normalmente cuando al agarrar el arma con ambas manos se levantaba la que apretaba el gatillo y esta se acercaba demasiado al percutor. Esa mano podia entonces recibir un doloroso pellizco cuando se apretaba el gatillo y la corredera retrocedia automaticamente para soltar el casquillo. Al retroceder la corredera a la posicion de disparo, pellizcaba la mano de la persona que la empunaba, normalmente la zona entre el pulgar y el indice, y a menudo se llevaba un trozo de piel al interior del arma. Todo eso ocurria en una fraccion de segundo, y alguien poco experto con el arma ni siquiera sabia que le habia «mordido».

Eso fue exactamente lo que ocurrio con la pistola utilizada para matar a Becky Verloren. Cuando un experto en armas de fuego abrio el Colt, hallo un fragmento de tejido cutaneo y sangre seca en el interior de la corredera. No habria sido perceptible para alguien que examinara el exterior del arma o que la limpiara de sangre y huellas dactilares.

Green y Garcia anadieron esta informacion a su hipotesis de trabajo. En el segundo informe resumen del investigador escribieron que las pruebas indicaban que el asesino envolvio las manos de Becky Verloren en torno al arma y despues presiono el canon contra su pecho. El asesino utilizo una o ambas de sus propias manos para equilibrar el arma y apretar el gatillo con el dedo de la victima. Al dispararse el Colt, la corredera «tatuo» al asesino, llevandose un fragmento de piel al interior del arma.

Bosch advirtio que Green y Garcia no hacian mencion de otra posibilidad en su teoria de la investigacion. Esta era que el tejido y la sangre hallados en el interior del arma ya estuvieran alli la noche del asesinato, es decir, que el arma hubiera «tatuado» a otra persona distinta del asesino al ser disparada en otra ocasion antes del homicidio de Rebecca Verloren.

A pesar de ese descuido potencial, se recogieron del arma el tejido y la sangre y, aunque ya se sabia por la autopsia que Becky Verloren no tenia heridas en las manos, se llevo a cabo una comparacion sanguinea de rutina. La sangre recogida de la bala era del tipo O. La sangre de Becky Verloren era del tipo AB positivo. Los investigadores concluyeron que tenian sangre del asesino en el arma. La sangre del asesino era del tipo O.

Sin embargo, en 1988 el uso de las comparaciones de ADN en la investigacion criminal distaba mucho de ser comun y, lo que es mas importante, practica aceptada en los tribunales de California. Las bases de datos que contenian perfiles de ADN de criminales solo estaban a punto de ser creadas y dotadas de fondos. En 1988, los detectives solo comparaban los tipos de sangre cuando surgian potenciales sospechosos. Y nadie surgio como potencial sospechoso en la muerte de Becky Verloren. El caso se investigo a fondo y durante un largo periodo, pero, en ultima instancia, no llego a producirse ninguna detencion. Y se enfrio.

– Hasta ahora -dijo Bosch en voz alta sin apenas darse cuenta.

– ?Que? -pregunto Rider.

– Nada, solo pensaba en voz alta.

– ?Quieres empezar a comentarlo?

– Todavia no. Antes quiero terminar de leerlo. ?Tu has terminado?

– Casi.

– Sabes a quien hemos de darle las gracias, ?verdad? -pregunto Bosch.

Ella lo miro con expresion socarrona. -Me rindo.

– A Mel Gibson.

– ?De que estas hablando?

– ?Cuando estrenaron Arma letal? Mas o menos por esa epoca, ?no?

– Supongo. Pero ?de que estas hablando? Esas pelis eran muy exageradas.

– Esa es la cuestion. Esa es la peli que empezo con la moda de coger la pistola de lado y con ambas manos, una encima de otra. Tenemos sangre en esa pistola porque el que disparo era fan de Arma letal.

Rider desestimo el comentario negando con la cabeza.

– Espera -dijo Bosch-. Se lo voy a preguntar al tipo cuando lo pillemos.

– Vale, Harry, preguntaselo.

– Mel Gibson salvo muchas vidas. Todos esos pistoleros que disparaban de lado no podian darle a nada. Hemos de hacerle poli honorario o algo.

– Vale, Harry. Vaya seguir leyendo, ?te parece? Quiero terminar con esto.

– Si, vale. Yo tambien.

Las pruebas de ADN del caso Verloren fueron enviadas al Departamento de Justicia de California poco despues de que empezara a operar la unidad de Casos Abiertos del Departamento de Policia de Los Angeles. Se entregaron al laboratorio de ADN junto con las pruebas de decenas de otros asesinatos extraidas del examen inicial de los casos sin resolver del departamento. El Departamento de Justicia administraba la principal base de datos de ADN del Estado. El plazo para que se realizaran comparaciones antiguas en el laboratorio, escaso de medios economicos y humanos, era entonces de mas de un ano. Gracias a la marea de peticiones originada por la nueva unidad del departamento pasaron casi dieciocho meses antes de que las pruebas del caso Verloren fueran procesadas por analistas del Departamento de Justicia y comparadas con millares de perfiles de ADN contenidos en la base de datos estatal. Produjeron una unica coincidencia, un «resultado ciego» en la jerga del trabajo con ADN.

Bosch miro el informe de una sola pagina del Departamento de Justicia que tenia desdoblado ante si. Aseguraba que doce de un total de catorce marcadores hacian coincidir el arma usada para matar a Rebecca Verloren con Roland Mackey, un hombre que en el momento presente tenia treinta y cinco anos. Era natural de Los Angeles y su ultima direccion conocida estaba en Panorama City. Bosch sintio que la sangre empezaba a circularle un poco mas deprisa al leer el informe del resultado ciego. Panorama City estaba en el valle de San Fernando, a no mas de quince minutos de Chatsworth, incluso cuando habia trafico. Eso anadia un punto de credibilidad al resultado. No era que Bosch no creyera en la ciencia. Lo hacia. Pero tambien creia que no bastaba solo con la ciencia para convencer a un jurado mas alla de toda duda. Habia que reforzar los hechos cientificos con conexiones de pruebas circunstanciales y sentido comun. Esa era una de esas conexiones.

Bosch reparo en la fecha del informe del Departamento de Justicia. -?Dijiste que acababamos de recibirlo? -le pregunto a Rider.

– Si, creo que llego el viernes. ?Por que?

– La fecha es de hace dos viernes. Diez dias.

Rider se encogio de hombros.

– Burocracia -dijo-. Supongo que lleva su tiempo que llegue aqui desde Sacramento.

– Ya se que es un caso viejo, pero podian darse un poco mas de prisa.

Rider no respondio. Bosch lo dejo estar y siguio leyendo. El ADN de Mackey estaba en la base de datos del ordenador del Departamento de Justicia porque la ley de California obligaba a todos los condenados por cualquier delito sexual a proporcionar sangre o raspados orales para tipificarlos e incluirlos en la base de datos de ADN. El delito por el cual el ADN de Mackey habia terminado en la base de datos estaba en el margen mas alejado del mandato estatal. Dos anos antes, Mackey fue condenado por comportamiento lascivo en Los Angeles. El informe no ofrecia detalles del delito, pero afirmaba que Mackey fue condenado a doce meses de libertad vigilada, un indicador de que se trataba de un delito menor.

Bosch se encontraba a punto de escribir una nota en su bloc cuando levanto la mirada y vio que Rider cerraba la carpeta del caso, que contenia la segunda mitad de los documentos.

– ?Listo?

– Listo.

– ?Ahora que?

– Supongo que mientras tu terminas de leer el expediente yo voy a la DAP a recoger la caja.

Bosch no tuvo problemas en recordar el significado de lo que Rider acababa de decir. Se habia reincorporado con facilidad al mundo de las siglas y el lenguaje policial. La DAP era la Division de Almacenamiento de Pruebas, que estaba en el complejo Piper Tech. Rider iria a recoger las pruebas fisicas que se habian almacenado del caso: elementos como el arma homicida, la ropa de la victima y cualquier otra cosa acumulada cuando el caso fue investigado inicialmente. Por lo general, el material se guardaba en una caja de carton precintada y se ponia en una estanteria. La excepcion era el almacenaje de pruebas perecederas y biodegradables, como la sangre y los tejidos recuperados del arma homicida de Verloren, que se almacenaban en camaras especiales de la Division de Investigaciones Cientificas.

– Me parece buena idea -dijo Bosch-. Pero primero ?por que no investigas a este tipo por Trafico y el NCIC para ver si conseguimos una direccion?

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