– Supongo que todo es posible.
– Muy bien, ?quien lo habria hecho?
– No lo se. Ha sido usted la que lo ha dicho.
Bosch se aclaro la garganta, lo que llevo la mirada de la chica a la suya. Ella miro con dureza y dijo:
– Creo que quiza deberiamos ir a comisaria. Este no es el mejor lugar para una entrevista.
Empezo a separar su silla y levantarse.
– Kaitlyn, ?que esta pasando aqui? -suplico Amanda-. Esta gente habla en serio. ?A quien llamaste? -A nadie, ?vale?
– No, no vale.
– No tenia el telefono, ?vale? Me lo confiscaron.
Bosch volvio a sentarse y Rider tomo de nuevo el control.
– ?Quien te confisco el telefono? -pregunto ella.
– La senora Sable -dijo la chica.
– ?Por que?
– Porque no podemos usarlo en la escuela en cuanto suena la campana de la tutoria. Ayer Rita, mi mejor amiga, no vino a la escuela, asi que trate de mandarle un mensaje de texto durante la tutoria para ver si estaba bien y la senora Sable me pillo.
– ?Y se llevo tu telefono?
– Si, se lo llevo.
Bosch estaba pensando a toda velocidad, tratando de colocar a Bailey Koster Sable en el molde del asesino de Rebecca Verloren. Sabia que una cosa no cuadraba. Una Bailey Koster de dieciseis anos no podria haber cargado con el cuerpo aturdido de su amiga por la colina que habia detras de la casa de esta.
– ?Por que acabas de mentirnos en esto? -le pregunto Rider a Kaitlyn.
– Porque no queria que ella supiera que estaba metida en lios -dijo la chica, senalando a su madre con la barbilla.
– Kaitlyn, nunca mientas a la policia -le replico Amanda-. No me importa que…
– Senora Sobek, puede hablar con ella de esto despues -dijo Bosch-. Dejenos continuar.
– ?Cuando recuperaste el telefono, Kaitlyn? -pregunto Rider.
– Al final del dia.
– ?Entonces la senora Sable tuvo tu telefono todo el dia?
– Si. O sea, no. No todo el dia.
– Bueno, ?quien lo tenia?
– No lo se. Cuando te quitan el telefono te dicen que has de recogerlo al final del dia en el despacho del director. Eso es lo que hice. El senor Stoddard me lo devolvio.
Gordon Stoddard. Todas las piezas encajaron de repente. Bosch se habia metido en el tunel de agua y el caso y todos los detalles se arremolinaban en torno a el. Gobernaba la ola de la claridad y la gracia. Todo hacia c1ic. Stoddard hacia c1ic. La ultima palabra de Mackey hacia clic. Stoddard era el profesor de Rebecca. Estaba cerca de ella. Era su amante y el que la llamaba por la noche. Todo encajo.
El senor X.
Bosch se levanto y salio sin decir palabra. Paso por delante de la puerta del despacho de Stoddard. Estaba abierta y no habia nadie detras del escritorio. Salio a la recepcion.
– Senora Atkins, ?donde esta el senor Stoddard?
– Estaba aqui hace un momento, pero acaba de salir.
– ?Adonde?
– No lo se. Tal vez a la cafeteria. Le dije que usted y la otra detective estaban hablando con Kaitlyn.
– ?Y entonces se fue?
– Si. Oh, ahora que caigo… Podria estar en el aparcamiento. Dijo que hoy estrenaba coche. Quiza se lo este ensenando a alguno de los maestros.
– ?Que clase de coche? ?Lo dijo?
– Un Lexus. Dijo el numero del modelo, pero lo he olvidado.
– ?Tiene una plaza de parking asignada?
– Ah, si, es en la primera fila a la derecha, al salir del vestibulo de entrada.
Bosch le dio la espalda y salio a un pasillo atestado de estudiantes que abandonaban la cafeteria para empezar sus clases de la tarde. Bosch empezo a moverse entre la multitud, esquivando estudiantes y ganando velocidad. Enseguida se habia librado de ellos y estaba corriendo. Salio al aparcamiento e inmediatamente troto por la linea de aparcamiento hacia la derecha. Encontro un espacio vacio con el nombre de Stoddard pintado en el bordillo.
Giro sobre sus talones para ir a buscar a Rider. Estaba sacando el movil del cinturon cuando vio algo plateado a su derecha. Era un coche que venia directo hacia el y era demasiado tarde para apartarse de su camino.
39
Ayudaron a Bosch a sentarse en el asfalto.
– Harry, ?estas bien?
Se concentro y vio que era Rider. Asintio temblorosamente. Trato de recordar lo que acababa de suceder.
– Era Stoddard -dijo-. Venia directo hacia mi.
– ?En su coche?
Bosch se rio. No habia mencionado esa parte.
– Si, en su coche nuevo. Un Lexus plateado.
Bosch empezo a levantarse. Rider le puso una mano en el hombro para contenerlo.
– Espera un momento. ?Seguro que estas bien? ?Te duele algo?
– Solo la cabeza.
Empezo a recordado.
– Me golpee al caer -dijo-. Salte para apartarme. Vi la rabia en su mirada.
– Dejame verte los ojos.
Bosch levanto la cabeza hacia Rider, y ella le sostuvo la barbilla mientras le chequeaba las pupilas.
– Parece que estas bien -dijo.
– Vale, me quedare aqui sentado un momento mientras tu vuelves a entrar y le pides la direccion de Stoddard a la senora Atkins.
Rider asintio.
– Muy bien. Tu espera aqui.
– Date prisa. Hemos de encontrarle.
Ella entro corriendo en la escuela. Bosch se llevo la mano a la cabeza y sintio el chichon en la nuca. Volvio a reproducir en su mente la escena, esta vez con mayor claridad. Habia visto el rostro de Stoddard detras del parabrisas. Estaba enfadado, contorsionado.
Pero de repente habia virado el volante a la izquierda, al tiempo que Bosch saltaba hacia el otro lado.
Bosch busco el telefono para poder emitir una orden de busqueda para Stoddard. No estaba en su cinturon. Miro a su alrededor y vio el telefono en el asfalto, cerca del neumatico trasero de un BMW. Se arrastro para cogerlo y se levanto.
Sintio una ligera sensacion de vertigo y tuvo que apoyarse en el coche. De repente, una voz electronica dijo: «Por favor, ?alejese del vehiculo!»
Bosch aparto la mano y empezo a caminar hacia la parte del aparcamiento donde habia estacionado su propio automovil. Por el camino llamo a la central y emitio una orden de busqueda para Stoddard y su Lexus plateado.
Bosch cerro el telefono y se lo engancho en el cinturon. Llego a su coche, lo arranco y aparco en la entrada para estar preparado para salir en cuanto Rider volviera con la direccion.
Despues de lo que le parecio una espera interminable, Rider emergio finalmente a la carrera en direccion al coche. Fue hacia el lado de Bosch, abrio la puerta del conductor y le hizo un gesto para que el ocupara el lugar del