– ?Disculpe?

– Necesito unos minutos mas para aclarar parte de este material que ha surgido.

– ?Que material? ?Se refiere a este nuevo tipo Blitzkrieg?

– Si, y al material por el que me pregunto la periodista y sobre el que mentimos. El angulo racial.

Bosch observo la expresion petrea de Garcia.

– No le he mentido a ella y no le menti a usted ayer. No lo encontramos. Nosotros no vimos un angulo racial en esto.

– ?Nosotros?

– Mi companero y yo.

– ?Esta seguro de eso?

El telefono de su escritorio sono. Garcia lo cogio y muy enfadado dijo: «Ni llamadas, ni intrusiones», antes de colgarlo de nuevo.

– Detective, quiero recordarle con quien esta hablando -dijo Garcia sin inmutarse-. Ahora, digame, ?que cono quiere decir con que si estoy seguro? ?Que esta diciendo?

– Con el debido respeto al rango, senor, el caso fue desviado del angulo racial en el ochenta y ocho. Le creo cuando dice que no lo vio. De lo contrario, no me lo imagino llamando, a Casos Abiertos y recordandole a Pratt que habia ADN en el caso. Pero si no sabia lo que estaba ocurriendo, entonces su companero ciertamente lo sabia. ?En algun momento hablo de la presion que sufrio en este caso por parte de la direccion?

– Ron Green era el mejor detective con el que he trabajado. No voy a permitirle que mancille su reputacion.

Se quedaron a solo unos palmos de distancia, con el escritorio entre ellos, y ambos con mirada desafiante.

– No me interesan las reputaciones. Me interesa la verdad. Ayer dijo que se comio la pistola unos anos despues de este caso. ?Por que? ?Dejo alguna nota?

– La carga, detective. No podia llevada mas. Estaba atormentado por los que se escaparon.

– ?Y por los que dejo escapar?

Garcia senalo con un dedo airado a Bosch.

– ?Como cono se atreve? Esta en terreno resbaladizo, Bosch. Puedo hacer una llamada a la sexta planta y estara en la calle antes de que se ponga el sol. ?Me entiende? Le conozco. Acaba de volver del retiro, y eso supone que depende de una sola llamada. ?Me entiende?

– Claro. Le entiendo.

Bosch se sento en una de las sillas que habia delante del escritorio, esperando que pudiera diluir un poco la tension reinante. Garcia vacilo y despues tambien se sento.

– Considero que lo que acaba de decirme es completamente insultante -dijo, con la voz exprimida por la ira.

– Lo siento, inspector. Estaba intentando ver lo que sabia.

– No entiendo.

– Lo siento, senor, pero el caso fue decididamente bloqueado por la cadena de mando. No quiero entrar en nombres con usted en este punto. Algunos de ellos siguen en activo. Pero creo que este caso gira en torno a la raza, y la conexion de Mackey y ahora de Burkhart lo prueba. Y entonces no tenian a Mackey y Burkhart, pero tenian la pistola y habia otras cosas. Necesitaba saber si formo parte de eso. Diria por su reaccion que no.

– Pero me esta diciendo que mi companero si estuvo implicado y que me lo oculto.

Bosch asintio con la cabeza.

– Es imposible -protesto Garcia-. Ron y yo teniamos una relacion muy estrecha.

– Todos los companeros la tienen, inspector. Pero no tanto. Por lo que yo entiendo, usted se ocupo del expediente y Green progreso en el caso. Si encontro resistencia en el interior del departamento, podria haber escogido ocultarselo. Creo que lo hizo. Quiza le estaba protegiendo, quiza se sentia humillado por ser vulnerable a la presion.

Garcia bajo la mirada a su escritorio. Bosch comprendio que estaba mirando un recuerdo. La expresion petrea de su rostro empezo a resquebrajarse.

– Creo que tal vez sabia que algo iba mal -dijo tranquilamente-. Hacia la mitad.

– ?Como es eso?

– Al principio decidimos dividirnos a los padres. Ron se ocupo del padre, y yo de la madre. Ya sabe, para establecer relaciones. Ron estaba teniendo problemas con el padre. Era imprevisible. Se habia mostrado pasivo, y de repente, estaba siempre encima de Ron, buscando resultados. Pero habia algo mas, y Ron me lo oculto.

– ?Le pregunto al respecto?

– Si. Le pregunte. Solo me dijo que el padre era un incordio. Dijo que estaba paranoico por la raza, que pensaba que su hija habia sido asesinada por una cuestion racial. Y luego dijo algo mas que todavia recuerdo. Dijo: «No podemos meternos en eso.» Esas fueron sus palabras, y me impacto porque no me parecia el Ron Green que yo conocia. «No podemos meternos en eso.» El Ron Green que yo conocia se habria metido donde hubiera hecho falta para resolver el caso. No habia barreras para el. No hasta este caso.

Garcia levanto la mirada y Bosch asintio con la cabeza, su forma de darle las gracias por abrirse.

– ?Cree que tiene algo que ver con lo que ocurrio despues? -pregunto Bosch.

– ?Se refiere al suicidio?

– Si.

– Quiza. No lo se. Cualquier cosa es posible. Despues del caso seguimos direcciones diferentes. La cuestion con un companero es que una vez que acaba el trabajo, no hay mucho de lo que hablar.

– Cierto -dijo Bosch.

– Yo estaba en una reunion de mando en la Setenta y siete, me asignaron alli despues de hacerme teniente. Fue entonces cuando descubri que habia muerto. La noticia me llego en una reunion de equipo. Supongo que eso muestra cuanto nos habiamos separado. Descubri que se habia suicidado una semana despues de que lo hiciera.

Bosch se limito a asentir. No habia nada que pudiera decir.

– Creo que ahora tengo una reunion de direccion, detective -dijo Garcia-. Es hora de que se vaya.

– Si, senor, pero ?sabe?, estaba pensando que para presionar a Ron Green de ese modo tenian que contar con algun arma. ?Recuerda algo asi? ?Tenia en aquel momento alguna investigacion de Asuntos Internos?

Garcia nego con la cabeza. No estaba diciendo que no a la pregunta de Bosch, estaba diciendo que no a otra cosa.

– Mire, este departamento siempre ha tenido mas policias asignados a investigar policias que a investigar asesinatos. Siempre pensaba que si llegaba a la cima cambiaria eso.

– ?Esta diciendo que habia una investigacion?

– Estoy diciendo que era raro en el departamento el que no tenia nada en su historial. Habia un archivo sobre Ron, seguro. Habia sido acusado de agredir a un sospechoso. Era mentira. Cuando Ron lo estaba poniendo en la parte de atras del coche el chico se golpeo la cabeza y hubieron de ponerle puntos. Gran caso, ?eh? Resulto que el chico tenia contactos y Asuntos Internos no iba a dejarlo.

– De manera que podrian haberlo usado para manipular este caso.

– Podrian, depende de si usted tiene mucha fe en las conspiraciones.

Bosch penso que cuando se trataba del Departamento de Policia de Los Angeles tenia mucha fe, pero no lo dijo.

– De acuerdo, senor, me hago una idea -dijo en cambio-. Ahora me voy a ir.

– Bosch se puso en pie.

– Entiendo su necesidad de conocer todo esto -dijo Garcia-, pero no aprecio la forma en que me ha acorralado.

– Lo siento, senor.

– No, no lo siente, detective.

Bosch no dijo nada. Se acerco a la puerta y la abrio. Miro a Garcia y trato de pensar en algo que decir. No se le ocurrio nada. Se volvio y salio, cerrando la puerta tras de si.

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