la superficie.

Bosch sabia que ya era demasiado tarde. Habian pasado demasiados anos. Un gato vagaba por la casa y quien sabe cuantos objetos de ventas de garaje habian entrado y salido de una vivienda en la que un asesino se habia ocultado y habia esperado.

Entonces su mirada se poso en las fotos esparcidas por la mesa y se dio cuenta de algo. La habitacion de Rebecca era el unico lugar que no estaba contaminado por el paso del tiempo. Era como un museo con sus obras de arte encajadas y casi hermeticamente cerrado.

Bosch esparcio las fotos del dormitorio delante de el. Habia algo en aquellas fotos que le corroia desde la primera vez que las habia visto. Todavia no lograba determinado, pero ahora sentia una urgencia en ello. Examino las fotos del escritorio y la mesilla y despues las del armario abierto. Por ultimo, examino la cama.

Penso en la foto que se habia publicado en el Daily News y saco el ejemplar del archivo que contenia todos los informes y documentos acumulados durante la reinvestigacion del caso. Desdoblo el periodico y examino la foto de Emma Ward y acto seguido la comparo con las fotografias de diecisiete anos antes.

La habitacion parecia exactamente igual, como si permaneciera intacta por el dolor que emanaba de ella como de un horno. De pronto, Bosch se fijo en una pequena diferencia. En la foto del Daily News la cama estaba cuidadosamente estirada y alisada por Muriel antes de que hicieran la foto. En las fotos mas viejas de la policia, la cama estaba hecha, pero el volante estaba ahuecado hacia fuera por un lateral de la cama y hacia dentro a los pies.

Los ojos de Bosch se movieron de una foto a la otra. Sintio una pequena gota de adrenalina en la sangre. Eso era lo que le habia inquietado. Eso era lo que no cuadraba.

– Dentro y fuera -dijo en voz alta.

Sabia que era posible que el volante hubiera sido tirado hacia dentro a los pies de la cama por alguien que se colara debajo, del mismo modo que era probable que el volante exterior de la colcha hubiera salido hacia fuera por el lateral cuando esa misma persona saliera de debajo de la cama.

Despues de que todos estuvieran durmiendo.

Bosch se levanto y empezo a pasearse mientras lo pensaba otra vez. En la foto tomada despues del secuestro y asesinato, la cama mostraba claramente la posibilidad de una entrada y una salida. El asesino de Rebecca podria haber estado esperando justo debajo de ella mientras esta se quedaba dormida.

– Dentro y fuera -repitio Bosch.

Y podia ir mas lejos. Sabia que no se habian recuperado huellas utiles en la casa. Pero solo se habian comprobado las superficies obvias. Eso no significaba necesariamente que el asesino hubiera llevado guantes. Solo significaba que era lo bastante listo para no tocar lugares obvios con las manos desnudas, o para emborronar las huellas cuando lo necesito. Aunque el asesino hubiera llevado guantes al entrar en la casa, ?no podria haberselos quitado mientras esperaba -posiblemente durante horas- debajo de la cama?

Merecia la pena intentarlo. Bosch fue a la cocina para llamar a la Division de Investigaciones Cientificas y preguntar por Raj Patel.

– Raj, ?que estas haciendo?

– Estoy catalogando las pruebas que recogimos ayer en la autovia.

– Necesito que tu mejor hombre de huellas se reuna conmigo en Chatsworth.

– ?Ahora?

– Ahora mismo, Raj. Despues puede que ni siquiera tenga trabajo. Hemos de hacerlo ahora.

– ?Que vamos a hacer?

– Quiero levantar una cama y mirar debajo. Es importante, Raj. Si encontramos algo, nos llevaria al asesino.

Hubo un breve silencio y entonces Patel respondio.

– Yo soy mi mejor hombre de huellas, Harry. Dame la direccion.

– Gracias, Raj.

Le dio la direccion a Patel y colgo el telefono. Tamborileo con los dedos en el mostrador, preguntandose si deberia llamar a Kiz Rider. Habia estado tan afligida y desanimada al salir del PArker Center que le habia dicho que solo queria irse a casa a dormir. ?Deberia despertarla por segundo dia consecutivo? Sabia que esa no era la cuestion. La cuestion era si deberia esperar a ver si habia algo debajo de la cama antes de contarselo y levantar sus esperanzas.

Decidio retrasar la llamada hata que tuviera algo solido que contarle. En cambio, cogio el telefono y desperto a Muriel Verloren. Le dijo que iba en camino.

36

Bosch llego tarde a la reunion en el Pacific Dining Car por culpa del trafico procedente del valle de San Fernando. Todo el mundo estaba en un comedor privdo de la parte de atras del restaurante. La mayoria ya tenia platos de comida delante.

Su excitacion debio de transparentarse. Pratt interrumpio un informe de Tim Marcia para mirar a Bosch y dijo:

– O has tenido suerte en el tiempo que has estado fuera o no te preocupa el marron en el que estamos.

– He tenido suerte -dijo Bosch al ocupar la unica silla vacia que quedaba-. Pero no de la forma en que usted quiere decirlo. Raj Patel acaba de sacar la huella de una palma y dos dedos de una tabla de madera que estaba debajo de la cama de Rebecca Verloren.

– Esta bien -dijo dijo Pratt secamente-. ?Y eso que significa?

– Significa que en cuanto Raj compare las huellas en la base de datos podriamos tener a nuestro asesino.

– ?Como es eso? -pregnto Rider.

Bosch no la habia llamado y sintio de inmediato una vibracion hostil por parte de su companera.

– No queria despertarte -le dijo Bosch, y luego, dirigiendose a los demas-: He estado revisando el informe original de dactiloscopia en el expediente del caso. Me di cuenta de que ellos fueron a buscar huellas al dia siguiente de que se encontrara el cadaver de la chica. No volvieron despues de que se elaborara la hipotesis de que el secuestrador habia entrado en la casa ese mismo dia cuando el garaje se quedo abierto y se habia ocultado hasta que todo el mundo estuvo dormido.

– Entonces ?por que en la cama? -pregunti Pratt.

– Las fotos de la escena del crimen mostraban que el volante en la parte de los los pies de la cama habia sido empujado hacia dentro. Como si alguien se hubiera metido debajo. Se les paso porque no lo estaban buscando.

– Buen trabajo, Harry -dijo Pratt-. Si Raj encuentra un resultado, cambiamos de direccion y nos movemos hacia ello. Vale, volvamos a nuestros informes. Tu companera te pondra al corriente de lo que hemos visto hasta el momento.

Pratt se volvio entonces hacia Robinson y Nord en el otro extremo de la larga mesa y dijo:

– ?Que ha surgido con la llamada del camion grua?

– No gran cosa que ayude -dijo Nord-. Como la llamada se hizo despues de que cambiaramos nuestra monitorizacion a la linea de la propiedad de Burkhart, no teniamos audio grabandolo. Pero tenemos los registros y muestran que la llamada llego directamente a Tampa Towing antes de que la rebotaran al servicio contestador de AAA, la Asociacion Americana de Automoviles. La llamada se realizo desde un telefono publico situado en el exterior del Seven-Eleven de Tampa, junto a la entrada de la autovia. Probablemente hizo la llamada y despues se metio en la autovia y espero.

– ?Huellas en el telefono? -pregunto Pratt.

– Pedimos a Raj que echara un vistazo despues de que terminara en la escena -dijo Robinson-. Habian limpiado el telefono.

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