cuando los detectives de Robos y Homicidios habian detenido a ambos. Despues apenas les dijo nada mas.
Belinda Messier era una mujer menuda con un pelo castano desvaido que le enmarcaba el rostro. Su aspecto resultaba enganoso por lo dura que iba a ser. Pidio un abogado en cuanto Rider y Bosch entraron en la sala.
– ?Para que quiere usted ver a un abogado? -pregunto Bosch-. ?Cree que esta detenida?
– ?Me esta diciendo que puedo irme? -Messier se levanto.
– Sientese -dijo Bosch-. Esta noche han matado a Roland Mackey y usted tambien podria estar en peligro. Esta en custodia de proteccion. Eso significa que no va a salir de aqui hasta que aclaremos algunas cosas.
– No se nada de eso. Estuve toda la noche con Billy hasta que aparecieron ustedes.
Durante los siguientes cuarenta y cinco minutos, Messier solo dio informacion a reganadientes. Explico que conocia a Mackey a traves de Burkhart y que accedio a solicitar un movil para Mackey y darle el aparato porque el no disponia de un informe de credito viable. Explico a los detectives que Burkhart no trabajaba y que vivia de una pension de danos que habia recibido a raiz de un accidente de coche sufrido dos anos antes. Compro la casa de Mariano Street con la indemnizacion y cobraba alquiler a Mackey. Messier explico que ella no vivia en la casa, pero que pasaba muchas noches alli con Burkhart. Cuando le preguntaron por los vinculos pasados de Burkart y Mackey con grupos de supremacia blanca fingio sorpesa. Cuando le preguntaron por la pequena esvastica que llevaba tatuada entre el pulgar y el indice de la mano derecha dijo que pensaba que era un simbolo navajo de buena suerte.
– ?Sabe quien mato a Rolan Mackey? -pregunto Bosch despues del largo preambulo de preguntas.
– No -dijo ella-. Era un buen tipo. Es lo unico que se.
– ?Que dijo su novio despues de que llamara Mackey?
– Nada. Solo que iba a quedarse despierto para hablar con Ro de algo cuando el llegara a casa. Dijo que quiza saldrian para tener un poco de intimidad.
– ?Nada mas?
– Eso fue lo que dijo.
La abordaron varias veces y desde distintos angulos, con Bosch y Rider turnandose en llevar la iniciativa, pero el interrogatorio no proporciono ningun fruto a la investigacion.
El siguiente era Burkhart, pero antes de empezar con el interrogatorio Bosch llamo a Marcia y Jackson para que les pusieran al dia.
– ?Aun estais en la casa? -pregunto Bosch a Marcia.
– Si, estamos aqui. Todavia no hemos encontrado nada.
– ?Y un movil?
– De momento no. ?Crees que Burkhart podria haberse escabullido de Kehoe y Bradshaw?
– Todo es posible, pero lo dudo. No estaban durmiendo. Se quedaron un momento en silencio como si reflexionaran, y entonces hablo Marcia.
– ?Cuanto tiempo transcurrio desde que Mackey murio y tu llamaste a Kehoe y Bradshaw y les dijiste que lo detuvieran?
Bosch repaso sus acciones en la autovia antes de responder.
– Fue muy rapido -dijo finalmente-. Maximo diez minutos.
– Pues ahi lo tienes -dijo Marcia-. ?Llegar de la ciento dieciocho en Porter Ranch hasta Mariano Street, en las colinas de Woodland, en diez minutos maximo? ?Y sin que nuestros chicos lo vieran? Imposible. No fue el. Kehoe y Bradshaw son su coartada.
– Y no hay movil en la casa…
Ya sabian que la linea fija de la vivienda no habia sido utilizada para hacer una llamada porque esta se habria registrado en el equipo de monitorizacion de ListenTech.
– No -dijo Marcia-. No hay movil ni llamadas desde el fijo. No creo que sea nuestro hombre.
Bosch todavia no estaba dispuesto a dar el brazo a torcer. Le dio las gracias y colgo, despues le dio las malas noticias a Rider.
– Entonces ?que hacemos con el? -pregunto ella.
– Bueno, podria no ser nuestro hombre con Mackey, pero Mackey lo llamo a el despues de que le leyeran el articulo. Aun podria ser bueno para Verloren.
– Pero eso no tiene sentido. El que mato a Mackey ha de ser su socio con Verloren, a no ser que estes diciendo que lo que ocurrio en la rampa de entrada es solo una coincidencia en todo esto.
Bosch nego con la cabeza.
– No, no estoy diciendo esto. Solo nos estamos saltando algo. Burkhart tuvo que enviar un mensaje desde esa casa.
– ?Te refieres a que llamo a un pistolero? No funciona, Harry. Bosch asintio. Sabia que ella tenia razon. No encajaba.
– Muy bien, entonces vamos a entrar ahi dentro y a ver que nos cuenta.
Rider accedio y pasaron unos minutos preparando una estrategia de interrogatorio antes de volver a salir al pasillo de detras de la sala de brigada y entrar en la sala de interrogatorios donde esperaba Burkhart.
El ambiente en la sala estaba cargado con el olor corporal de Burkhart; Bosch dejo la puerta abierta. Burkhart tenia la cabeza apoyada en sus brazos cruzados. Cuando no se levanto de su sueno fingido, Bosch le dio una patada a la pata de la silla y esto hizo que levantara la cabeza.
– Arriba, Billy
Burkhart tenia un cabello negro y rebelde, que le caia en el rostro de tez palida. Tenia aspecto de no salir mucho durante el dia.
– Quiero un abogado -dijo Burkhart.
– Todos queremos uno. Pero empecemos por el principio. Me llamo Bosch, y ella es Rider. Usted es William Burkhart y esta detenido como sospechoso de asesinato. Rider empezo a leerle los derechos pero el la corto.
– ?Estan locos? No he salido de casa. Mi novia ha estado todo el tiempo conmigo.
Bosch se llevo un dedo a los labios.
– Dejela terminar, Billy, y entonces podra mentirnos todo lo que quiera.
Rider termino de leerle sus derechos de la parte posterior de una de sus tarjetas de visita, y Bosch volvio a asumir el control del interrogatorio.
– Ahora, ?que estaba diciendo?
– Estoy diciendo que la han cagado. Estuve en casa todo el tiempo y tengo un testigo que puede probarlo. Ro era mi amigo. ?Por que iba a matarlo? Esto es un chiste malo, asi que ?por que no me dejan llamar a mi abogado para que se ria un rato?
– ?Ha terminado Bill? Porque tengo una noticia que darle. No estamos hablando de Roland Mackey. Estamos hablando de hace diecisiete anos con Rebecca Verloren. ?La recuerda? ?Usted y Mackey? ?La chica que subieron por la colina? Es de ella de quien estamos hablando.
Burkhart no mostro nada. Bosch habia estado esperando algo que lo delatara, algun tipo de senal de que estaba en la pista correcta.
– No se de que esta hablando -dijo Burkhart, con el rostro petreo.
– Le tenemos en cinta. Mackey llamo anoche. Ha terminado, Burkhart. Diecisiete anos es una buena fuga, pero ha terminado.
– No tienen una mierda. Si tienen una cinta, entonces lo unico que tienen es a mi diciendo que se callara. No tengo telefono movil y no me fio de ellos. Es una medida de precaucion. Si iba a empezar a contarme sus problemas no queria que lo hiciera en un puto telefono movil. Por lo que respecta a esa Rebecca como se llame, no se nada de eso. Creo que tendria que haberselo preguntado a Ro mientras tuvo la ocasion.
Miro a Bosch y guino un ojo. Bosch sintio ganas de agarrarlo, pero no lo hizo.
Estuvieron haciendo guantes verbalmente durante otros veinte minutos, pero ni Bosch ni Rider consiguieron mellar siquiera la armadura de Burkhart. Finalmente, Burkhart dejo de participar en el tira y afloja repitiendo una vez mas que queria un abogado y sin responder en modo alguno a cualquier pregunta que le plantearan.
Rider y Bosch abandonaron la sala para discutir sus opciones y coincidieron en que estas eran minimas. Se habian echado un farol con Burkhart, y este les habia calado. Ya solo les quedaba presentar cargos y conseguirle su abogado o dejarlo en libertad.
– No lo tenemos, Harry -dijo Rider-. No deberiamos enganarnos a nosotros mismos. Yo digo que lo soltemos.