– Lo suponia -dijo Pratt-. ?Hablasteis con AAA?

– Si. Nada que ayude salvo que el que llamo era un hombre. -Se volvio a Bosch-. ?Tienes algo que anadir que Rider no nos haya contado ya?

– Probablemente solo mas de lo mismo. Burkhart parece que esta limpio la noche pasada y parece que tambien esta limpio en Verloren. Ambas noches parecia estar bajo vigilancia del departamento.

Rider lo miro con ceno. Todavia tenia mas informacion que ella no conocia. Bosch aparto la mirada.

– Genial, ?donde nos deja eso? -pregunto Pratt.

– Bueno, basicamente, nuestro plan del periodico nos estallo en las manos -dijo Rider-. Podria haber funcionado en terminos de llevar a Mackey a querer hablar de Verloren, pero nunca tuvo la ocasion. Alguien mas vio el articulo. -Ese alguien podria ser el asesino -dijo Pratt.

– Exactamente -dijo Rider-. La persona a la que Mackey ayudo o a la que le dio la pistola hace diecisiete anos. Esa persona tambien vio el articulo y supo que la sangre de la pistola no era suya, y eso significaba que tenia que ser de Mackey. Sabia que Mackey era la conexion con el, asi que Mackey tenia que morir.

– Entonces ?como lo preparo? -pregunto Pratt.

– O bien era lo bastante listo para averiguar que el articulo era una trampa y estabamos vigilando a Mackey, o bien supuso que la mejor manera de llegar a Mackey es la forma en que lo hizo. Sacarlo de alli solo. Como he dicho, era listo. Eligio un tiempo y lugar en que Mackey estuviera solo y fuera vulnerable. En la rampa de entrada estas muy por encima de la autovia. Ni con las luces de la grua encendidas lo habria visto nadie alli.

– Tambien era un buen sitio en caso de que estuvieran siguiendo a Mackey -anadio Nord-. El asesino sabia que un coche que lo estuviera vigilando habria tenido que seguir adelante y eso lo habria dejado a solas con Mackey.

– ?No le estabamos dando demassiado credito a este tipo? -pregunto Pratt-. ?Como iba a saber que la poli iba detras de Mackey? ?Solo por un articulo de diario? Vamos.

Ni Bosch ni Rider respondieron, y todos los demas digirieron en silencio la insinuacion tacita de que' el asesino tuviera una conexion con el departamento o, mas concretamente, con la investigacion.

– De acuerdo, ?que mas? -dijo Pratt-. Creo que podremos contenerlo otras veinticuatro horas. Despues de eso estara en los periodicos y subira a la sexta planta, y rodaran cabezas si no lo resolvemos antes. ?Que hacemos?

– Nos ocuparemos de los registros de llamadas -dijo Bosch, hablando en su nombre y en el de Rider-. Ese es el punto de partida.

Bosch habia estado pensando en la nota a Mackey que habia visto en el escritorio del garaje el dia anterior. Una llamada de Visa para verificar el empleo. Como Rider habia senalado cuando oyo por primera vez, Mackey no iba a dejar rastros como tarjetas de credito. Era algo que no encajaba y que habia que investigar.

– Tenemos los listados aqui -dijo Robinson-. La linea mas ocupada era la del garaje. Todo tipo de llamadas de negocios.

– Vale, Harry, Kiz, ?quereis los registros? -pregunto Pratt.

Rider miro a Harry y despues a Pratt.

– Es lo que Harry quiere. Parece que hoy esta en racha. Como para dar la razon a Rider, el telefono de Bosch empezo a sonar. Harry miro la pantalla. Era Raj Patel.

– Ahora veremos que tipo de racha -dijo al abrir el telefono.

Patel explico que tenia una noticia buena y una mala.

– La buena noticia es que todavia conservamos el faldon de las huellas recogidas en la casa. Las que recuperamos esta manana no coinciden con niguna de ellas. Has encontrado a alguien nuevo. Harry podria ser tu asesino.

Lo que significaba era que las huellas dactilares de los miembros de la familia Verloren y otros cuyo acceso a la casa estaba justificado todavia se conservaban en el laboratorio dactilografico de la Division de Investigaciones Cientificas y que ninguna de ellas coincidia con las huellas del indice y de la palma recogidas esa manana de debajo de la cama de Rebecca Verloren. Por supuesto las huellas dactilares no podian fecharse, y era posible que las huellas descubiertas esa manana hubieran sido dejadas por quien hubiera instalado la cama. Pero parecia poco probable. Las huellas se sacaron de la parte inferior de la tabla de madera. Quien la habia dejado probablemente estaba debajo de la cama.

– ?Y la mala noticia? -pregunto Bosch.

– Acabo de comprobarlas en la red de California. No hay coincidencias.

– ?Y el FBI?

– Es el siguiente paso, pero no sera tan rapido. Han de procesarlas. Las enviare con aviso de urgencia, pero ya sabes lo que pasa.

– Si, Raj. Tenme al corriente, y gracias por el esfuerzo.

Bosch cerro el telefono. Se sentia un punto abatido y su rostro lo mostraba. Se dio cuenta de que los demas tambien sabian como habia ido antes de que diera la noticia.

– No hay resultados en la base de datos del Departamento de Justicia -dijo-. Probara con la base del FBI, pero tardara un poco.

– ?Mierda! -dijo Renner.

– Hablando de Raj Patel -dijo Pratt-, su hermano ha programado la autopsia para hoy a las dos en punto. Quiero un equipo alli. ?Quien quiere ocuparse?

Renner levanto debilmente la mano. El y Robleta se encargarian. Era una mision facil siempre y cuando a uno no le importara asistir a semejante espectaculo.

La reunion enseguida se levanto despues de que Pratt asignara a Robinson y Nord para que se ocuparan de los interrogatorios de los companeros de trabajo de Mackey en el garaje. Marcia y Jackson se ocuparian de reunir los informes en un expediente. Ellos todavia eran los investigadores oficiales del caso y coordinarian las operaciones desde la sala 503.

Pratt miro la factura, la dividio por nueve y pidio a cada uno de ellos que pusiera diez dolares. Eso significaba que Bosch tenia que poner un billete de diez a pesar de que ni siquiera se habia tomado un cafe. No protesto. Era el precio por llegar tarde, y por ser el tipo que los habia llevado por ese camino.

Cuando todos se levantaron, Bosch capto la mirada de Rider.

– ?Has venido directamente o te ha traido alguien?

– Abel me ha traido.

– ?Quieres que volvamos juntos?

– Claro.

En el exterior del restaurante, Rider le dio a Bosch un castigo de silencio mientras esperaban que el aparcacoches les trajera el Mercedes. Miro el gran novillo de plastico que formaba parte del letrero del restaurante. Debajo del brazo, Rider llevaba una carpeta que contenia los listados del registro de llamadas.

Finalmente llego el coche y entraron. Antes de salir del aparcamiento, Bosch se volvio y la miro.

– Muy bien, dilo -dijo.

– ?Decir que?

– Lo que quieras decir para sentirte mejor.

– Deberias haberme llamado, Harry, eso es todo.

– Mira, Kiz, te llame ayer y me pegaste la bronca. Solo estaba trabajando de acuerdo con la experiencia reciente.

– Eso era diferente y lo sabes. Me llamaste ayer porque estabas excitado por algo. Hoy estabas siguiendo una pista. Deberia haber estado contigo. Y no enterarme de lo que habias encontrado cuando has entrado aqui y se lo has dicho a todo el mundo. Ha sido vergonzoso, Harry. Te lo agradezco.

Bosch hizo un gesto de contricion.

– Tienes razon. Lo siento. Tendria que haberte llamado mientras venia hacia aqui. Me olvide. Sabia que llegaba tarde y tenia las dos manos en el volante y solo trataba de llegar aqui.

Ella no dijo nada, de manera que el intervino:

– ?Podemos volver a ponernos a resolver el caso?

Rider se encogio de hombros y finalmente Bosch arranco el coche. De camino al Parker Center, trato de ponerlo al dia

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