veces hablaban de los chicos que trabajaban alli y de quien era guapo. No era demasiado interesante para mi porque no trabajaba alli.

– ?Habia algun chico del que hablaran en particular? La profesora penso un momento antes de responder.

– La verdad es que no. Al menos que yo recuerde. Solo les gustaba hablar de ellos porque eran muy diferentes. Eran surfistas y aspirantes a actores. Tara y Becky eran chicas del valle. Para ellas era un impacto cultural.

– ?Salia con alguien del restaurante? -pregunto Bosch.

– No que yo supiera. Pero como le he dicho, no sabia nada del embarazo, asi que obviamente habia alguien en su vida del que yo no tenia noticia. Lo mantuvo en secreto.

– ?Estaba celosa de ellas porque trabajaban alli? -pregunto Rider.

– En absoluto. Yo no tenia necesidad de trabajar y estaba bastante satisfecha con eso.

Rider iba hacia alguna parte, de manera que Bosch la dejo seguir.

– ?Que hacian para divertirse cuando estaban juntas? -pregunto ella.

– No lo se, lo habitual -dijo Sable-. Ibamos a comprar y a ver peliculas, cosas asi.

– ?Quien tenia coche?

– Tara, y yo tambien. Tara tenia un descapotable. Soliamos subir… -Se corto cuando recordo algo.

– ?Que? -pregunto Rider.

– Recuerdo que ibamos mucho a Limekiln Canyon despues de clase. Tara tenia una nevera en el maletero y su padre nunca se enteraba si ella se llevaba unas cervezas de la nevera. Una vez nos paro un coche de policia. Escondimos las cervezas debajo de las faldas del uniforme. Funciono perfectamente. El policia no se dio cuenta. - Sonrio al recordado-. Por supuesto, ahora que doy clases aqui estoy atenta a cosas asi. Todavia tenemos los mismos uniformes.

– ?Y antes de que empezara a trabajar en el restaurante? -pregunto Bosch, llevando la entrevista de nuevo hacia Rebecca Verloren-. Estuvo enferma una semana, justo despues de que terminara la escuela. ?La visito o hablo con ella entonces?

– Estoy segura de que si. Dijeron que fue entonces cuando ella probablemente puso fin al embarazo. Asi que en realidad no estaba enferma. Se estaba recuperando. Pero yo no lo sabia. Yo me crei que estaba enferma, eso es todo. No puedo recordar si hablamos esa semana o no.

– ?Los detectives de entonces le hicieron todas estas preguntas?

– Si, estoy convencida de que si.

– ?Adonde iria una chica de Hillside Prep que estuviera embarazada? -pregunto Rider-. Entonces, me refiero.

– ?Se refiere a una clinica o un doctor?

– Si.

El cuello de Bailey Sable se puso colorado. Se sentia incomoda por la pregunta. Nego con la cabeza.

– No lo se. Eso fue tan impresionante como el hecho de que mataran a Becky.

Nos hizo pensar a todas nosotras que en realidad no conociamos a nuestra amiga. Fue realmente triste, porque me di cuenta de que no habia confiado en mi lo suficiente para contarme esas cosas. ?Sabe?, todavia pienso en eso cuando recuerdo cosas de entonces.

– ?Tenia algun novio que usted conociera? -pregunto Bosch.

– Entonces no. O sea, en ese momento. Tuvo un novio en primer ano, pero se fue a vivir a Hawai con su familia. Eso fue el verano anterior. Despues todo el ano escolar pense que estaba sola. No fue con nadie a ninguno de los bailes ni a los partidos. Aunque supongo que me equivocaba.

– Por el embarazo -dijo Rider.

– Bueno, si. Es bastante obvio, ?no?

– ?Quien era el padre? -pregunto Bosch, esperando que la pregunta directa pudiera suscitar algun tipo de respuesta nueva.

Sin embargo, Sable se encogio de hombros.

– No tengo ni idea, y no crea que he dejado nunca de preguntarmelo.

Bosch asintio. No habia conseguido nada.

– ?Como asimilo ella la ruptura con el chico que se traslado a Hawai? pregunto.

– Bueno, pense que le habia roto el corazon. Se lo tomo mal. Eran como Romeo y Julieta.

– ?En que sentido?

– Rompieron por culpa de los padres.

– ?Se refiere a que ellos no querian que estuvieran juntos?

– No, el padre de el consiguio un trabajo en Hawai. Tuvieron que trasladarse alli y eso los separo.

Bosch asintio otra vez. No sabia si alguna parte de la informacion que estaban obteniendo iba a resultar util, pero sabia que era importante extender la red lo mas posible.

– ?Sabe donde vive Tara Wood actualmente? -pregunto. Sable nego con la cabeza.

– Hicimos una reunion de diez anos y ella no vino. Perdi contacto con ella. Todavia hablo con Grace Tanaka de vez en cuando. Pero ella vive en la zona de la bahia, asi que no la veo demasiado.

– ?Puede damos su numero?

– Claro, lo tengo aqui.

La maestra se agacho, abrio un cajon del escritorio y saco el bolso. Mientras ella estaba sacando una agenda, Bosch cogio la foto de Mackey del escritorio y se la guardo de nuevo en el bolsillo. Cuando Sable leyo en voz alta un numero de telefono, Rider lo anoto en una libretita.

– Quinientos diez -dijo Rider-. ?De donde es, de Oakland?

– Vive en Hayward. Quiere vivir en San Francisco, pero es demasiado caro para lo que gana.

– ?A que se dedica?

– Es escultora en metal.

– ?Su apellido sigue siendo Tanaka?

– Si. Nunca se caso. Ella…

– ?Que?

– Resulto que es homosexual.

– ?Resulto?

– Bueno, lo que quiero decir es que nunca lo supimos. Nunca nos lo dijo. Se traslado alli y hace unos ocho anos fui a visitarla y entonces me entere.

– ?Era obvio?

– Obvio.

– ?Fue a la reunion de diez anos de la escuela?

– Si, ella estuvo alli. Lo pasamos bien, aunque tambien fue bastante triste, porque la gente hablaba de Becky y de que el crimen nunca se resolvio. Creo que probablemente por eso no vino Tara. No queria que le recordaran lo que le ocurrio a Becky.

– Bueno, quiza nosotros cambiemos eso para la reunion de los veinte anos dijo Bosch, que inmediatamente lamento el comentario frivolo-. Perdon, no ha sido un comentario agradable.

– Bueno, espero que lo cambien. Pienso en ella todo el tiempo. Siempre me pregunto quien lo hizo y por que nunca los encontraron. Miro su foto en la placa todos los dias al entrar en la escuela. Es raro. Ayude a recoger el dinero para la placa como delegada de curso.

– ?Los? -pregunto Bosch.

– ?Que?

– Ha dicho que nunca los encontraron. ?Por que ha dicho «los»?

– No lo se, «lo», «la», lo que sea.

Bosch asintio.

– Senora Sable, gracias por su tiempo -dijo-. ?Puede hacernos un favor y no hablar con nadie de esto? No queremos que la gente este preparada para nosotros, ?me entiende?

– ?Como conmigo?

– Exactamente. Y si piensa en algo mas, cualquier cosa de la que quiera hablar, mi companera le dara una tarjeta en la que constan todos nuestros numeros.

– De acuerdo.

Sable parecia sumida en un recuerdo lejano. Los detectives se despidieron y la dejaron con la pila de papeles

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