– Bueno, en primer lugar, Burkhart era facil. Ya lo estaban vigilando esa noche.
– Expliquelo.
– Acababa de salir deWayside unos dias antes. Nos habian avisado que mientras estuvo alli habia estado subiendo de tono con la religion racial, de manera que se considero prudente vigilarlo para ver si queria volver a poner en marcha las cosas.
– ?Quien lo ordeno?
McClellan se limito a mirarlo.
– Irving, por supuesto -respondio Bosch-. Para mantener el trato seguro.
Asi que la UOP estaba observando a Burkhart, ?Quien mas?
– Burkhart salio y contacto con dos tipos del grupo viejo. Un tipo llamado Withers y otro llamado Simmons. Parecia que
– ?Si? Bueno, hableme de Mackey. La UOP no lo estaba vigilando, ?verdad?
– No, a Mackey no.
– Entonces ?Que es lo que era tan solido?
– Lo que recuerdo de Mackey es que en la noche en que raptaron a la nina estaba con su tutor en Chatsworth High. Iba a la escuela nocturna, para sacarse el graduado escolar. Un juez lo habia ordenado como
Bosch nego con la cabeza. McClellan estaba tratando de soltarle un rollo.
– ?Me esta diciendo que Mackey estaba yendo a clase con un tutor en plena noche? o me toma el pelo o se creyo una sarta de mentiras de Mackey y su tutor. ?Quien era el tutor?
– No, no, estuvieron juntos esa misma tarde. No recuerdo el nombre del tipo ahora, pero terminaron a las once como mucho, y despues siguieron caminos separados. Mackey fue a su casa.
Bosch puso cara de asombro.
– Eso no es
– Por supuesto que lo sabia, pero la hora de la muerte no era el unico punto de la coartada. Me pasaron los resumenes recopilados por los tipos del caso. No hubo entrada forzada en la casa. Y el padre habia dado una vuelta y comprobado todas las puertas y cierres despues de llegar a casa esa noche a las diez. Eso significa que el asesino tenia que estar ya en la casa en ese momento. Estaba alli escondido, esperando que todos se fueran a dormir.
Bosch se sento en el sofa y se inclino hacia adelante, con los codos en las rodillas. De repente se dio cuenta de que NcClellan tenia razon yde que todo era diferente. Habia leido el mismo informe que habia estado en manos de McClellan diecisiete anos antes, pero no habia asimilado su significado.
El asesino estaba dentro cuando Robert Verloren llego a casa desde el trabajo.
Bosch sabia que eso cambiaba muchas cosas. Cambiaba no solo la forma en que veia la primera investigacoon, sino tambien la forma en que veiala suya.
Sin registrar la agitacion interior de Bosch, McClellan continuo.
– Asi que Mackey no podia haber entrado en esa casa porque estaba con su tutor. Se descarto. Todos esos pequenos capullos se descartaron. Asi que le di a mi jefe un informe verbal, y despues el se lo dio a los tipos que trabajaban el caso. Y ahi acabo todo hasta que surgio esa cuestion del ADN.
Bosch estaba asintiendo a lo que McClellan decia, pero estaba pensando en otras cosas.
– Si Mackey estaba limpio, ?como explica su ADN en el arma homicida? -pregunto.
McClellan parecia anonadado. Nego con la cabeza.
– No se que decir. No puedo explicado. Los exonere de implicacion en el asesinato real, pero debio…
No termino. Bosch penso que realmente parecia herido por la idea de que podria haber ayudado a escapar a un asesino, o al menos a la persona que proporciono el arma para un asesinato. Parecia como si de repente se hubiera dado cuenta de que Irving lo habia corrompido. Bosch lo vio abatido.
– ?Irving todavia planea avisar a los medios y a Asuntos Internos de todo esto? -pregunto Bosch con calma.
McClellan nego lentamente con la cabeza.
– No -dijo-. Me dijo que le diera un mensaje. Me pidio que le dijera que un pacto solo es un pacto si cada parte cumple lo suyo. Es todo.
– Una ultima pregunta -dijo Bosch-. La caja de pruebas del caso Verloren ha desaparecido. ?Sabe algo de eso?
McClellan lo miro. Bosch se dio cuenta de que habia ofendido gravemente al hombre.
– Tenia que preguntarlo -dijo Bosch.
– Lo unico que se es que alli desaparecen cosas -dijo McClellan a traves de la mandibula tensa-. Cualquiera podria haber salido con ella en diecisiete anos. Pero no fui yo.
Bosch asintio. Se levanto.
– Bueno, he de volver a ponerme a trabajar de nuevo en esto -dijo.
McClellan entendio la indirecta y se levanto. Parecio tragarse la rabia por la ultima pregunta, aceptando quiza la explicacion de Bosch de que tenia que formularla.
– Muy bien, detective -dijo-. Buena suerte con esto. Espero que encuentre al culpable. Y lo digo en serio.
Le tendio la mano a Bosch. Bosch no conocia la historia de McClellan. No conocia las circunstancias de la vida en la UOP en 1988. Sin embargo, le parecia que McClellan se iba de la casa con mas peso encima que cuando habia entrado. Asi que Bosch decidio estrecharle la mano.
Despues de que McClellan se fue, Bosch volvio a sentarse, considerando la idea de que el asesino de Rebecca Verloren habia estado escondido en la casa. Se levanto y fue a la mesa del comedor, donde estaban esparcidos los archivos del expediente del caso. Las fotos de la habitacion de la nina muerta estaban en el centro. Miro los informes hasta que encontro el de la policia cientifica sobre el analisis de las huellas dactilares.
El informe tenia varias paginas y contenia el analisis de varias huellas sacadas de superficies de la casa de los Verloren. El resumen principal concluia que ninguna de las huellas obtenidas en la vivienda era desconocida, por consiguiente era probable que el sospechoso o sospechosos hubieran llevado guantes o sencillamente hubieran evitado tocar superficies susceptibles de retener huellas.
El resumen decia que todas la huellas dactilares sacadas de la casa se correspondian con muestras tomadas a miembros de la familia Verloren o gente que tenia una razon apropiada para haber estado en la casa y tocado las superficies donde fueron halladas las huellas.
Esta vez Bosch leyo el informe de manera diferente y en su totalidad. Esta vez ya no estaba interesado en el analisis, sino que queria saber donde habian buscado huellas los tecnicos.
El informe estaba fechado al dia siguiente del hallazgo del cadaver de Rebecca. Detallaba una busqueda rutinaria de huellas en la casa. Todas las superficies topicas fueron examinadas. Todos los pomos y cierres. Todas las repisas y los marcos de las ventanas. Todos los sitios donde era logico pensar que el asesino-secuestrador podria haber tocado una superficie al cometer el crimen. A pesar de que habia varias huellas en las repisas de las ventanas y pestillos que se recuperaron e identificaron con las de Robert Verloren, el informe senalaba que no se habian recuperado huellas utiles de los pomos de las puertas de la casa. Senalaba asimismo que no era inusual debido a la frotacion que se producia rutinariamente al girar los pomos.
Era en lo que no estaba incluido en el informe donde Bosch vio el resquicio a traves del cual podia haber escapado un asesino. El equipo de huellas habia ido a la casa al dia siguiente del descubrimiento del cadaver de la victima. Eso habia sido despues de que el caso se interpretara mal dos veces, primero como un caso de personas desaparecidas y despues como un suicidio. A ello habia que anadir que cuando se organizo una investigacion por asesinato el equipo de huellas fue enviado a ciegas. En ese punto no existia ningun conocimiento del caso. La idea de que el asesino podia haberse escondido en el garaje o en algun otro lugar todavia no se habia formulado. La busquedo de huellas dactilares y otras pruebas, como cabellos y fibras, nunca fue mas alla de lo obvio, mas alla de