para clasificar. Bosch penso que probablemente estaba recordando un tiempo en el que cuatro chicas eran las mejores amigas y el futuro brillaba ante ellas como un oceano.

Antes de salir de la escuela pasaron por la oficina para ver si la administracion disponia de informacion de contacto actualizada de la ex estudiante Tara Wood. Gordon Stoddard le pidio a la senora Atkins que lo comprobara, pero la respuesta fue negativa. Bosch pregunto si podia llevarse el anuario de 1988 para hacer copias de algunas de las fotos y el senor Stoddard dio su aprobacion.

– Ya me iba -dijo el director-. Les acompanare.

Charlaron por el camino de regreso a la biblioteca y Stoddard les dio el anuario, que ya habia sido devuelto al estante. En el camino de salida hacia el aparcamiento, Stoddard se detuvo con ellos una vez mas delante de la placa conmemorativa. Bosch paso los dedos por encima de las letras en relieve del nombre de Becky Verloren. Se fijo en que los bordes se habian suavizado con el paso de los anos porque muchos estudiantes habian hecho lo mismo.

11

Rider se ocupo del archivo y el telefono mientras Bosch conducia hacia Panorama City, que se hallaba justo al este de la 405 y al otro lado de los limites jurisdiccionales de la Division de Devonshire.

Panorama City era un barrio de la zona norte de Van Nuys que se habia segregado muchos anos antes, cuando los residentes decidieron que necesitaban distanciarse de las connotaciones negativas adscritas a Van Nuys. En el nuevo municipio no habia cambiado nada mas que el nombre y unos pocos carteles de calles. Aun asi, Panorama City sonaba mas limpio y hermoso y a salvo del crimen, y los residentes se sentian mas a gusto. Pero habian pasado muchos anos y grupos de residentes habian solicitado renombrar otra vez sus barrios y distanciarse de las connotaciones negativas asociadas con Panorama City, si no fisicamente, al menos en imagen. Bosch suponia que esa era una de las formas en que la ciudad de Los Angeles se reinventaba a si misma. Como un escritor o un actor que no para de cambiar su nombre para dejar atras fracasos del pasado y empezar de nuevo, aunque sea con la misma pluma o la misma cara.

Como suponian, Roland Mackey ya no estaba en la empresa de remolque de coches en la que habia trabajado mientras cumplia su sentencia mas reciente de libertad condicional. Sin embargo, como igualmente suponian, el ex presidiario no habia sido especialmente habil en cubrir su pista. El informe penitenciario contenia todo el historial laboral de una vida que habia pasado en gran parte en libertad condicional. Habia conducido una grua para otras dos empresas en periodos anteriores en que estuvo en libertad vigilada por parte del Estado. Rider, haciendose pasar por una conocida, llamo a cada uno de ellos y enseguida localizo a su actual empleador: Tampa Towing. A continuacion llamo a.dicho servicio de gruas Y pregunto si Mackey estaba trabajando ese dia. Al cabo de un momento cerro el telefono y miro a Bosch.

– Tampa Towing. Entra a las cuatro.

Bosch miro el reloj. Mackey tenia que entrar a trabajar al cabo de diez minutos.

– Pasemos a echarle una mirada. Despues comprobaremos su direccion. ?Tampa y que?

– Tampa y Roscoe. Debe de estar enfrente del hospital.

– El hospital esta en Roscoe y Reseda.

– ?Que hacemos despues de echarle un vistazo?

– Bueno, subimos y le preguntamos si mato a Becky Verloren hace diecisiete anos; el dice que si y lo llevamos a comisaria.

– Vamos, Bosch.

– No lo se. ?Que quieres hacer despues?

– Comprobamos su direccion como has dicho, y entonces creo que estaremos preparados para los padres. Estoy pensando que necesitamos hablar con ellos de este tipo antes de preparar una trampa, especialmente en el diario. Voto por que vayamos a la casa y veamos a la madre. Total, ya estamos aqui arriba.

– Quieres decir si sigue aqui -dijo Bosch-. ?Tambien has hecho una busqueda de ella en Auto Track?

– No hace falta. Estara ahi. Has oido como hablaba Garcia. El fantasma de su hija esta en esa casa. No creo que se vaya nunca.

Bosch supuso que Rider tenia razon al respecto, pero no respondio. Se dirigio hacia el este por Devonshire Boulevard hacia Tampa Avenue y despues bajo a Roscoe Boulevard. Llegaron a la interseccion pocos minutos antes de las cuatro. Tampa Towing era de hecho una estacion de servicio Chevron que disponia de dos elevadores hidraulicos. Bosch metio el coche en el estacionamiento de una pequena galeria comercial situada al otro lado de la calle y apago el motor.

No se sorprendio cuando dieron las cuatro y siguieron pasando los minutos sin signo de Roland Mackey. No creia que fuera alguien ansioso por entrar a trabajar para remolcar coches.

A las cuatro y cuarto, Rider dijo:

– ?Que opinas? ?Crees que mi llamada podria haber…?

– Aqui esta.

Un Camaro de treinta anos con imprimacion gris en los cuatro guardabarros entro en la estacion de servicio y aparco cerca de la bomba de aire. Bosch habia captado solo un atisbo del conductor, pero le basto para saber que era Mackey. Saco de la guantera unos gemelos que habia comprado a traves del catalogo de una aerolinea durante uno de sus vuelos a Las Vegas.

Se dejo resbalar en el asiento y vigilo a traves de los prismaticos. Mackey salio del Camaro y camino hacia el garaje abierto de la estacion de servicio. Llevaba un uniforme con pantalones azul marino y una camisa de color azul mas claro. Encima del bolsillo del pecho izquierdo habia un ovalo que decia Ro y de uno de sus bolsillos traseros asomaban unos guantes de trabajo.

Habia un viejo Ford Taurus en un elevador hidraulico en el garaje y un hombre trabajando debajo con un destornillador electrico. Cuando Mackey entro, el mecanico se estiro con aire despreocupado y le saludo chocando palmas. Mackey se detuvo cuando el hombre le dijo algo.

– Creo que le esta hablando de la llamada telefonica -dijo Bosch-. Mackey no parece muy preocupado. Acaba de sacar el movil del bolsillo. Esta llamando a la persona que probablemente cree que le ha llamado.

Leyendo los labios de Mackey, Bosch dijo:

– Eh, ?me has llamado?

Mackey rapidamente termino la conversacion.

– Creo que no -dijo Bosch.

Mackey volvio a guardarse el telefono en el bolsillo.

– Ha intentado llamar a una persona -dijo Rider-. No debe de tener mucha vida social.

– El nombre en la insignia pone Ro -dijo Bosch-. Si su colega le ha dicho que han preguntado por Roland quizas ha llamado a la unica persona que lo llama asi. Quizas era su querido papa, el soldador.

– Bueno, ?que esta haciendo?

– No puedo verlo. Ha ido a la parte de atras.

– Diria que deberiamos salir de aqui antes de que empiece a echar un vistazo.

– Vamos. ?Una llamada y ya crees que va a pensar que alguien le va detras despues de diecisiete anos?

– No, no por Becky. Estoy preocupado por cualquier otra cosa en la que este envuelto. Podriamos meternos en medio de algo y ni siquiera saberlo.

Bosch dejo los prismaticos. Rider tenia razon. Arranco el coche.

– De acuerdo, ya hemos echado nuestro vistazo -dijo el-. Ya podemos salir de aqui. Vamos a ver a Muriel Verloren.

– ?Y Panorama City?

– Puede esperar. Los dos sabemos que ya no vive en esa casa. Comprobarlo es solo una formalidad.

Empezo a salir marcha atras.

– ?Crees que deberiamos llamar antes a Muriel? -pregunto Rider.

– No. Vamos a llamar a la puerta.

– Somos buenos en eso.

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