parker Center, donde una enfermera de laboratorio recogio muestras de su vello pubico, cabello y sangre.
– ?En algun momento del viaje o de la recogida de pruebas pregunto al acusado sobre el crimen? -pregunto Kretzler.
– No, no lo hice -respondio Edgar-. Antes de salir de su residencia me dio su telefono y yo hable con el senor Fowkkes. Me dijo que su cliente no queria ser interrogado ni, segun sus propias palabras, hostigado en modo alguno. Asi que basicamente viajamos en silencio, al menos por mi parte. Y tampoco hablamos en el Parker Centen Cuando terminamos, el senor Fowkkes estaba alli y acompano al senor Storey a su casa.
– ?Hizo el senor Storey algun comentario no solicitado durante el tiempo que estuvo con usted?
– Solo uno.
– ?Y cuando fue eso?
– En el coche, mientras ibamos al Parker Center.
– Y ?que dijo?
– Iba mirando por la ventanilla y solo dijo: «Estais jodidos si pensais que voy a pringar por esto.»
– ?Y este fragmento de conversacion fue grabado?
– Si.
– ?Porque?
– Debido a su confesion anterior ante el detective Bosch, pensamos que existia la posibilidad de que continuara y realizara alguna declaracion semejante. El dia que cumpli con la orden de recogida de muestras de pelo y sangre, utilice un coche de la brigada de narcoticos. Es un coche que utilizan para comprar droga y lleva un sistema de grabacion incorporado.
– ?Ha traido la cinta de ese dia, detective?
– Si.
Kretzler presento la cinta como prueba. Fowkkes protesto, argumentando que Edgar ya habia testificado acerca de lo que se habia dicho y que la prueba de audio era innecesaria. De nuevo el juez rechazo la protesta y la cinta se reprodujo. Kretzler inicio la cinta mucho antes de la declaracion de Storey, para que los miembros del jurado oyeran el rumor del motor del coche y el ruido del trafico y supieran que Edgar no habia violado los derechos del acusado preguntandole para provocar una respuesta.
Cuando la cinta llego al comentario de Storey, el tono de arrogancia e incluso odio hacia los investigadores se percibio alto y claro.
Kretzler termino el interrogatorio de Edgar con el deseo de que ese tono fuera lo ultimo que escuchara el jurado antes del fin de semana.
Fowkkes, quiza apercibiendose de la trampa, dijo que llevaria a cabo una breve interpelacion. Procedio a plantear a Edgar una serie de preguntas inocuas que poco anadieron a favor de la defensa o en contra de la acusacion. A las cuatro y media en punto, Fowkkes termino su interpelacion y el juez Houghton levanto la sesion hasta el lunes.
Cuando los periodistas salieron al pasillo, Bosch busco con la mirada a McEvoy, pero no lo vio. Edgar y Rider, que se habian quedado despues de su testimonio, se acercaron a el.
– Harry, ?que te parece si vamos a tomar algo? -dijo Rider.
– ?Que tal si nos emborrachamos? -replico Bosch.