– Hace seis anos -dijo ella-. Salio hace seis anos.

Bosch examino la foto, memorizando los detalles del aspecto de Simmons. Este tenia el pelo corto y oscuro, y ojos oscuros. Tenia la piel muy palida y su rostro mostraba cicatrices de acne, que trataba de cubrir con una perilla que tambien le daba un aspecto mas duro.

– ?El caso fue aqui? -pregunto.

– No, de hecho ocurrio en Fresno. Aparentemente se traslado alli cuando aqui empezaron los problemas.

– ?A quien le vendio las ametralladoras?

– Llame al FBI y hable con el agente. No queria cooperar conmigo hasta que me chequeara. Todavia estoy esperando que me devuelva la llamada.

– Genial.

– Tengo la sensacion de que el senor Simmons sigue siendo de interes para el FBI y el agente no estaba muy dispuesto a compartirlo.

Bosch asintio.

– ?Donde vivia Simmons en el momento del caso Verloren?

– No lo se. Era uno de los menores, probablemente vivia con sus padres. AutoTrack no tiene rastro de el mas alla del noventa. Entonces estaba en Fresno.

– O sea, que a no ser que sus padres se mudaran despues de este asunto, el probablemente estaba en el valle.

– Es posible.

– Muy bien, esto es bueno, Kiz. Podria usar parte de la informacion. Sigueme hasta el parque Balboa por Woodley. Creo que es un buen sitio. Hay un campo de golf con aparcamiento. Habra muchos coches. Podeis aparcar alli y sera un buen refugio. ?Vale?

– Vale.

– Diselo a los demas.

Saco la cartera que contenia la placa, sus esposas y su pistola de servicio y las dejo en el suelo del coche.

– Harry, ?tienes una de repuesto?

– Te tengo a ti, ?no?

– Lo digo en serio.

– Si, Kiz, tengo una pistolita en el tobillo. No te preocupes.

Salio y se metio en su coche. De camino al parque repaso mentalmente la funcion. Se sentia preparado y nervioso.

Al cabo de diez minutos se detuvo en el arcen de la carretera del parque, paro el motor y salio. Fue a la parte delantera derecha del coche y dejo que saliera todo el aire de la rueda a traves de la valvula. Como sabia que algunas gruas llevaban aire comprimido, abrio su navaja de bolsillo y corto la base de la valvula del neumatico. El neumatico tendria que ser reparado, no hinchado.

Listo para ponerse en marcha, abrio el movil y llamo a la estacion de servicio en la que trabajaba Mackey. Dijo que necesitaba una grua y le pusieron en espera. Paso un minuto entero antes de que otra voz apareciera en la linea. Roland Mackey.

– ?Que necesita?

– Necesito una grua. Tengo un pinchazo y la valvula parece jodida.

– ?Que clase de coche es?

– Un Mercedes SUV negro.

– ?Y la de recambio?

– Me la robo un ne… Me la robaron la semana pasada cuando estuve en South Central.

– Vaya. No deberia ir alli.

– No tenia eleccion. ?Puede remolcarme o no?

– Vale, vale. ?Donde esta?

Bosch se lo dijo. Era lo bastante cerca para que esta vez Mackey no tratara de convencerle de que llamara a otro.

– Muy bien, tardo diez minutos -dijo Mackey-. Este al lado de su coche cuando llegue alli.

– No tengo otro sitio adonde ir.

Bosch cerro el telefono movil y abrio la parte trasera del Mercedes. Se saco la camisa por fuera de los pantalones y se la quito. La puso en la parte de atras. Sus nuevos tatuajes eran ahora parcialmente visibles. Se sento en la puerta trasera y espero. Al cabo de dos minutos sono su movil. Era Rider.

– Harry, han podido pasarme la llamada desde ListenTech. Sonabas autentico.

– Bien.

– Acabo de hablar con los chicos. Mackey se mueve. Estan con el.

– Vale. Estoy preparado.

– Ahora lamento no haberte puesto un microfono. Nunca se sabe lo que puede decirte este tipo.

– Es demasiado arriesgado con solo una camiseta. Ademas, las posibilidades de que el tipo le diga a un desconocido que fue el quien mato a la chica del articulo de periodico son menores a que yo gane la loteria sin comprar un numero.

– Supongo.

– He de colgar, Kiz.

– Buena suerte, Harry. Ten cuidado.

– Siempre.

Cerro el telefono.

29

El camion grua freno al aproximarse al Mercedes. Bosch levanto la cabeza desde la parte trasera, donde estaba sentado a la sombra de la puerta y leyendo el Daily News. Hizo una sena al conductor de la grua con el periodico y se levanto. El vehiculo paso de largo, se detuvo en el arcen delante del Mercedes y retrocedio hasta pararse a un metro y medio de este. El conductor salio. Era Roland Mackey.

Mackey llevaba guantes de cuero que presentaban manchas oscuras de grasa en las palmas. Sin saludar a Bosch, rodeo la parte delantera del Mercedes para examinar la rueda pinchada. Cuando Bosch llego, todavia con el periodico en la mano, Mackey se agacho y miro la valvula de la rueda. Se estiro hacia ella y la doblo adelante y atras, exponiendo el tajo.

– Casi parece que la hayan cortado -dijo Mackey.

– Quizas habia cristal en la carretera -propuso Bosch.

– Y no tiene recambio. Menuda putada.

Miro a Bosch, entornando los ojos a la luz del sol que estaba empezando a caer detras de Bosch.

– Y que lo diga.

– Bueno, puedo remolcarle y pedirle a mi socio que le ponga una valvula nueva en el neumatico. Tardaremos quince minutos una vez que lleguemos al garaje. -Bueno, hagalo.

– ?Sera a cuenta de AAA o seguro?

– No, en efectivo.

Mackey le dijo que le costaria ochenta y cinco dolares por el enganche del vehiculo mas dos dolares por cada kilometro de arrastre. El importe del cambio de la valvula seria de otros veinticinco mas el coste de la valvula.

– Bueno, hagalo -repitio Bosch.

Mackey se levanto y miro a Bosch. Dio la sensacion de fijarse directamente en el cuello de Harry antes de apartar la mirada. No dijo nada de los tatuajes.

– Deberia, cerrar la parte de atras -dijo en cambio-, a no ser que quiera perderlo todo por el camino.

Sonrio. Un poco de sentido del humor de grua.

– Cojo la camisa y la cierro -dijo Bosch-. ?Le importa que vaya con usted?

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